Amanda Stitt (T. Rowe Price): “Aún queda corrección por ver en la renta fija”

Amanda Stitt. Foto cedida (T. Rowe Price)

La gran pregunta que todo inversor en renta fija se está haciendo en estos momentos: ¿estamos presenciando el final del mercado alcista en los bonos? El rally ha durado ya más de 30 años. Y no es la primera vez que se predica su muerte. El mercado, al menos, sí parece estar preparándose para una nueva era en la renta fija. En la curva del Tesoro americano, por ejemplo, ese ajuste en la política monetaria se está notando especialmente en la parte frontal.

¿Cuánto de ese movimiento es una corrección excesiva y cuanto un ajuste a la nueva realidad? “Todo dependerá de la tasa de interés terminal (el terminal rate en inglés) que descuente el mercado. Esto es, el tipo de interés neutro del tipo de interés que el mercado cree que el banco central va a terminar tras las subidas”, argumenta Amanda Stitt, especialista de cartera del T. Rowe Price Dynamic Global Bond. Y en su opinión, aún queda recorrido.

El riesgo de una sorpresa al alza

La previsión del equipo, de hecho, es que a largo plazo veremos una subida de las tires en toda la parte de la curva. Es decir, una elevación de la curva. Por eso ha tenido posiciones cortas en gubernamentales de los principales países desarrollados. Tesoro estadounidense, el bund alemán, los BTP italianos, los gilt británicos… “Aún queda corrección por ver en la renta fija”, vaticina la experta.

¿Por qué? En realidad lo que estamos viendo en estos momentos es que el mercado descuenta una respuesta muy rápida por parte de la Fed. Y en esto está de acuerdo Stitt. Pero la curva está reflejando también que será un ciclo de subidas muy breve. Y aquí es donde puede haber sorpresas. “Siempre está el riesgo contrarían, de que las cosas al final se muevan en la dirección contraria”, reconoce. Pero a día de hoy su apuesta es que el riesgo de cola es que el movimiento sea más al alza de lo que se prevé. De que los bancos centrales tengan que ser aún más agresivos.

Y es que lo que mantiene al equipo en alerta es que los principales vientos que mantuvieron a raya la inflación durante años se están desvaneciendo. Pensemos en la globalización, que parece haber tocado un punto de inflexión. O la tecnología que aumenta la productividad, que es impulsada por el gasto de capital. Incluso tendencias como la ASG son inflacionarias.

¿Un error de la Fed? El riesgo real es el BCE

El gran factor determinante es la inflación, pero también las condiciones financieras. “Ya hemos visto un endurecimiento de las condiciones financieras aunque de momento no demasiado agresivo”, reconoce Stitt. Por ello, es consciente de que la Reserva Federal y otros bancos centrales quieren gestionar el endurecimiento de las condiciones financieras, pero tienen que andar con pies de plomo. “Es como enhebrar un hilo. El agujero por el que pueden ajustar los tipos es muy delicado ya que corren el riesgo de descarrilar el crecimiento en un momento en el que el crecimiento ya se está ralentizando”, comenta.

Lo que sí ve claro Stitt es que la Fed ahora está mucho más cómoda con la volatilidad en las bolsas. Así se desprende de las últimas reuniones, cuando las caídas no han afectado a su discurso de normalización. Y por eso se habla en el mercado del posible fin del Fed put (la noción de que siempre hay que comprar en renta variable porque el banco central estará allí para apoyar). “Si sigue vigente el Fed put lo que está claro es que el precio del strike ha cambiado”, afirma la especialista.

Uno de los grandes riesgos que las gestoras destacaban en sus previsiones macro para 2022 es un posible error en la política monetaria de la Reserva Federal. En opinión de Stitt, el mayor riesgo en realidad está en el Banco Central Europeo. “Hay una posibilidad de que al final tengan que acelerar sus planes de normalización para hacer frente a la inflación”, teme.

Oportunidades, a pesar de todo

A pesar de este escenario complejo, el tono de Stitt no es pesimista. Más bien, está preparada para ser selectiva. Por ejemplo, en la cartera del T. Rowe Price Dynamic Global Bond, fondo con Rating FundsPeople, tienen posiciones cortas en los gubernamentales de países cuyos bancos centrales están empezando o que van a empezar la senda de la normalización. Hablamos de Canadá, Reino Unido, Japón, etc. Por el contrario, están oportunistas en países que son proactivos. Los early hikers como los define la especialista. Regiones principalmente emergentes, como Brasil. “Al final estos países saben que tienen que ir por delante de la inflación”, explica.

En cuanto al crédito, no están tomando riesgo de beta. Más bien, apostando por ideas concretas. Un ejemplo es su apuesta dentro del sector inmobiliario chino. Aquí han visto una corrección excesiva y generalizada, comenta Stitt, lo que les animó a buscar oportunidades concretas. Es una estrategia que de momento está generando sus frutos. El fondo ha logrado posicionarse en el primer percentil de su categoría en lo que va de 2022, con una rentabilidad del 3,21% a mediados de febrero.