Abante se plantea como objetivo que sus fondos de autor alcancen los 100 millones cada uno en 2014

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En Abante Asesores han fraguado un nuevo proyecto de gestión con el que confían en abrir el abanico de oportunidades a sus clientes y crecer en activos bajo gestión. Desde hace unas semanas están funcionando sus fondos de autor o single managers: los de José Ramón Iturriaga (que gestiona en Abante desde 2005), el de Juan Manuel Mazo que lleva ya dos años en la entidad y los dos nuevos de Josep Prats y Alberto Espelosín, que han sido las últimas incorporaciones a la gama. La entidad de asesoramiento independiente se ha marcado como objetivo que todos los fondos estén en los 100 millones de euros para finales de 2014.

El cómo se ha creado esta alineación de gestores ha sido, según explica Joaquín Casasús, director de Abante Asesores Gestión, “un proceso natural”. En la entidad se declaran “firmes creyentes de la gestión activa” y, como tal, apostaron por el vehículo fondo de inversión desde que nacieron hace ya diez años. “Desde el principio nuestra idea era ofrecer a los clientes los mejores productos de una manera sensata y para ello en la gestora nos dotamos de los medios necesarios para seleccionar los mejores productos y decidimos agruparlos en el formato fondo de fondos”, explica Casasús. Así, el equipo de análisis y selección de fondos, dirigido por Ángel Olea, está compuesto por cinco profesionales que realizan carteras para siete perfiles de riesgo.

Distinguen entre productos más pegados a mercado, para los que sulen optar por gestores internacionales, y productos de gestión más activa, en los que los gestores españoles tienen un mayor peso. Actualmente trabajan con entre 30 y 40 gestoras.

“En los fondos de fondos más convencionales la clave es acertar con la asignación de activos, partiendo de la base de que ya seleccionas a gestores que baten a sus índices. Este enfoque más clásico te hacer perderte a los gestores más flexibles pues necesitas gestores puros con los que poder plasmar tu asignación de activos”, explica Casasús. Estos productos más flexibles, además, suelen tener añadido un riesgo, el de autor, que es más difícil de controlar y, sobre todo, de trasladar a los clientes.

“Los gestores buenos con mandatos amplios suelen pasar por momentos de travesía en el desierto y hay que saber aguantar con ellos y, para eso, es clave tener una relación directa con ellos. Tener cercanía y poder conocer de primera mano su gestión y carteras”, explica el director de la gestora.

Como una evolución natural, en la entidad decidieron incorporar a gestores (Mazo, Espelosín y Prats) a los que conocían por haber sido clientes suyos y a los que han querido ofrecer un entorno de gestión independiente y libre, con el apoyo comercial que ofrece una entidad como Abante, con sus asesores patrimoniales.

Han establecido límites de manera que sus fondos de fondos no pueden invertir en estos productos y, además, de manera agregada en las carteras de sus clientes no deberían pesar más de un 20%. La idea es que cada gestor por separado no pese mas que lo que tendrian a traves del fondo de fondos en un gestor concreto. “Su incorporación nos ha ayudado a comprender mejor los mercados, cada uno tiene su propia visión y han sido una gran aportación a la gestora”, dice Casasús.

Al incorporar a nuevos gestores, en la entidad han procurado que tuvieran estrategias complementarias: Iturriaga centrado en bolsa española, Mazo con un fondo de retorno absoluto, Prats de bolsa europea y Espelosín con un fondo global. Aunque no descartan ampliar su alineación de gestores, quieren mantener una gama reducida y más allá de pensar en nuevas incorporaciones se quieren concentrar en que estos fondos crezcan y “ponerlos a velocidad de crucero”. Tanto los fondos de Iturriaga como el de Mazo cuentan con versiones española y luxemburguesa, mientras que los de Prats y Espelosín han nacido directamente bajo la sicav luxemburgesa de la gestora.

En la actualidad, Abante Asesores gestiona activos de clientes por valor de 1.200 millones de euros.