Considera que la industria no tiene ninguna culpa de la crisis
La asociación de gestión de inversiones alternativas, AIMA, considera injusto el sistema de impuestos que fija el proyecto de ley Dodd-Frank sobre reforma financiera en EEUU aprobado el pasado viernes y que afectará a los gestores hedge con más activos. “Estamos preocupados con algunas disposiciones que creemos injustas e inapropiadas para la industria, entre las cuales destaca el gravamen a los mayores gestores hedge para financiar los costes de esa legislación, a pesar de que la industria no recibe fondos públicos y tampoco ha causado estrés financiero a las instituciones bancarias durante la crisis”, afirma en un comunicado Todd Groome, responsable de la asociación.
Aunque interpreta la aprobación del proyecto de ley como un “paso significativo en el marco regulatorio internacional y una “pieza clave” en el sistema global de supervisión financiera, cree que la inclusión de los hedge funds como actores que han de pagar el impuesto financiero que fija en la ley resulta injusto. “Si el impuesto se dirige a los que se piensa que han actuado de forma errónea o aquellos que han causado la crisis, los hedge funds no tienen nada que ver y tampoco se ha demostrado que hayan puesto en riesgo la estabilidad financiera. Por otro lado, si el impuesto se dirige a financiar la mejora de esa estabilidad, entonces todos los participantes del mercado deberían contribuir, no sólo los bancos y los hedge funds”, dicen desde AIMA, convencidos de que “no hay razones para señalar a nuestra industria de esta manera”.
La asociación asegura que, “como una industria madura”, apoyará las mejoras al marco regulatorio y a la estabilidad financiera. “En nuestra plataforma política de febrero de 2009 expresamos nuestro apoyo al registro de los gestores y a la revelación de información relevante a los supervisores", eso sí, más por ayudar a las autoridades públicas que por creer que es útil para la estabilidad de los mercados. Y es que la asociación afirma que no colabora porque piense que algún hedge fund suponga un riesgo sistémico o porque el sector pueda incrementar los riesgos de algún modo. “De hecho, la diversidad de nuestras actividades sirve para reducir el carácter cíclico de los mercados financieros y apoya por tanto su estabilidad y por eso esperamos que los supervisores y otras autoridades públicas obtengan un mejor entendimiento de nuestra industria en la medida en que nosotros contribuimos a sus esfuerzos para identificar las vulnerabilidades de los mercados”, afirma Groome.
Más comprensión con los derivados
En el documento, la asociación expresa su apoyo a la continuidad del patrocinio de las actividades hedge por instituciones financieras tradicionales, de conformidad con la revisada Ley Volcker. “Apoyamos los beneficios de estabilidad de los derivados OTC y pedimos a las autoridades que aseguren un acceso justo y amplio y que eviten costes innecesarios relativos a los múltiples registros y regímenes de información inconsistentes, así como la duplicación de requisitos relacionados con actividades de swaps y derivados”.
AIMA afirma que sigue comprometida con los reguladores de EEUU en la implementación de la legislación y buscando una visión coordinada para el desarrollo del marco regulatorio sobre servicios financieros, por lo que da la bienvenida a un marco “consistente y no discriminatorio” como pide el G-20, también para los hedge funds y otras inversiones alternativas. “Pedimos a los políticos que eviten fragmentaciones innecesarias entre líneas nacionales y regionales”, apostilla.