Aon Hewitt educa sus clientes para el retiro

“Aon Hewitt propone soluciones para cada empresa en particular, incluyendo aquellas que quieren incentivar el ahorro de sus empleados pero que en estos momentos no pueden realizar una inversión en este sentido. Asesoramos y preparamos a los empleados al momento de acercarse a su jubilación, ofrecemos talleres de ahorro y llevamos la administración de los recursos; en general, buscamos que los empleados puedan alcanzar sus metas financieras para disfrutar de una jubilación digna”, dijo Patricia Barra, directora Nacional de Consultoría en Retiro de Aon México.

Para lograr el objetivo de incentivar a los mexicanos a ahorrar para el retiro, la firma capacita a sus consultores involucrándolos en proyectos internacionales que les permiten estar informados sobre las mejores prácticas y tendencias en otros países.

Una vez conocen qué se está haciendo en otros mercados, la firma determina cuáles metodologías son aplicables a la situación de las empresas establecidas en México y se sujetan a la legislación para ponerlas en práctica.

“Mantenemos una relación estrecha con las autoridades y las instituciones financieras para entender la parte fiscal y de inversión de los recursos”, indicó la directiva en entrevista.

Teniendo en cuenta lo anterior, la firma ha creado en México soluciones diseñadas específicamente para dar solución a cada necesidad y con una cobertura de apoyo desde la concepción del objetivo mismo del beneficio hasta el último momento en que el empleado recibe el producto del beneficio, sea por retiro o cualquier otro que se haya implementado.

“En síntesis nuestros servicios abarcan desde el diseño del plan, su implementación, comunicación y operación diaria, hasta la asesoría a las personas que ya hayan recibido el beneficio, contemplando la administración”, añadió.

Entre las propuestas de la compañía para el mercado mexicano, está la creación de un plan vanguardista de retiro, el cual permita a los empleados generar un mecanismo de ahorro de largo plazo que sea eficiente en términos fiscales, flexible en términos de aportaciones, portable, que pueda invertirse en instrumentos acordes a su edad y perfil de riesgo y que al momento del retiro le permita tener un ingreso que, aunado a la pensión del Seguro Social, sea suficiente para mantener una adecuada calidad de vida, explicó Barra.

“Desde el punto de vista de las empresas, debe concebirse como una herramienta estratégica de atracción y de retención de personal, estar alineado a la filosofía de la empresa y ser viable desde un punto de vista económico”, señaló.

Considerando que  al cierre de septiembre de 2011, las aportaciones voluntarias para el retiro ascendieron a 6,882.6 millones de pesos mexicanos, reportando un nuevo máximo histórico, con un crecimiento de 82% respecto al mismo periodo del año pasado, según cifras de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), la tarea de las empresas que ofrecen productos financieros en el país es ardua.

Por ello las compañías deben, según la directiva,  fomentar una cultura de ahorro en el largo plazo en una juventud más enfocada y preocupada por recibir un flujo o beneficios en el corto plazo, además de diseñar planes de ahorro y retiro que le permitan mantener una competitividad en el mercado y una eficiencia en términos de recursos humanos y financieros.

“Desde un punto de vista corporativo, el generar una cultura de ahorro de largo plazo y crear planes que faciliten el acceso a instrumentos de ahorro de mediano y largo plazos. Desde un punto de vista fiscal, se requiere adecuar la legislación vigente a las condiciones de mercado tanto nacional como internacional, hay que darle a las empresas y empleados una seguridad fiscal sin importar el régimen de impuestos que les corresponda”, precisó.