Analizando en detalle el último dato de inflación en Europa

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Foto: dieter-de-vroomen (Unsplash)

El IPCA de la Unión Económica y Monetaria (UEM) sorprendió a la baja y se situó en el 10% interanual desde el 10,6% interanual de octubre (el consenso estaba en el 10,4%). La mayor parte del descenso provino de la energía (-1,9% m/m; 34,9% interanual desde el 41,5% de octubre). La inflación subyacente se mantuvo sin cambios en el 5% anual (consenso: 5%).

Para los economistas de AXA Investment Managers Hugo Le Damany y François Cabau, es demasiado pronto para indicar un giro decisivo en las perspectivas de inflación y es poco probable que este dato altere significativamente la posición del Consejo de Gobierno del BCE para la reunión de diciembre, ya que no hay pruebas suficientes de que la inflación subyacente haya alcanzado un máximo.

Energía: El descenso de los precios no es generalizado

Ambos expertos habían destacado la importante incertidumbre en los precios de la energía y no les ha decepcionado... “Si los precios de los combustibles bajaron ligeramente en todas partes, la mayor parte procedió de los precios del gas y la electricidad, ya que los mercados al contado se relajaron desde el verano”.

El calendario de este descenso era incierto, lo que explica en gran parte la sorpresa a la baja: España se situó en el 6,6% interanual desde el 7,3%, el IPCA de los Países Bajos en el 11,2% interanual desde el 16,8% y Bélgica en el 10,5% interanual desde el 13,1% (0,55 sobre 0,6 ppt de descenso de la inflación general en octubre). En Alemania e Italia, los precios del gas y la electricidad siguieron aumentando.

“De cara al futuro, no nos sentiríamos cómodos diciendo que la presión sobre los precios de la energía ha terminado. El actual descenso de los precios del petróleo refleja probablemente una menor demanda de China, mientras que el tope/embargo de precios sobre el crudo/productos refinados rusos es demasiado incierto como para no crear distorsiones y riesgos al alza sobre los precios”, afirman.

Según explican, el ajuste de la oferta mundial por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) también será clave para el seguimiento. Pero aún no estamos en invierno y ven más riesgos al alza que a la baja en los precios del gas y de la electricidad, sobre todo si los suministros de gas natural licuado no están suficientemente diversificados. “Además, el debate actual sobre la adopción de un tope de precios para el gas y a qué nivel no ofrece mucha más visibilidad”, reconocen.

El núcleo: Una estabilización engañosa

El IPCA subyacente de la UEM se mantuvo estable en el 5% anual (0% interanual), pero -de acuerdo con los economistas- no es concluyente extraer una señal de pivote. “Los factores estacionales, como los paquetes vacacionales alemanes, probablemente han distorsionado la inflación de los servicios, que se situó en el 4,2% anual (-0,1 puntos porcentuales desde octubre; -0,3% en el mes). De hecho, los datos regionales del IPC alemán revelan un descuento más significativo de lo habitual, posiblemente debido al evento del viernes negro. Seguimos creyendo que la inflación de los servicios aumentará en los próximos meses, ya que la demanda es más resistente de lo previsto (mercado laboral, salarios)”, revelan.

Los bienes industriales no energéticos se estabilizaron en el 6,1% interanual, pero la variación mensual sigue siendo fuerte con respecto a años anteriores en el mismo periodo (0,4% m/m frente al 0,2% de media desde 2017). “El traspaso del aumento de los precios de producción en el pasado sigue siendo incompleto y esperamos una presión alcista adicional, pero creemos que va a ser más difícil para los fabricantes seguir traspasando aumentos significativos en los próximos meses con el alivio de los cuellos de botella, el aumento del euro/dólar. No obstante, la incertidumbre sobre los futuros precios de la energía sigue siendo un riesgo”.

En general, después de cuatro meses de impresionantes subidas en el núcleo, una estabilización es una buena noticia, aunque creen que es muy probable un repunte en diciembre. “La desaceleración de los precios básicos sólo debería comenzar a principios del próximo año si la situación no cambia en el frente de los precios de la energía”.

 Alimentación: Un dato menos sorprendente, pero todavía impresionante

Como se esperaba, los precios de los alimentos siguieron subiendo (13,6% interanual desde el 13,1% de octubre), impulsados por los alimentos procesados, mientras que los alimentos frescos se redujeron (13,8% interanual desde el 15,5%). “Este patrón es común en todos los países, al menos por lo que leemos en los comunicados de prensa de las oficinas nacionales de estadística. Creemos que los alimentos procesados se inclinan al alza en los próximos meses, ya que los fabricantes no han repercutido totalmente el aumento del coste de los insumos, mientras que la presión al alza de los costes laborales empezará a materializarse”, concluyen.