Análisis de los resultados de la segunda vuelta en las elecciones legislativas francesas

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Foto: Jubilo Haku (Flickr Creative Commons)

La segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas ha dado paso a un parlamento sin mayoría, lo que ha provocado una importante ralentización de la agenda de reformas. En las próximas semanas se producirá una remodelación del gabinete y las negociaciones, que podrían derivar incluso en un nuevo primer ministro que facilite un gobierno de coalición con Les Republicains. Pero los conservadores están divididos internamente, por lo que un gobierno de coalición no es un hecho.

“Si no se forma una mayoría estable, puede surgir una alianza más complicada con el centro-izquierda, pero con más riesgos de crisis de gobierno. Un gobierno en minoría podría tener que buscar un apoyo proyecto de ley por proyecto, y podría surgir una parálisis política. En ese caso, tampoco se descartaría el riesgo de nuevas elecciones anticipadas”, afirma Pietro Baffico. El economista de abrdn considera que el programa de reformas de Macron se diluirá considerablemente.

Macron tendrá que ceder

“Aunque Les Republicains apoyarían medidas cercanas a su programa, también exigirían concesiones, limitando el gasto social y aspirando a una disciplina fiscal más estricta. Macron conserva el control de las políticas exterior y de defensa, aunque probablemente se enfrentará a una mayor oposición en lo que respecta a una mayor integración en la UE. Las presiones políticas derivadas de la crisis del coste de la vida probablemente reforzarán sus esfuerzos para impulsar un compromiso diplomático sobre la guerra de Ucrania”, señala el experto.

A su juicio, estas elecciones son una manifestación de los desafíos políticos en un entorno inflacionario. “Los votantes se mostraron más desencantados, con una participación mínima récord en torno al 46%. Y más descontentos con el presidente en funciones que en 2017, como refleja la elevada abstención en la segunda vuelta presidencial. Los partidos centristas y moderados salen debilitados. Hubo un apoyo históricamente alto a los partidos populistas, sobre todo a los de extrema derecha, en medio del encarecimiento del coste de la vida. La consecuencia es un espectro político fragmentado, en el que los partidos se ven obligados a transigir en sus políticas para evitar la parálisis”, concluye.

Las próximas semanas serán cruciales

Tal y como explican Pedro Blanchet, director de Investment Intelligence de Amundi Institute y Vincent Mortier, director de Inversiones de Amundi, las próximas semanas serán cruciales. “El miércoles 29 de junio se nombrará a los 22 miembros de la Mesa de la Asamblea Nacional, y el 30 de junio se constituirán las ocho comisiones permanentes, incluida la estratégica Comisión de Finanzas. Ésta tiene un mandato muy amplio y se ocupa de los aspectos fiscales y financieros de la legislación. Tiene poderes especiales en materia de control presupuestario y evalúa la admisibilidad financiera de las modificaciones legislativas”, explican.

La tradición desde el periodo en que Nicolas Sarkozy dirigió el gobierno es que la Comisión de Finanzas esté presidida por un líder de la oposición. “Así que, en primer lugar, si Rassemblement National de Marine Le Pen es el principal partido de la oposición, es probable que exija esta función, lo que a su vez conduciría a una fuerte oposición a las decisiones fiscales del Gobierno. En segundo lugar, el 5 de julio, el primer ministro designado hará una declaración de política general, después de la cual también es tradición que le siga un voto de confianza. En este momento, parece difícil que un voto de confianza tenga éxito dada la división de la Asamblea. Este dificultará que el gobierno apruebe toda la legislación importante que planea”, advierten.

Respuesta de los mercados limitada

A su juicio, la respuesta del mercado ha sido muy limitada. Los índices bursátiles y los tipos de interés de bonos del Tesoro francés (OAT) se han movido lentamente ante esta noticia, lo que indica que los mercados no están demasiado preocupados por la situación. “Además, una nueva fase de apoyo fiscal y al consumo podría anunciarse rápidamente. Esto impulsará la demanda interna y, por tanto, la renta variable. Sin embargo, un posible bloqueo político y, sobre todo, la ausencia de grandes reformas a largo plazo podría afectar a la trayectoria fiscal y, en consecuencia, a la sostenibilidad de la deuda francesa en un contexto de tipos de interés más altos y condiciones financieras más estrictas”.