Argumentos para que banqueros privados y asesores expliquen a sus clientes las oportunidades actuales

diferencia-divergencia-asesoramiento
Brendan Church on Unsplash

El suelo de mercado es imposible de predecir, pero un buen punto de entrada es una ventana que no se puede desaprovechar. Y si en algo están coincidiendo las gestoras estos días es que ha llegado el momento de pensar en el mercado y los activos de riesgo.  “Cada crisis es como volver a poner el contador a cero. Es cuando se abren las oportunidades para el siguiente ciclo”, afirma Karen Ward, responsable de estrategia de mercado de J.P.Morgan AM.

El desplome de las bolsas y activos de riesgo en general durante marzo no fue injustificado teniendo en cuenta la grave impacto económico. Pero a diferencia de anteriores crisis, la respuesta de bancos centrales y gobiernos ha sido veloz. Ward lo califica como fenomenal. “Han demostrado su compromiso con el mercado, y eso ha hecho mucho por el apetito de riesgo”, explica. Y por eso precisamente Ward no vaticina de nuevo una corrección tan fuerte como la vivida el mes pasado.

Exigirá una mentalidad fuerte, porque las cifras macroeconómicas que están saliendo van a mostrar la crudeza del impacto económico. Al fin y al cabo, como recuerda Ward, un 45% de la economía global pertenece a los sectores más afectados por el parón. Esta semana hemos tenido una muestra de esa realidad a través de los datos PMI del sector servicios. “Se han desplomado; es la peor cifra histórica”, reconoce la experta. “Pero eso ya lo sabíamos. Los mercados no van a reaccionar a ello. La clave es cuánto durará su efecto”. Para Ward, los números a vigilar son las previsiones de beneficios empresariales del año que viene. Cuánta de esa pérdida económica se recuperará a 12 meses vista.

Screen_Shot_2020-04-23_at_15

Lo que no significa que no todo esté despejado. Porque como se refleja en el gráfico anterior, quizás a estos niveles el mercado esté pecando de optimista con respecto a la rapidez del rebote de los beneficios empresariales. Además, la reapertura de la economía global no será instantánea ni completa hasta que se disponga de una vacuna.

La gran pregunta para Ward es: ¿cómo saldremos de esto? Es decir, cuáles son los pasos para salir del confinamiento casi global. Por eso, aboga por una cartera cauta, donde predominen los activos de calidad, empresas con bajo o nulo apalancamiento y sólidos balances. “Hay que centrarse en la selección, valoración y calidad”, insiste. Calidad como argumento para construir las carteras tanto en bolsa como en bonos. Al final, es lo que le protegerá y, a la vez, lo hace mejor en periodos de recesión:

Screen_Shot_2020-04-23_at_15

Es un momento para ser cuidadosos, pero no para estar paralizados. Porque tras años lamentando las altas valoraciones del mercado, estamos ante una ventana muy interesante. Siempre y cuando el horizonte temporal sea el adecuado, mirando hacia el largo plazo. “Los bancos centrales han demostrado la capacidad de mantener a raya los diferenciales de los bonos gubernamentales. Creemos que el Banco Central Europeo va a hacer lo correcto”, asegura. “Esto es lo que está impidiendo que las bolsas caigan demasiado lejos”, afirma Ward. Hay que ser conscientes de los riesgos, pero también de las oportunidades. Y a día de hoy, el argumento a favor de las acciones frente a los bonos para el largo plazo sigue creciendo.

Screen_Shot_2020-04-23_at_15