Factores como el vintage o el GP que se selecciona tiene un impacto en el retorno que genera la asignación a activos privados, explica Philippe Faget, responsable de Private Assets de la división NIM Solutions de Natixis IM.
Los mercados privados ya son una tendencia estructural en el asset allocation en Europa y a nivel nacional. Según cifras de Natixis Investment Managers en España la industria de activos no cotizados pasará de los 25.000 millones de euros en 2023 a los 37.000 millones para finales de 2025. “Es una demanda innegable”, insiste Philippe Faget, responsable de Private Assets de la división NIM Solutions. Y un motor clave en el crecimiento de la clase de activos será el inversor retail, que para 2032 se calcula que representará 30 billones de euros a nivel global.
Pero como bien recordó el directivo durante su ponencia en el Workshop FundsPeople: El Día de los Selectores de Fondos, el creciente papel de los activos privados en las carteras requiere de algunas precisiones en la manera de hacer la asignación de activos. Primero, porque como apunta Faget, los mercados privados traen su propia serie de retos: la iliquidez, el pricing, la complejidad en sí de la clase de activos y la falta de estandarización.
Dicho esto, lo que aportan los activos privados al asset allocation compensan con creces estos obstáculos. NIM Solutions ha hecho un ejercicio interesante tomando como referencia las carteras medias de los perfilados españoles y testeado lo que habría aportado una asignación a ilíquidos en el periodo de 31/03/1999 a 31/03/2023. Concretamente, restando un 10% al pastel que se aporta a euro aggregate y otro 10% del MSCI Europe y dándoselo a private equity europeo (growth y LBO) y a private debt europeo (senior y subordinado) en su lugar.
Y las conclusiones son dignas de analizar: en todos los principales indicadores de performance la aportación de los activos privados es positiva. El retorno anualizado entre 1999 y 2023 aumenta del 4,7% de una cartera pura de activos cotizados al 6,4% si se combina 80-20 con activos privados. La volatilidad anualizada (medido por el standard deviation) baja un 0,5% mientras que la ratio de Sharpe mejora al 0,73. Además, el máximum drawdown también se suaviza, del 29,4% al 24,9%.
El punto de entrada y el gestor es relevante
Otra de las nociones importantes que han detectado desde NIM Solutions es que el punto de entrada es relevante. Aunque muchos de los GP defienden que entrar en los los vintage suaviza la curva, los datos de la división de Natixis IM muestran otra realidad distinta. “Influye mucho en el internal rate of return (la tasa interna de rentabilidad) medio tanto acertar con el vintage como seleccionar a los GP del primer cuartil”, apunta Faget. Por ejemplo, en lo que refiere a los fondos de private equity europeos entrar en 2007 le habría generado un irr medio del 7-8% mientras que hacerlo después de 2008 se eleva al 15%. Por eso desde NIM Solutions le dan la relevancia que se merece al análisis de factores como el punto del ciclo económico en el que nos encontramos ya que los activos privados son muy sensibles.
El segundo punto también es importante: el impacto de la selección del gestor. “Incluso más relevante que en los mercados cotizados”, advierte el experto. Esto se debe a que la dispersión entre el primer cuartil de GP y el último es más amplio. “Y hay que tener en cuenta que, a diferencia de los fondos líquidos, en los activos privados es más difícil reasignar el capital.