Adiós, primer semestre de 2013

Para comenzar recordemos que no eran muchos los que esperaban la vigorosa subida del mercado accionario de EE.UU., el cual se incrementó en este periodo 9,4%, llegando a principios de abril a tocar su máximo histórico de 1671,40, su mejor desempeño para un primer semestre de año desde 1999.

A comienzos de enero se esperaba que la renta fija, y en particular los bonos de alto rendimiento no continuaran con el rally que venía desarrollándose desde el 2010; se hablaba inclusive de que este sería un año en que el retorno del sector lo produciría principalmente el cobro de cupones, porque no era posible que estos bonos pudiesen rendir menos de 7%. Sin embargo el pasado abril el índice Bank of America Merril Lynch High Yield Master II, rompió la barrera del 5%, llegando en algún momento a producir un retorno mínimo de 4,92% .

El primer ministro del Japón, Shinzo Abe implantó un programa de inyección liquidez muy similar en espíritu al Quantitative Easing (QE) que desde el 2010 ejecuta la FED, generando como subproducto un aumento en la volatilidad de los mercados financieros internacionales que en alguna medida contribuyó a que la FED revisase en las reuniones de su Comité de Mercados Abiertos de abril y mayo la pertinencia de seguir manteniendo el QE en los términos hasta ahora conocidos.

Es precisamente el posible desmantelamiento del QE, el cual produjo la gran corrección de precios tanto de los instrumentos de renta fija y variable que sufrimos durante el mes de junio. Aunque todavía no es evidente que la economía de EE.UU. se pueda mantener en pie sin las muletas del QE, lo que sí quedó claro es que la FED teme el alimentar la próxima burbuja de activos financieros y que le será difícil retirar reducir la oferta de liquidez sin crear grandes turbulencias en su salida.

¿Llegamos al nadir de las tasas de interés denominadas en dólares?, aun no lo sabemos, pero si nos quedó claro de cómo se comportarán los mercados financieros cuando esta transición se dé, si es que no comenzó ya.

Para aquellos que quieren comenzar el segundo semestre del 2013 con sus estadísticas sobre los mercados financieros en orden les presentamos unos “numeritos” que seguro agradecerán: el treasury a 10 años, el título financiero más liquido del mundo, pasó de rentar 1,82% en enero 2, a cerrar el semestre en 2,52%, con una subida del 38%; los bonos de la República Bolivariana de Venezuela tuvieron una caída promedio de precios de 13,5% mientas los de PDVSA lo hicieron en un 11% promedio en el mismo periodo.

El semestre que comienza trae consigo mucha volatilidad, presiones a la baja en los precios de la deuda venezolana si el gobierno nacional no presenta un plan de cobertura de déficit medianamente creíble, y oportunidades de compra para quienes se atrevan a transar en los momentos más álgidos de las caídas de precios de la deuda nacional. Apenas podemos esperar la llegada del jueves 2 de enero del 2014 para ver que pasó.