Argumentos de peso que le animarán a invertir en bonos y acciones de EE.UU.

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Rafael Chamorro, Flickr Creative Commons

Los mercados de Estados Unidos generan dudas entre los inversores, tanto los de renta fija como los de renta variable. Los primeros, por estar inmersa la Reserva Federal en una clara fase de subida de tipos. Los segundos, por los máximos históricos a los que se mueven actualmente índices como el S&P 500. El consenso en ambos casos está siendo el de reducir la exposición a ambos mercados, al menos en lo que respecta a los inversores españoles, que además tienen que asumir el elevado coste que entraña actualmente hacer la cobertura del dólar. Sin embargo, existen algunos argumentos contrarian de mucho peso que pueden animar a los inversores a mirar con otros ojos a Estados Unidos. Los exponen dos firmas americanas de gran tamaño: Capital Group y Legg Mason Global AM.

Capital Group se ha centrado en el mercado de bonos. Según explican desde la firma, la subida de tipos en Estados Unidos no tiene por qué traducirse en pérdidas para la renta fija. “La Fed continúa su trayectoria de subida gradual de los tipos de interés, lo que ha llevado a muchos inversores a trasladar su inversión al efectivo, los bonos a corto plazo y los títulos de tipo variable. Pero es un error pensar que la renta fija registra pérdidas cuando suben los tipos a corto plazo. Tal y como demuestran los resultados del índice Bloomberg Barclays US Aggregate, la deuda de grado de inversión (BBB/Baa y superior) ha ofrecido un rendimiento positivo en la mayoría de los últimos siete periodos de subida de tipos, incluido el actual”, indican desde la firma.

Desde la gestora se muestran convencidos de que, si las subidas se producen de forma gradual, el interés de los bonos puede superar el impacto del precio y ofrecer un rendimiento positivo. “Desde que la autoridad monetaria americana comenzó su trayectoria actual de subida de tipos, el índice ha crecido casi un 6%, a pesar de que la subida de tipos de interés asciende a 100 puntos básicos. La entidad ha anunciado que mantendrá un enfoque gradual en la subida de tipos y en el endurecimiento de la política monetaria. En un entorno así, lo más probable es que los tipos se muevan en un rango estrecho”, señalan desde Capital Group. “El rendimiento de la deuda estadounidense ha sido positivo en cinco de los últimos siete periodos previos de subida de tipos”, recuerdan.

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En lo que respecta a las expectativas sobre la renta variable, el índice S&P 500 ha pasado de los 700 puntos en los que se movía en marzo de 2009 a los casi 2.800 en los que está en estos momentos. El rally ha sido espectacular y, tras los últimos titubeos, muchos inversores se preguntan si nos hemos adentrado en terreno de corrección. No es fácil encontrar gestoras muy optimistas sobre la renta variable americana, pero las hay. Es el caso de ClearBridge Investments, filial de Legg Mason, desde donde aseguran que los mercados estadounidenses se encuentran aún muy lejos de su punto álgido y podrían subir fácilmente otro 30% antes del fin del ciclo actual.

“Después de haber alcanzado un máximo en enero, el S&P 500 sigue estando lejos de su última cota récord, alcanzada recientemente tras un periodo de consabida volatilidad. Resulta poco probable que los mercados alcancen ahora su punto álgido —y, consecuentemente, sufran una caída—, dado que tanto los tipos de interés como las valoraciones generales del mercado deben subir de forma notable desde los niveles actuales”, apunta Jeffrey Schulze, director de estrategia de ClearBridge.

Existe un marcado temor entre los inversores, pero ¿estamos realmente en la antesala de una corrección mayor? Para el experto, la respuesta es no. “Debe registrarse un punto máximo inesperadamente elevado —en el que las valoraciones superen con creces las expectativas— antes de alcanzar esa situación, y aún no hemos llegado a ese momento. Por tanto, los mercados estadounidenses podrían protagonizar otro repunte del 20%-30% desde sus niveles actuales, en función de cómo se desarrolle el ciclo de beneficios. Siguen existiendo varios catalizadores que seguirán apuntalando los mercados bursátiles durante algún tiempo, y que es más probable que estemos ante un mercado alcista de largo recorrido, similar al de las décadas de 1980 y 1990, que ante una corrección”.

Según Schulze, el PER no constituye un indicador clave que se deba tener en cuenta, dado que históricamente no ha señalado de forma efectiva los periodos de ventas masivas. “En junio de 2007, antes de la crisis crediticia, las ratios PER se situaban solo en 16,3 veces, muy por debajo de los periodos anteriores. La ratio PER del S&P 500 se sitúa hoy por encima de 20 veces, un nivel inferior a la cota máxima de 23,2 veces registrada en 2009”, ejemplifica. “Los mayores compradores de renta variable son las empresas. Este hecho constituye un límite a la baja para la bolsa americana. De hecho, el sector corporativo ha sido el principal comprador de acciones estadounidenses desde 2009, y se espera que las empresas lleven a cabo recompras por valor de 700.000 millones de dólares en 2018”, subraya.