Se han plantado 800 árboles, que sumados a los de la primera edición de GROW, suman un total de 1.600 árboles, lo que le acerca al objetivo de plantar un bosque de 4.000 árboles en cinco años.
La entidad especializada en banca privada A&G celebró el pasado 2 de octubre hoy la II Edición de GROW, reuniendo a 56 gestoras, nacionales e internacionales, para plantar 800 árboles en Alalpardo, en la Comunidad de Madrid.
Esta acción busca lanzar un mensaje claro y contundente de que la entidad ofrece todo un abanico (un bosque) de oportunidades de inversión, en función del perfil y necesidades de cada cliente. El eslogan de esta acción, el futuro es nuestra mejor inversión, apuesta además por que las entidades logren conseguir una huella de carbono cero.
En el marco de esta segunda edición, A&G está elaborando un catálogo ESG bajo el título “Green Book”, en el que se recoge un fondo ESG de cada gestora participante para ponerlo al servicio de aquellos de sus banqueros y clientes que busquen invertir siguiendo estos criterios.
Tras el éxito de la primera edición, que contó también con la participación de numerosas gestoras nacionales e internacionales, se ha celebrado la segunda edición. Se han plantado 800 árboles, que sumados a los de la primera edición de GROW, suman un total de 1.600 árboles, lo que le acerca al objetivo de plantar un bosque de 4.000 árboles en cinco años.
“Gracias a las entidades que nos han acompañado hoy, nuestro bosque sigue creciendo. Por segundo año consecutivo, hemos puesto en marcha esta iniciativa, uniendo esfuerzos. Nuestra motivación sigue siendo la misma, aportar nuestro granito de arena por el medio ambiente al tiempo que recordamos al mercado que en A&G siempre ha existido la arquitectura abierta. Nos encantaría que GROW se convirtiera en una acción referente en la industria", afirma Laura Suárez, directora de comunicación y marketing de A&G.
El mensaje que se quiere lanzar desde la entidad es el compromiso de A&G para ofrecer a sus clientes todo un bosque de posibilidades de inversión, y no solo “su árbol” y encontrar así el ecosistema que mejor se adapte a las circunstancias de cada inversor, en definitiva, para mostrar que realmente A&G tiene arquitectura abierta y un servicio personalizado y adaptado a cada cliente.