Alegrías y decepciones en 2021: así se han movido los gestores de renta fija

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En general, 2021 ha sido un ejercicio bueno para los gestores activos de renta fija. Pero ha sido un año de dos mitades. En el primer trimestre, los bonos flexibles, soberanos y de grado de inversión supieron capturar bien la subida de las tires de los bonos. El segundo trimestre resultó más complejo. Los mercados se volvieron más difíciles de leer y la rentabilidad entre gestores comenzó a divergir.

Vayamos por partes. El grueso de los avances que se anotan los fondos soberanos este año en realidad responden al primer trimestre. Según explica Jean-Baptiste Berthon, estratega senior Cross-Asset de Lyxor AM, los gestores acertaron al estar cortos de emisiones con plazos largos y posicionarse para un empinamiento de la curva. Porque efectivamente así se movió la renta fija en los primeros compases del año. Esta estrategia funcionó especialmente bien en Estados Unidos y Europa, donde las tires subieron más.

Ahora bien, el segundo trimestre ha sido más decisivo. En EE.UU. la tendencia de las tires se dio la vuelta. Lo que habían subido en los primeros meses, volvió a bajar. Y lo complicado es que era una apuesta difícil de haber visto. Porque como bien señala Berthon, habían dos factores contrapuestos. Por un lado, teníamos un escenario macro aún fuerte y repuntes notables de la inflación. Pero por otro, la variante delta amenazaba la recuperación y los bancos centrales hablaban de una subida transitoria de los precios. Al final, la balanza se inclinó del segundo lado. Las tires bajaron. Así, los gestores activos de bonos estadounidenses se quedaron rezagados frente al índice y se perdieron el rally en los productos ligados a la inflación.

Curiosamente, los gestores europeos lo hicieron mejor en el segundo trimestre. Con un matiz: la renta fija high yield. Pero empezamos por lo que sí funcionó: la deuda de grado de inversión. Los fondos IG cada vez se usan más como herramienta de tesorería y aquí los gestores activos correctamente redujeron su exposición a duración.

En high yield sin embargo, pecaron de cautos. Es un segmento que tiende a ser más sensible a las perspectivas de crecimiento. Así, precisamente el error de los gestores activos aquí fue no captar el rally de reapertura. Los gestores europeos estaban demasiado sobreponderados en emisiones de alta calidad.