Aitor Jauregui (BlackRock): “La gestión indexada puede ser una fuente más de generación de alfa”

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Foto cedida

La industria global de ETF terminó 2017 con un patrimonio de 4,7 billones de dólares por primera vez en su historia. La industria europea ha colaborado en este buen resultado: según datos de Thomson Reuters Lipper, el patrimonio europeo en ETF se incrementó por sexto año consecutivo, hasta alcanzar un máximo histórico de 631.200 millones de euros (773.377 millones de dólares) a finales de diciembre. Este crecimiento se descompone en 94.200 millones de euros (95.000 millones de dólares) de flujos de entrada y otros 22.600 millones de euros (27.690 millones de dólares) generados por los movimientos de los mercados.

“La industria de ETF ha pasado de tener un patrimonio de 3,5 billones de dólares a finales de diciembre de 2016 a 4,7 billones de dólares a cierre de 2017, lo que supone un crecimiento del 34% si se tienen en cuenta tanto a las captaciones como al movimiento de los mercados. El pasado 12 de enero, la industria ya estaba a tan sólo 100.000 millones de dólares de alcanzar los 5 billones de dólares”, subraya Aitor Jauregui, responsable de negocio de BlackRock en Iberia.

Del patrimonio global, EE.UU. acapara 3,5 billones de dólares y Europa, 806.000 millones. “Si los desglosamos por negocio, el 61% de la industria en EE. UU está en gestión activa, y un 39% es gestión indexada, mientras que en Europa esos porcentajes pasan a ser del 75% - 25%”, indica Jauregui. Según datos de BlackRock, de esa proporción total de flujos, un 74% (466.000 millones) se ha dirigido a renta variable, un 25% (156.000 millones) a renta fija y el 1% restante, a materias primas.

El 2017 ha sido asimismo un gran año para iShares: la plataforma de gestión pasiva de BlackRock creció un 19% (246.000 millones de dólares en nuevos activos) y su patrimonio alcanzó un nuevo récord histórico, 1,8 billones de dólares (1,33 billones de dólares en renta variable y 427.000 millones en renta fija y materias primas). Gracias a este crecimiento, la cuota de mercado de la firma supone el 37% del total.

Después de estos buenos resultados, ¿qué objetivos tiene ahora iShares? Jauregui proporciona una pista: “En 2018 en BlackRock no vamos a hablar tanto de gestión pasiva como de gestión indexada, término con el que queremos abarcar a ETF y fondos indexados. Consideramos que toda estrategia o decisión de inversión es activa, con independencia del vehículo que se elija para expresarla. Pensamos que la gestión indexada puede ser una fuente más de generación de alfa”.

A nivel global, un 66% de los flujos se han dirigido a renta variable desarrollada, un 8% a renta variable emergente, un 8% a renta fija de alta calidad crediticia y un 3% a renta fija emergente. Si se estudian las tendencias a nivel europeo se pueden constatar algunas diferencias: un 66% se dirigió a ETF de renta variable, mientras que un 28,5% de los flujos entraron en ETF de renta fija y tan sólo un 3,3% fue a parar a ETF de materias primas, según Thomson Reuters Lipper.

MiFID II, clave para la demanda de ETF

El responsable de BlackRock comenta que, mientras que en EE.UU. los inversores minoristas suponen el 68% de la cuota de mercado, en cambio la proporción de inversores institucionales frente a minoristas es del 50% - 50% en Europa, que históricamente ha sido un mercado más dominado por el institucional por una introducción más tardía del uso de ETF. En este cambio de tendencia tendrían un papel los últimos cambios regulatorios: “En previsión a la llegada de MiFID II, muchas carteras de clientes ya se han anticipado en la inclusión de ETF. Hemos visto a nivel europeo que muchos distribuidores y bancas privadas se adelantaron e incorporaron ETF a las carteras de sus clientes, lo que obviamente tiene un impacto sobre los márgenes”.

Jauregui afirma que la introducción de MiFID II y su exigencia del cobro explícito del asesoramiento o de la gestión discrecional va a suponer “un cambio muy importante para la industria de gestión de activos, porque pone sobre la mesa la transparencia”. Añade que, para ayudar a determinar cuál es el valor prestado, serán claves “la capacidad de gestión de riesgos y el desarrollo de la tecnología”.

El experto aclara que aún no se ha constatado esta tendencia en España, debido al tratamiento fiscal que reciben los ETF: “La traspasabilidad del ETF es algo estratégico para las plataformas de distribución de fondos y creemos que se alcanzará una solución antes del final del primer semestre para que se puedan aplicar los traspasos de la misma manera que entre fondos de inversión, lo que incrementaría el uso de los ETF entre los gestores de carteras de gestión discrecional y asesoramiento”, declara.

El representante de BlackRock matiza que la mayor demanda de ETF se encuadra dentro de una tendencia más amplia, la presión creciente sobre los márgenes de beneficio en la industria: “Esto explica que hemos visto flujos hacia ETF, pero también hacia productos de gestión activa de alta convicción, mientras que ha caído la demanda de productos con un tracking error bajo y altas comisiones. Veremos una mayor consolidación en la industria”.

La segunda gran tendencia de flujos observada por BlackRock en 2017 ha sido el aumento de la demanda de ETF de renta fija: esta clase de productos “acapararon el 25% de todas las entradas, y ya representan el 17% de los activos”. Es decir, que “el crecimiento relativo de los ETF de renta fija es mayor que el de otras clases de activo”. iShares fue capaz de atraer el 44% de los flujos a ETF de renta fija hacia fondos de su propia gama.

Desde la gestora constatan el mayor uso de ETF de renta fija por parte de gestores multiactivos y de bonos en directo: “Los usan como vehículos con los que dotar de liquidez adicional a la cartera subyacente y también como una herramienta para obtener exposiciones de nicho”. iShares prevé que el patrimonio en ETF de renta fija alcance los 1,5 billones de dólares en el 2022.

La última gran tendencia vista en 2017 fue el auge de la inversión por factores y en smart beta. “Creemos que esta mayor demanda se debe a que está cambiando la manera de invertir: los inversores ya no buscan tanta exposición a un índice genérico, sino que buscan maneras de poder capturar alfa, y poder diferenciar los factores que aportan más rentabilidad en mercados concretos es una ventaja”, aclara el responsable de negocio de BlackRock en Iberia. De cara a 2018, BlackRock favorece a los factores value y momento: “Creemos que estos factores permitirán obtener exposición y extraer alfa a través de un vehículo con comisiones bajas, liquidez intradiaria y con una exposición diversificada”, concluye Jauregui.