2014: los riesgos macro del regreso del crecimiento

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Foto cedida

El año que viene será previsiblemente el primero con crecimiento sincronizado en muchos años. James Balfour y Philippe Waetcher (en la imagen), expertos procedentes de filiales de Natixis Global Asset Management (NGAM), se preguntan, no obstante, si 2014 dará una oportunidad real al crecimiento real para afianzarse. 

Balfour, analista senior de estrategia macroeconómica en Loomis, Sayles & Co, prevé una aceleración moderada del crecimiento económico en 2014, desde el 2,7% al 3,6%. "Somos especialmente optimistas en relación con la sostenibilidad del crecimiento en Estados Unidos, donde el impacto total del lastre de la política gubernamental sobre el crecimiento económico probablemente se desvanezca rápidamente a principios de 2014", afirma. El analista senior cree que el crecimiento del PIB estadounidense podría alcanzar el 3% en 2014, al sumarle a lo ya expuesto la recuperación del mercado inmobiliario. 

Balfour también analiza qué pasos dará la Reserva Federal bajo la batuta de Janet Yellen. Empieza fechando en marzo el comienzo del tapering o retirada de estímulos, aunque podría ser incluso antes si la economía estadounidense da más signos de fortaleza: "Mientras la economía se acelere hasta una tasa de crecimiento del PIB real cercana al 3%, como esperamos, no debería ser demasiado difícil poner fin a las compras de activos antes de que acabe 2014", asegura en cualquier caso. 

Después de la tentativa de mayo, cuando se puso por primera vez sobre la mesa el desmantelamiento del QE3 con consecuencias catastróficas para el mercado de renta fija y los emergentes, Balfour cree que el trabajo realizado por la Fed para separar las expectativas del mercado sobre el fin de la barra libre de la fecha que marque la subida de tipos va a permitir que “ en gran medida esta vez tendrá éxito, lo que significa que los tipos subirán, pero no mucho más que otros 50 puntos básicos a partir de ahora”. “Consideramos que la Fed mantendrá el tipo de interés cerca de cero durante todo 2014 y la mayor parte de 2015”. Advierte que se incrementará la volatilidad de los tipos de interés “cuando la economía se fortalezca y el mercado intente poner a prueba la decisión de la Fed de mantener bajos los tipos”, aunque espera que prevalezcan esos tipos bajos. 

Si en los años de la crisis se vio un mundo a distintas velocidades de crecimiento, ahora que está empezando la convergencia lo que detecta Balfour es que los ciclos de la política monetaria son muy diferentes: la subida de los tipos de Estados Unidos tuvo un efecto dominó sobre la deuda soberana de otros países – aunque con distintas magnitudes-, presionando a la baja tanto la inflación como el crecimiento mundial. “Entre las economías avanzadas, la eurozona es la que está demostrando más sensibilidad a la subida mundial de los tipos, y el riesgo de deflación está aumentando con la desaceleración de la inflación. Lo esencial para el BCE es encontrar nuevas maneras de relajar la política monetaria en el año 2014", advierte el responsable de Loomis Sayles.

Pese al riesgo deflacionario, el experto prevé que sea el Viejo Continente el principal contribuidor a la aceleración del crecimiento mundial: "La combinación de unos tipos de interés más bajos, especialmente en los países periféricos de Europa, con una disminución de las medidas de austeridad fiscal, como recortes de gastos y alzas de impuestos, está impulsando la recuperación europea".

El experto termina este repaso a los mercados de Balfour con el Banco de Japón, el único de los desarrollados que no subirá tipos por su compromiso para crear reflación comprando activos hasta finales de 2014, amén de la promesa de invertir 50.000 millones de dólares en estímulos fiscales para compensar la subida de 3 puntos porcentuales en el IVA, hasta el 8%: "Esperamos más esfuerzos de relajación de la política monetaria japonesa cuando se acerque el final de 2014. Las compras de activos probablemente se prolonguen hasta que la inflación llegue al objetivo actual del 2%, pero si la subida del IVA frena la economía también podría producirse una ampliación directa de la expansión cuantitativa", concluye el experto. 

¿Qué riesgos macro protagonizarán 2014?

En materia de riesgos macro, por primera vez desde algún tiempo desde Loomis Sayls creen que presentan un sesgo positivo, gracias a los riesgos decrecientes en economías desarrolladas y los crecientes en las emergentes: "Consideramos que las economías avanzadas experimentarán una lenta transición hacia un crecimiento moderado pero sincronizado en todas las economías desarrolladas, donde aumentará la confianza de los consumidores en el crecimiento futuro y las empresas responderán aumentando la contratación y la inversión", indica Balfour. Para él, también será un factor positivo las perspectivas favorables de los precios de la energía, que generarán “un impulso positivo hacia un periodo de crecimiento mundial más sostenible”

En cuanto a los riesgos a la baja, la mayoría afectan a las economías desarrolladas, como por ejemplo que se vuelva a producir otro enfrentamiento por la subida del techo de la deuda en Estados Unidos, manifestaciones en los países emergentes como las vistas este verano o una caída del consumo nipón como consecuencia de la subida del IVA. En materia de emergentes, teniendo en cuenta que estos están alcanzado las últimas etapas de sus ciclos de crédito después de una escalada de apalancamiento y la caída de la rentabilidad, China destaca por su idiosincrasia: a pesar de contar con un fuerte programa de reformas estructurales, presenta riesgos de que los intentos de restricción de crédito, junto con los efectos negativos de las reformas económicas en el corto plazo, se combinen frenando el crecimiento. En cambio, entre los emergentes con mejores perspectivas Balfour destaca a Colombia y México. 

Más preocupación por el curso que seguirá el crecimiento mundial en 2014 muestra Philippe Waechter, Economista jefe Natixis Asset Management (NAM). Waetcher prevé que la actividad económica mundial mejore en 2014, aunque cree probable que siga siendo débil, y para ello se apoya en las últimas estadísticas publicadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE): en noviembre rebajó desde el 4% al 3,6% sus previsiones para el crecimiento mundial en 2014. 

En particular, a Waechter le preocupa que las previsiones de crecimiento de Estados Unidos, China, Reino Unido y la eurozona sigan por debajo de la tasa de crecimiento medio anterior a la crisis, lo que en su opinión “demuestra que el impulso mundial es débil y probablemente no se producirá una aceleración económica fuerte que pueda contribuir a arrancar la economía mundial". Waechter piensa que esta debilidad afectará directamente a los mercados laborales en la mayoría del mundo desarrollado; su previsión de la tasa de desempleo para Estados Unidos es que no va a mejorar mucho más de los niveles actuales, del 7,3%, mientras que estima que los esfuerzos en la eurozona se centrarán más que en reducir, en estabilizar la tasa actual del paro, situada cerca del 12,2%. "Colectivamente, no es muy ambicioso, pero con unas tasas de crecimiento bajas, no podemos esperar más", concluye.  Lo esencial para la eurozona será la continuación con las reformas estructurales que contribuyan a mejorar la autonomía del crecimiento, especialmente en Italia y Francia. 

El experto de NAM no se olvida de otras regiones del mundo. De China destaca el proceso de transición de su modelo económico, que termina con las ideas impulsadas por Deng Xiaoping en los 70 y los 80. “Primero tiene que definirse un nuevo modelo que ayude a China a mejorar la asignación interna de los recursos y tal vez incluso a impulsar la convertibilidad del yuan".

En cualquier caso, una de las principales conclusiones de Waechter es que “el nuevo mundo que actualmente está en construcción cada vez estará más definido por la globalización”. "Aún estamos creando este nuevo marco económico global. La transformación aún no ha finalizado, y por eso la situación es más complicada y la incertidumbre está siendo más persistente que en recesiones anteriores", considera. Los bancos centrales serán una pieza clave en este entorno económico, aunque el experto piensa que es “poco probable” que cambien sus políticas monetarias actuales. "Este entorno, unido a una tasa de inflación baja, significa que no debemos esperar una escalada de los tipos de interés a largo plazo", afirma Waechter, que coincide con su compañero de Loomis Sayles: "En Estados Unidos, la Reserva Federal esperará a que el crecimiento sea más fuerte antes de poner en marcha cualquier plan de retirada del estímulo".