Actualización de las principales estrategias implementadas en la cartera del MS Diversified Alpha Plus

SergeiParmenov
Foto cedida

Sergei Parmenov, co gestor del fondo del MS Diversified Alpha Plus, ha estado de visita en España ante el elevado interés que, según explican desde Morgan Stanley, ha despertado en los últimos meses este producto multiactivo. 

Parmenov realiza un repaso de las principales estrategias activas hoy en la cartera del fondo, comenzando por China: el equipo gestor, liderado por Cyrill Moullé-Bertheaux, mantiene una visión muy negativa sobre la segunda economía del mundo, de la que afirman que está a punto de vivir un momento Minsky (al borde del colapso por la generación descontrolada de deuda). El cogestor confirma que la postura negativa no ha cambiado ni un milímetro, dado que aprecian un continuo debilitamiento del crecimiento del PIB y deterioro del crédito, al tiempo que no constatan que haya una razón para esperar estímulos cuantitativos por parte del Banco Popular de China. 

Parmenov resume los otros grandes temas macro reflejados en el fondo: una normalización de tipos de interés en EE.UU. más rápida de lo que espera el consenso; recuperación de la eurozona más rápida de lo que estiman los expertos; altas probabilidades de decepción por crecimiento débil en el mundo emergente –especialmente en el segmento del consumo-; y, finalmente, fracaso de las Abenomics en Japón. 

El gestor explica que la mayoría del presupuesto de riesgo de la cartera del fondo actualmente está distribuido en estrategias no direccionales y, de hecho, sólo un 5% de la exposición neta es en renta variable, con la siguiente distribución: un 20% en la eurozona, un 20% en China (especialmente en posiciones cortas), un 6% en Japón y un 11% en EE.UU. En la parte de renta fija, el gestor explica que la duración actualmente se sitúa en torno a los cinco años, aunque matiza que la exposición neta a este universo es muy baja, en torno a un año. 

El mundo desarrollado sorprenderá al alza… menos Japón

El experto destripa su visión por partes, comenzando por Estados Unidos. Las expectativas que manejan desde Morgan Stanley es que el PIB de la economía norteamericana crezca entre un 3% y un 3,5%, dado que observan que “hay muchos indicadores que señalan la buena dirección del crecimiento”. Parmenov señala que su escenario base contempla la mejora de la renta personal disponible a medida que se recupera el empleo y van incrementándose los salarios. También esperan que continúe la recuperación del mercado inmobiliario, en el que consideran que “ya se ha digerido el alza de los tipos que se produjo en 2013”. Sin embargo, al contrario que la mayoría de analistas del mercado, el gestor admite que no están especialmente positivos en el repunte del capex.

Como parte de su preparación para posicionarse de cara a la normalización de los tipos, el fondo cuenta actualmente con posiciones cortas en el bono a dos años. También están cortos en algunas materias primas y en algunas divisas, como por ejemplo el peso mexicano o el dólar australiano. “Consideraríamos crear una estrategia de largos en dólar y cortos en euros si se incrementase la divergencia entre las políticas de tipos de la Fed y el BCE”, revela el gestor.

En cuanto a Europa, las principales maniobras realizadas en los últimos meses han pasado por la venta de sus posiciones en deuda soberana (el fondo llegó a invertir en deuda griega y portuguesa) y elevar su exposición a renta variable sensible al ciclo, especialmente a bancos. Se declaran neutrales en renta variable europea aunque consideran que ofrece más valor en relación con las bolsas de países emergentes, la china y la japonesa. “Los indicadores de sentimiento muestran mucho apetito por el riesgo, pero la volatilidad es muy baja, por eso mantenemos una posición neutral”, completa el experto. 

El experto de Morgan Stanley descarta que la deflación sea un riesgo real en Europa; constata que actualmente hay menos presión en los países del núcleo. Ha mejorado la inflación ligada al sector servicios, hay baja inflación en los bienes de consumo y el euro se mantiene fuerte. “Es inapropiado comparar a Japón con Europa” indica Parmenov, que confía en que mejore la tasa de inflación a medida que se vaya recuperando el mercado laboral en la eurozona. 

Japón es la excepción. Parmenov afirma que las Abenomics no van a funcionar porque “no se ha aplicado ninguna reforma estructural: es difícil entender por qué iba a crecer más el PIB”. “Mientras que se mantenga la deflación y las deficiencias en el mercado laboral, es difícil que los estímulos por sí solos arreglen la economía. La continua presión sobre los salarios y el incremento de impuestos no están ayudando mucho: cíclicamente han deprimido el crecimiento”, añade.