FundsPeople se sienta con Matthew Wardle (M&G Investments) para hablar de una estrategua novedosa: un fondo de ABS investment grade con liquidez diaria.
El director de Crédito Estructurado de Grado de Inversión de M&G Investments, Matthew Wardle, visita España para presentar una estrategia novedosa: un fondo de ABS investment grade con liquidez diaria. El volumen de partida de la estrategia son 200 millones de euros que proceden de planes de pensiones y family offices.
La gestora ya tiene track record en este tipo de vehículos ya que en 2020 lanzaron un fondo de ABS triple A con NAV diario. En los últimos cuatro años “ha habido diversos episodios que han puesto a prueba la liquidez de los ABS: la crisis del Covid 19, el conflicto entre Rusia y Ucrania, la crisis LDI en Reino Unido o el impago de Credit Suisse”, explica. “El mercado ha respondido bien a estos episodios”. Respaldados por esa experiencia, consideran que tiene sentido lanzar un fondo diario grado de inversión ampliando tanto el universo de inversión (investment grade) como la base de inversores.
¿Por qué ABS?
Los ABS son títulos de renta fija emitidos por las entidades financieras que están respaldados por activos financieros, generalmente deuda. Las entidades que los emiten transforman unos activos ilíquidos (como son los préstamos hipotecarios, créditos al consumo, etc.), en valores que se negocian en los mercados secundarios de deuda.
Entre los argumentos que justifican su interés para los inversores, Wardle destaca el sesgo defensivo del activo, la baja correlación con otros activos y su “atractivo valor en comparación con los bonos corporativos y gubernamentales”.
Oferta y demanda de ABS
Otro argumento favorable para los ABS como activo de inversión, en opinión de Wardle, es tanto el tamaño que el mercado tiene actualmente como el crecimiento que está experimentando el mismo. Una lectura que se aleja de las preocupaciones que rodeaban el activo después de la Gran Crisis Financiera (CFG), tras la cual, “el mercado de ABS en Europa se fue reduciendo gradualmente”, ya que el número de bonos que vencían era superior a los que los que se estaban creando, lo que hacia la inversión menos escalable. “La falta de emisión era un reflejo de los amplios diferenciales en el mercado de ABS, que hacían que fuera muy caro para un banco emitir una transacción de este tipo”, sostiene Wardle.
Sin embargo, “desde la última década vemos una estabilidad en el tamaño del mercado, con emisión neta positiva”. Es decir, las nuevas operaciones son mayores que las que se están amortizando. “Durante 2024, hemos notado un aumento bastante notable en la oferta de ABS en comparación con años anteriores. Esto se explica, al menos en parte, por el final del período de QE. Los bancos ya no son capaces de financiarse tan barato con el BCE como lo hicieron en el pasado en un entorno de tipos de interés cero. Por ello, vemos una mayor oferta derivada de los bancos que van a respaldar una emisión más consistente de ABS, lo que supone un universo creciente para este mercado”.
Desde el punto de vista de la demanda, los inversores incluyen estos activos como estratégicos, y no tácticos como ocurrió después de la GCF. Wardle señala un significativo aumento del apetito por los ABS en los últimos años, especialmente por parte de los fondos de pensiones, que van llenando el vacío de demanda dejada por las aseguradoras y los bancos, sometidos a un mayor escrutinio regulatorio tras la GCF. Sin embargo, “estamos viendo interés de otros inversores que buscan asignar a ese mercado. La tasa flotante de los ABS ha proporcionado estabilidad en términos de rendimiento” en un entorno muy volátil para los bonos a tipo fijo y de mayor duración. Además, “la rentabilidad histórica de los ABS y su previsibilidad resultan atractivas para un amplio abanico de inversores”.
En lo que respecta a la calidad crediticia, “la gran mayoría de los activos de la cartera de grado de inversión están entre AAA-AA. Tenemos la capacidad de comprar bonos con calificación triple B, pero con estas emisiones lo que buscamos en el extremo inferior del espacio de grado de inversión son bonos que creemos que están infravalorados por las agencias de calificación”. Wardle explica que hay una oportunidad interesante invirtiendo en el bono antes de que se haga efectiva la revisión al alza del bono. “En los últimos 10 años, en el mercado de ABS, ha habido un número mucho mayor de subidas que de bajadas de rating en comparación con los bonos corporativos. Este tipo de tendencia de largo plazo se mantiene en los períodos de volatilidad más recientes.
¿Por qué liquidez diaria?
“Más inversores se centran ahora en la liquidez diaria en todas las clases de activos, no sólo en el segmento de ABS”, apunta Wardle. Para el gestor, esta estrategia permitirá ensanchar la base inversora, dando acceso a aquellos inversores que valoran la resistencia crediticia y el valor del activo, pero que hasta ahora reusaban invertir por la complejidad del activo. “La liquidez diaria permite que los inversores hagan su asignación desde el primer día, y puedan aumentarla o reducirla tácticamente a medida que su cartera cambia de tamaño. Es decir, este fondo les da la flexibilidad para mantener ABS como un porcentaje constante de su cartera optimizando la asignación a este tipo de activo”.
Ofrecer una liquidez diaria exige una correcta construcción de cartera. En ese sentido, señala que “muchos de los bonos que tenemos en cartera vencen en los próximos 12 meses, lo que proporciona una fuente natural de liquidez”. Ahora bien, “ni la estrategia de ABS triple A ni la de ABS investment grade serán un sustituto de las oportunidades del mercado monetario”, advierte Wardle. “No creemos que invertir un día y reembolsar dos días después sea un uso eficiente de los ABS como clase de activos. Se necesita un horizonte temporal de medio a largo plazo para aprovechar el potencial del activo”, explica.