A pesar de un inicio de año volátil, la recuperación en fusiones y adquisiciones, la relocalización y su papel en la revolución de la IA refuerzan su potencial alcista de las small caps.
Si bien la volatilidad sigue siendo un factor de riesgo en los mercados (como hemos presenciado en las últimas semanas), las small caps presentan argumentos sólidos para los inversores en 2025. Desde valoraciones atractivas hasta una mayor actividad de M&A, pasando por su menor dependencia de la economía global y su papel en tendencias como la relocalización y la inteligencia artificial, este segmento podría ofrecer una oportunidad significativa de rentabilidad en los próximos meses.
Un argumento a destacar es el que señala David DuBard, gestor de Wellington Management, apuntando a que el ciclo de mejor rendimiento de las big caps podría estar llegando a su fin. Históricamente, las acciones de gran y pequeña capitalización han alternado ciclos de liderazgo con una duración media de 11 años. “Actualmente, llevamos 14 años dentro de este ciclo favorable a las grandes compañías”, señala Peter Carpi, gestor de fondos de Renta Variable de Pequeña Capitalización en la misma firma. Añade que el creciente estrechamiento del mercado y las valoraciones son difíciles de sostener. Por lo tanto, ambos defienden que podría ser un buen momento para considerar la inversión en small caps.

Por su parte, Bob Kaynor, responsable de renta variable estadounidense de pequeña y mediana capitalización en Schroders, refuerza esta visión y destaca que la economía de EE.UU. sigue siendo una de las más sólidas del mundo. Según Kaynor, a pesar de que la renta variable estadounidense de gran capitalización se encuentra en niveles elevados, "las small caps ofrecen una forma relativamente barata de exponerse a la robusta economía estadounidense". Además, muchas empresas de pequeña y mediana capitalización tienen una base de clientes más centrada en EE.UU. Esto permite a los inversores beneficiarse directamente del crecimiento interno sin depender de la economía global.
¿Qué papel pueden desempeñar en la asignación de activos?
Nick Sheridan, gestor de Janus Henderson, advierte sobre la fuerte concentración del mercado en torno a la inteligencia artificial (IA), especialmente en las llamadas Siete Magníficas. Según él, esta concentración ha provocado episodios de elevada volatilidad y tomas de beneficios a corto plazo. Esto se ha visto recientemente con algunas de estas acciones.
En este contexto, las small caps pueden aportar una diversificación clave en las carteras de renta variable. Tienen una menor exposición a la tecnología y una presencia más elevada en sectores como materiales e industriales. Estas áreas tienen su propio motor de crecimiento gracias a la relocalización de cadenas de suministro. Por ello, no solo presentan un potencial alcista significativo en 2025. También funcionan como un elemento de diversificación más efectivo dentro de la renta variable.

Kaynor también subraya que en 2025 se podrían alinear una serie de factores clave que beneficien a las small caps. Entre ellos, destaca la recuperación de la actividad de fusiones y adquisiciones, un entorno de tipos de interés más bajos y el creciente papel de las pequeñas compañías en la revolución de la IA. Históricamente, períodos de mayor actividad en fusiones y adquisiciones han generado fuertes rentabilidades para la renta variable. Esto tiene un impacto particularmente positivo en la pequeña capitalización.

Sin embargo, en lo que va del año caen a pesar del índice de optimismo
A pesar del optimismo de muchos gestores, las small caps han sufrido un inicio de año complicado debido a la mayor volatilidad y la incertidumbre en los mercados. En particular, las tensiones políticas sobre los aranceles y su posible impacto inflacionario en EE. UU. han generado inquietud entre los inversores.
El índice Russell 2000, que agrupa a las pequeñas capitalizadas, ha caído cerca de un 7% en lo que va del año, mientras que el S&P 500 ha retrocedido solo un tercio de esa cifra.

Parece que el efecto Trump Call, que impulsó los mercados tras su victoria electoral, se ha transformado en una put. Esto ha llevado a caídas superiores al 2% en ciertos índices. Además, el índice de optimismo de las pequeñas empresas en EE. UU. cayó a 102,8 puntos en enero de 2025, reflejando el nerviosismo del sector.
Kaynor, sin embargo, mantiene una perspectiva optimista y recuerda que los valores de pequeña y mediana capitalización han demostrado históricamente su capacidad de recuperación. Además, menciona que la relación precio-valoración sigue siendo favorable para este segmento, lo que refuerza la tesis de inversión en small caps a largo plazo.