Para el responsable de Renta Fija ISR y gestor de crédito en Amundi, el engagement siempre ha sido una pieza clave de su estrategia de bonos verdes.
La aproximación de Amundi al universo de bonos verdes necesariamente va de la mano de la inversión de impacto. “No se puede gestionar con lo que no se puede medir”, sostiene Alban de Faÿ. Para el responsable de Renta Fija ISR y gestor de crédito en Amundi, el engagement siempre ha sido una pieza clave de su estrategia de bonos verdes. Una tarea que no siempre ha sido fácil.
Cuando Amundi lanzó en septiembre de 2016 su primer fondo de bonos verdes apenas tenía 20 emisiones elegibles para la cartera porque necesitaban poder analizar el impacto para poder invertir. Apenas el 20% de todo el mercado de bonos verdes cumplía ese requisito de la firma francesa. Hoy en día el 95% del universo ya tiene un impacto medible. “La clase de activos ha evolucionado significativamente. Incluso lanzamos una estrategia de corporativos verdes en euros el pasado noviembre porque vemos que el mercado es lo suficientemente grande como para gestionarlo activamente”, cuenta el experto.
Balance de 2024
En 2024 se cumplió el décimo aniversario de los Green Bond Principles (los Principios de los Bonos Verdes), lo que se ha convertido en la referencia para el mercado en cuanto al estándar para las emisiones de bonos verdes. Amundi es parte de su comité ejecutivo desde 2017 y también ocupa el puesto de co-Chair del Steering Committee.
En esta década, la clase de activos ha evolucionado a un mercado maduro, en opinión de De Faÿ. Según el segmento concreto, las nuevas emisiones verdes pueden suponer entre el 10 y el 30% de papel total en el mercado. Pero es que hay sectores como el de las utilities donde el 75% de la nueva emisión en 2024 fue en forma de bonos verdes. En el caso del mercado de corporativos en divisa euro, los bonos verdes suponen ya el 15% del mercado y la expectativa de Amundi es que para 2030 sean el 25%.
Los bonos verdes, en crecimiento
De Faÿ se muestra satisfecho con el ecosistema que se está formando en el mercado de bonos verdes. Percibe que las empresas ven valor en este tipo de emisiones como vía de financiación para sus proyectos renovables y de impacto medioambiental y que los inversores también les dan credibilidad cuando buscan saber en dónde y para qué se está destinando su capital.
Además, los bonos verdes son un mercado en crecimiento, afirma el experto. Dicho esto, por ahora es una historia principalmente de Europa, que copa el 60% del mercado. La gran incógnita para los próximos 10 años es si veremos mayor participación de empresas asiáticas y estadounidenses. En el primer caso, De Faÿ se muestra más optimista, pero con sus perspectivas para los bonos verdes estadounidense reconoce que siente más dudas. “¿Volverá con más fuerza el sentimiento anti-ASG con la victoria de Donald Trump o asumirán las compañías norteamericanas su propia responsabilidad en la lucha contra el cambio climático? Es demasiado pronto para decir”, sostiene.
EU Green Bond Standard: un nuevo estándar para los bonos verdes
Independientemente de la coyuntura a corto plazo, De Faÿ cree que la gran novedad para la clase de activos en 2025 es la configuración a finales del año pasado del EU Green Bond Standard. Para el experto, esta nueva regulación aporta confianza, una transparencia adicional. “Al fin tendremos una clara definición de lo que es un proyecto verde y de lo que no”, afirma. Otro avance positivo que destaca De Faÿ es la aclaración, vinculada a la normativa sobre denominación de fondos de ESMA, de que la exclusión se realice a nivel de emisión y no emisor. Por ejemplo, que si una compañía de un sector en transición emite un bono verde conforme al Estándar Europeo de Bonos Verdes este papel debería ser elegible para su inclusión en una cartera de fondos denominada Verde o Medioambiental.
Asimismo, para el inversor será útil poder comparar de manera uniforme los bonos verdes de la Unión Europea, que ahora tendrán un estándar. Es un contraste con la limitación en la calidad del dato que aún ve el experto en países como Estados Unidos o Asia.