“A los inversores les espera un camino mucho más escabroso de mayor volatilidad”

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Nicolas Mamberti, Flickr, Creative Commons

Los mercados financieros han pasado a un patrón de comportamiento distinto, a una nueva normalidad que se parece mucho a la antigua. En Newton, boutique de BNY Mellon, anticipan rendimientos mucho más bajos durante las dos próximas décadas, y piensan que a los inversores les espera un camino mucho más escabroso, con mayores niveles de volatilidad en los mercados. “Es momento de abandonar la pasividad: ahora es imprescindible actuar de forma activa y flexible. De hecho, la advertencia que acompaña a los productos de inversión –las rentabilidades pasadas no son indicación alguna de rentabilidades futuras– es más relevante que nunca”.

Según explican en un artículo publicado en su Newsletter, los inversores deben actuar con gran cautela al invertir en estrategias que utilicen indicadores de referencia modelizados en base al rendimiento histórico de las últimas tres décadas, porque estos modelos podrían no ser representativos de resultados futuros. La generación de ingresos les parece particularmente importante hoy en día, y creen que los clientes deberían considerar estrategias que protejan su capital para navegar esta fase de volatilidad, alejándose de indicadores de referencia. A su juicio, los objetivos basados en la rentabilidad absoluta presentan claras ventajas frente a la medición del rendimiento respecto a índices de mercado.

¿Cómo navegar por este difícil entorno de inversión? Newton utiliza temas globales para capturar las tendencias a largo plazo que impulsan el cambio en el mundo que nos rodea. Estos temas les ayudan a enfocar de forma activa y flexible la gestión de todas sus estrategias. El objetivo es comprender las tendencias susceptibles de generar oportunidades y riesgos en el panorama inversor de los próximos años, encontrar valores que deberían beneficiarse de estas tendencias y evitar a los que probablemente saldrán perdiendo.

Políticas de los bancos centrales

Podría decirse que el trastorno más significativo hoy en día procede de la actuación de los bancos centrales. Desde que estallara la crisis financiera en 2007, las autoridades monetarias han implementado una serie de medidas poco ortodoxas que, en opinión de Newton, están distorsionando el funcionamiento de los mercados, y lo seguirán haciendo en el futuro próximo. La principal variable sobre la que tienen control los bancos centrales es su propia divisa, ya que pueden crear toda la que quieran. En el pasado, emitir dinero habría significado literalmente poner en marcha las imprentas, pero hoy en día basta simplemente con que el banco central añada un cero al saldo de su propia cuenta bancaria.

La intención de las autoridades monetarias es inspirar suficiente confianza como para que aumente la inversión, creando un círculo virtuoso de crecimiento económico que provoque la subida de los mercados de activos. En opinión de Newton, sus perspectivas de éxito son muy bajas: pensamos que estas políticas se limitan a brindar un mero alivio sintomático, en lugar de curar la enfermedad. De hecho, estas medidas provocan grandes distorsiones en los mercados financieros globales que llevan a la boutique a recomendar una gran cautela a la hora de invertir.

Un dato que a la firma le parece particularmente preocupante es la admisión de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, de que los “bancos centrales de Estados Unidos y de otras economías avanzadas que se enfrentan a problemas similares han estado aprendiendo sobre la marcha. Esto equivale a reconocer que el conjunto más importante de políticas económicas aplicadas hoy en día a nivel mundial es un experimento".

Implicaciones para el inversor

Los inversores podrían pasar mucho tiempo pensando en todas las variables económicas y tratando de predecir el futuro. No obstante, el panorama es tan complejo que resulta imposible pronosticar con exactitud cómo se manifestará el proceso de desapalancamiento y la consiguiente intervención gubernamental. “Nuestro enfoque como inversores consiste en prepararnos para un amplio abanico de escenarios y asegurarnos de invertir en empresas y activos susceptibles de soportar distintos entornos económicos y financieros”, aseveran.