El responsable global de ETF de Fidelity International señala que el plan a medio plazo contempla un crecimiento orgánico apoyado en nuevos lanzamientos, tanto en estrategias core como en segmentos innovadores como rentas, alta convicción y tokenización y activos digitales.
La gestión activa ha encontrado un nuevo canal de expresión en los ETF. Tras superar el billón de dólares en activos globales, con un crecimiento del 59% en los últimos cinco años, los ETF activos consolidan su posición como uno de los ejes de crecimiento más dinámicos en la industria. Y entre los actores que lideran este avance destaca Fidelity International, que no solo ha apostado por esta vía, sino que la considera estratégica para el futuro del grupo.
"Estamos asistiendo a un cambio estructural en la forma en que los inversores utilizan los ETF", explica Alastair Baillie Strong, responsable global de ETF de Fidelity International. En una entrevista con FundsPeople, el ejecutivo remarca que los ETF activos representan una evolución natural de un envoltorio que ya no se identifica exclusivamente con la gestión pasiva. "El ETF es una carcasa. Su ventaja está en la eficiencia, la transparencia y la liquidez en tiempo real. Sobre eso, podemos construir estrategias activas que aporten alfa y generen resultados diferenciados".
Transformación del mercado europeo
Una parte de esta visión de crecimiento ha sido desarrollada en profundidad por el propio Baillie Strong en el informe "Desbloqueando el potencial de los ETF de gestión activa", publicado en marzo de 2025, donde se analizan las dinámicas estructurales del mercado y las palancas de adopción de este formato en Europa y a escala global.

Aunque Estados Unidos concentra el grueso de activos en ETF activos (850.000 millones de dólares), Europa sigue la misma tendencia, pero desde una base más baja (60.000 millones). El crecimiento interanual de estos productos a escala global fue del 60% en 2024, con una aceleración clara en el continente europeo: 125 nuevos ETF activos se lanzaron solo en ese año, el 35% de todas las nuevas emisiones, frente a 70 el año anterior.
Según Baillie Strong, el aumento del interés en Europa responde a varios factores: un entorno de mayor volatilidad, creciente dispersión en los retornos y una necesidad renovada de generación de alfa. "En este contexto, la gestión activa cobra relevancia, y los ETF ofrecen un canal óptimo para su ejecución".
Añade que "muchos clientes que antes equiparaban ETF con gestión pasiva ahora buscan activamente estrategias con valor añadido. La combinación de liquidez, eficiencia, control del riesgo y capacidad de personalización los convierte en una herramienta clave para la construcción moderna de carteras”.
Diferencias con la gestión activa tradicional
La transparencia diaria que exige el ETF condiciona la composición de las estrategias. "No todos los fondos activos pueden replicarse en formato ETF", reconoce Baillie Strong. Las estrategias seleccionadas deben contar con activos suficientemente líquidos, sin posiciones difíciles de mostrar al mercado cada jornada. En este punto, Fidelity ha optado por estrategias nucleares, adaptadas a un uso transversal en asignación de activos institucional.
El grupo sigue con atención los desarrollos normativos sobre modelos semi-transparentes, especialmente en Luxemburgo, aunque actualmente registra sus ETF en Irlanda, donde estas opciones aún no están disponibles. "Los clientes valoran la transparencia diaria, y por ahora no vemos presión en Europa para convertir fondos tradicionales en ETF, como sí ocurre en EE. UU.", señala. "Nuestra experiencia indica que la visibilidad diaria aporta confianza, especialmente en entornos volátiles", añade.
ETF activos en renta fija: selección de bonos y sostenibilidad
La firma también ha expandido su gama de ETF activos a la renta fija. Sus productos invierten en bonos investment grade y high yield, con un enfoque de selección individual. "Nuestro equipo de análisis identifica oportunidades de valor relativo, priorizando emisores sólidos y emisiones infravaloradas", describe. Además, estos ETF incluyen criterios de sostenibilidad y alineación con objetivos climáticos, con plena transparencia diaria.
Esta combinación de factores ha impulsado su adopción por parte de planes de pensiones de aportación definida (DC) y plataformas de asignación institucional, especialmente en Reino Unido, Alemania, Italia y Suiza. "Muchos de nuestros clientes en renta fija valoran poder alinear sus objetivos climáticos sin renunciar a liquidez ni eficiencia", subraya.

Actualmente cuentan con 21 productos y cerca de 10.000 millones de dólares en activos bajo gestión. El plan a medio plazo contempla un crecimiento orgánico apoyado en nuevos lanzamientos, tanto en estrategias core como en segmentos innovadores como sostenibilidad, renta, alta convicción y activos digitales.
En este último frente, Fidelity ya ha lanzado un ETP sobre bitcóin con 200 millones de dólares en activos, y evalúa nuevas fórmulas para integrar tokenización y digitalización en su plataforma. "La innovación en activos digitales y la arquitectura abierta son líneas prioritarias. Queremos estar donde estén nuestros clientes", concluye.
Una arquitectura que combina tecnología, innovación y escala
Fidelity ha invertido en tecnología y capacidades operativas para posicionarse con ventaja. Su sistema Optimus, desarrollado internamente, optimiza la selección y ejecución en renta fija. Gracias a esta infraestructura, los ETF activos se comercializan con TER entre el 0,20% y el 0,35%, incluso en segmentos complejos. "Hemos hecho la inversión en la plataforma. Ahora mi misión es escalar y multiplicar el número de estrategias disponibles", indica Baillie Strong.

Diferenciación frente a la competencia
En un mercado cada vez más concurrido, Fidelity apuesta por una combinación de herencia en investigación fundamental (desde 1969) y experiencia en ETF (más de 15 años en EE. UU. y 8 años en Europa). "Otros actores vienen del mundo pasivo o de la gestión activa tradicional. Pocos pueden combinar ambas capacidades", sostiene su responsable global.
La diferenciación, afirma, también pasa por la cercanía a los clientes, con un enfoque de arquitectura abierta. Fidelity trabaja con asignadores institucionales, bancos, aseguradoras y plataformas digitales, adaptando sus productos a las necesidades específicas de cada canal y país. "Nuestra ambición es convertirnos en un socio estratégico para los clientes que buscan soluciones activas con el envoltorio más eficiente", subraya.
Perspectivas: crecimiento estructural y adopción creciente
El potencial de crecimiento a largo plazo sigue siendo elevado. Para Fidelity, la adopción de ETF activos es una tendencia estructural, no cíclica. "Esperamos crecimientos de doble dígito durante varios años, incluso si se modera el ritmo actual del 60%", afirma Baillie Strong. La comparación con el universo de fondos activos tradicionales (13 billones frente a 1 billón en ETF activos) evidencia el margen de convergencia.
La estrategia de la gestora combina creación de productos core, adaptación a las demandas de sostenibilidad, exploración de soluciones específicas para ingreso o asignación temática y desarrollo en el espacio digital. "Los ETF activos permiten acceder a alfa de forma eficiente, flexible y transparente. Esa combinación es muy poderosa", concluye.
Core, convicción y resultados: tres familias con recorrido
Fidelity estructura su gama en torno a tres grandes categorías: core mejorados, alta convicción y orientados a resultados. De todas ellas, la que Baillie Strong identifica como principal vector de crecimiento inmediato es la primera. "La mayoría de los inversores está aplicando un enfoque de core-satélite. Quieren herramientas fiables para construir la parte central de sus carteras, que ofrezcan eficiencia de costes y un extra de alfa respecto a la gestión pasiva", afirma.

No obstante, también prevé un crecimiento progresivo en estrategias de alta convicción y orientadas a resultados, especialmente aquellas que ofrezcan ingresos recurrentes o soluciones sostenibles. "Estamos viendo una evolución clara de la demanda: los inversores buscan estrategias con mayor valor diferencial, sobre todo en momentos de incertidumbre", apunta.
En ese sentido, las estrategias lanzadas hasta ahora por Fidelity tienen un carácter marcadamente factor y sector neutral, con un tracking error de hasta el 2%. La generación de alfa proviene, en un 80% de la selección de valores individuales, sin apuestas macroeconómicas o de estilo. "No se trata de tomar grandes decisiones de estilo o región, sino de construir bloques robustos para la asignación de activos", concluye.