"Apoyamos una mayor regulación sobre los ETF para garantizar la seguridad del mercado"

Según Armando Senra, director general de BlackRock Iberia y subdirector general de BlackRock Latinoamérica, "cuando compramos BGI lo teníamos claro. No queríamos que se repitiera lo visto en otros productos que comenzaron siendo transparentes y terminaron convirtiéndose en un monstruo, que afectó a todo el sector. No hay que olvidar que los estructurados y CDO en 2005 eran productos entendibles que se fueron complicando hasta convertirse en algo incomprensible que nos salpicó a todos".

 

Para Armando Senra, es necesario mejorar la transparencia de los fondos cotizados y dotarles de una regulación más estricta que proteja al inversor, tal y como han subrayado ya distintos reguladores europeos, incluyendo a ESMA, preocupados por la opacidad de parte de la oferta de uno de los instrumentos de inversión que más han crecido en los últimos años. Precisamente, hace unos días BlackRock, y en concreto su unidad de ETF, iShares, se han propuesto una serie de reformas y recomendaciones normativas para mejorar la información y la transparencia en los mercados de fondos cotizados y han elaborado un documento  con sus distintas propuestas.

 

"Nos preocupa que otros productos cotizados, como los ETC, ETN o ETI, se engloben dentro de los ETF", explica. En su opinión, las diferencias entre estos instrumentos deben ser siempre explicadas de forma clara, ya que no todos ellos tienen porqué ser aptos para el inversor particular. En su opinión, un fondo cotizado es un vehículo que replica un índice, “comprando lo que tiene el índice”, transparente, líquido y con unas comisiones claras.

 

Para Armando Senra, siempre que se pueda, el ETF debe replicar el índice con los propios activos del índice. “Sólo en casos especiales, en los que resulta difícil la réplica, vemos válido los swaps para realizar esta réplica sintética”. Esta es la filosofía que han usado en BlackRock desde el inicio y que está en línea con el llamamiento de los reguladores, cuya principal preocupación reside en que los bancos utilicen los ETF como fuente barata de financiar y aparcar sus activos menos líquidos como colateral. Este llamamiento tiene especial significado en Europa, donde los ETF sintéticos han tenido un gran crecimiento, al ser éste un modelo muy utilizado por los bancos de inversión.

 

¿Y en qué puntos debe incidir la regulación? En primer lugar, en dejar claro qué se incluye en la etiqueta de fondo cotizado. “Deben ser productos comprensibles para un inversor particular. En muchos casos, un cliente no entiende lo que es un producto inverso”, explica. En segundo lugar, piden claridad e información continua sobre todas las posiciones que se incluyan en las carteras de los fondos para que los clientes sepan con qué valores se realiza la réplica. Se debe informar de los derivados y de los riesgos de contrapartida en caso de réplica sintética. “No es igual que el riesgo contraparte se centre en un banco que en diferentes entidades”, explica. En el caso de los riesgos de contraparte, distingue dos. Por un lado, los vinculados al uso de swaps, en los que se debe ser muy transparente y conocer el colateral. Por otro, los relacionados con el préstamo de valores. “Se debe tener claro el colateral para el préstamo de los títulos. En EEUU, por ejemplo, te piden un colateral monetario que obliga a tener casi la cuantía total en liquidez”, explica. Además, también cree que se debe pedir una mayor transparencia en los costes. “Tanto en los costes de gestión como en los que se pueden soportar por la réplica de los productos”. Por último, abogan también por la publicación de todas las transacciones bursátiles que incluyan ETF, también aquellas que se realicen fuera de mercado.

 

Armando Senra destaca las grandes diferencias entre el mercado estadounidense y el europeo. En su opinión, si existen categorías de producto en Europa que no se dan en EEUU, o no en tanto número, debería regularse la situación de estos “otros productos cotizados” y no asimilarse automáticamente a un ETF. “En los ETN se pueden encontrar productos con apalancamiento que no deberían ofrecerse a los inversores particulares, por ejemplo, y con los ETC es siempre importante saber si el producto invierte en la materia prima físicamente, ya que si lo hace a través de un derivado no debería considerarse ETC”, explica. En este sentido, cree que el ETF es un producto para el inversor particular y no se deben correr riesgos y vuelve a dejar claro su mensaje. “Desde BlackRock abogamos por una mayor regulación en los ETF y por que éstos mantengan los niveles de transparencia, sencillez y liquidez que los han caracterizado desde que salieron al mercado. Estas son las bases que garantizan la seguridad de los inversores, y por extensión, la tranquilidad de reguladores y proveedores”.