Argumentos que ayudan a elegir entre renta variable americana o europea

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Killerturnip, Flickr, Creative Commons

¿Apostar por un fondo de renta variable europeo o americano? Ese es el gran dilema entre el que se debaten actualmente muchos inversores a la hora de analizar qué mercado resulta más atractivo de cara a la inversión. Existen argumentos que defienden la conveniencia de apostar por cualquiera de los dos. La Bolsa estadounidense está en máximos históricos, lo que le hace al inversor sentir cierto vértigo, si bien el país se encuentra en una situación política y macroeconómica mucho más favorable, con un mercado de la vivienda que se recupera, una tasa de desempleo que tiende a reducirse, una política monetaria ultra expansiva y una revolución energética en marcha con la explotación del gas pizarra. La renta variable europea, en cambio, todavía no ha llegado a máximos, lo que comparativamente con Estados Unidos le hace parecer más barata. Si bien la situación de su economía es mucho más endeble, Europa camina hacia la recuperación, como demuestran unos beneficios empresariales en franca mejoría y unas economías periféricas en las que empiezan a aparecer signos de estabilización. ¿Con qué quedarse?

En J.P.Morgan AM, por ejemplo, están largos de los dos mercados prácticamente por igual. Pero de elegir uno, su apuesta sería el JPM Europe Equity Plus Fund por dos razones: el entorno macro está mejorando, tanto en los países ‘core’ como en la periferia, y porque las valoraciones son, en términos relativos, más atractivas. En Fidelity Worldwide Investment también apuestan por ambas zonas geográficas, aunque en este caso eligen la renta variable americana y el FF America Fund por su trayectoria (desde que el actual gestor, Adrian Brass, tomó las riendas de la cartera en enero de 2008, el fondo ha superado sistemáticamente a más del 90% de los integrantes de su categoría y batido al S&P 500) y por las buenas perspectivas para la economía estadounidense (la recuperación de la vivienda está creando un efecto riqueza y el mercado laboral mejora, lo que favorece al consumo), publica Expansión.

Desde Pioneer Investments consideran una clara oportunidad de inversión la que ofrece la renta variable de países desarrollados. Si tienen que elegir entre uno de estos mercados se decantan por el europeo. ¿Los motivos? “Valoraciones atractivas, fortaleza financiera de las compañías (incremento de márgenes y reducción de deuda) y atractiva rentabilidad por dividendo”. El fondo de inversión por el que apuestan en la casa es el Pioneer Funds–European Equity Target Income, producto que gestiona Karl Huber. Invierte en compañías europeas que distribuyan dividendos, con el objetivo de poder distribuir una renta anual al partícipe de forma semestral. M&G Investments también ve atractivos ambos mercados, si bien de elegir se quedarían con el estadounidense y con el M&G American Fund.

El gran atractivo de Europa

Desde Invesco creen que la renta variable europea presenta actualmente un mayor atractivo para invertir con respecto a otras áreas geográficas, ya que las valoraciones de las compañías europeas se mantienen cerca de mínimos respecto a su media histórica. “Se han producido varios acontecimientos que apoyan la mejora de las expectativas y que no se han descontado totalmente en el mercado, como la rehabilitación del sector financiero europeo o que después de cuatro años de intensa reducción de deuda por parte de las empresas, el ritmo de desapalancamiento está dando las primeras muestras de desaceleración”. El equipo de Invesco en Henley, en cuyas manos está el Invesco Pan European Equities, considera que, aunque los datos económicos en Europa aún no son especialmente positivos, los resultados de muchas de sus empresas han dado muestras de fortaleza, gracias entre otras cosas a su internacionalización. “Los actuales niveles de cotización descuentan un escenario negativo y creemos que una situación económica simplemente menos mala de lo previsto puede servir como catalizador para la renta variable europea”, explican.

En Franklin Templeton prefieren que sea el inversor el que haga su elección. El fondo de renta variable que más está vendiendo la firma es uno de acciones europeas, el Franklin European Growth. “Aunque las valoraciones ya no son las que eran en 2009, en Europa existen grandes compañías que todavía están siendo infravaloradas”, afirma el gestor del fondo. En la misma línea se pronuncian en UBS Global AM, entidad que, en este caso, deja muy clara su apuesta por la renta variable europea al señalar directamente al UBS (Lux) Equity SICAV-European Opportunity Unconstrained, fondo que sigue estrategias largas y cortas. En BlackRock tienen claro que “en cuanto a las valoraciones y a los dividendos que ofrecen actualmente las acciones europeas, éstas parecen relativamente atractivas en comparación con la mayoría de las clases de activos, como la renta variable estadounidense o asiática, o los mercados tradicionales de bonos”, explicaba Andreas Zollinger, cogestor del BGF European Equity Income Fund.

La apuesta en estos momentos de Deutsche Asset & Wealth Management también es Europa, mercado al que sobreponderan por dos razones. La primera: porque el momento de beneficios es más favorable que en Estados Unidos al estar en niveles similares a los de principios de 2009-2010, cuando al otro lado del Atlántico se han superado con creces los niveles récord. La segunda: porque la renta variable europea cotiza con un descuento del 30% con respecto al mercado americano y del 15% con respecto a su media de los últimos 15 años. Según explica Juan Barriobero, director de renta variable de DeAWM, esto podría hacer que los flujos empiecen a moverse de Estados Unidos a Europa. “Hay que tener en cuenta que desde 2007 han salido 100.000 millones de dólares de la Bolsa europea, dinero que ahora podría volver a entrar, y que el rebote registrado por la renta variable europea desde los mínimos de marzo de 2009 (85%) todavía está lejos del experimentado por Estados Unidos (166%). La gran apuesta de la firma es el DWS Invest Top Euroland.

En Amundi también se muestran positivos con respecto a la renta variable europea, a la que siguen favoreciendo frente a la americana dada su mejor valoración (cotiza según sus cálculos con un descuento de entre el 20% y el 25%), mejor momentum (el crecimiento económico en Europa es menor que en Estados Unidos pero se está acelerando más rápidamente) y la infraponderación que sufre esta clase de activo en las carteras. “Tras el fuerte rally registrado en lo que va de año por la renta variable europea, especialmente tras finales de junio, no esperamos que su evolución siga subiendo a este ritmo, si bien los países periféricos, sobre todo, deberían beneficiarse del hecho de disponer más tiempo para alcanzar el objetivo de déficit máximo del 3% y del claro apoyo del BCE, que podría poner sobre la mesa condiciones monetarias más acomodaticias. Su recomendación: el Amundi Funds Equity Europe Select.

Un factor que intranquiliza especialmente al inversor es la volatilidad. En este sentido, Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia y Latinoamérica, asegura que, “aunque la renta variable europea continúa ofreciendo mucho recorrido, la volatilidad va a seguir estando presente”. Por ese motivo, defiende estrategias que sean capaces de controlar la volatilidad y gestionar el riesgo, que según la última encuesta que la firma ha realizado a inversores particulares en España, son dos de las mayores preocupaciones de los inversores en la actualidad. Su apuesta es el Seeyond Europe Min Variance, que selecciona las acciones menos volátiles de Europa. “Creemos que de aquí a final de año, será el turno de los sectores más defensivos, en los que invierte el fondo, tras la subida reciente de los más cíclicos (más volátiles)”, afirma.

Los encantos de Estados Unidos

La volatilidad también es un aspecto que tiene en cuenta Javier Mallo, codirector de Ventas de Legg Mason Global AM en España, a la hora de hacer su elección. Desde la firma siguen apostando por la renta variable estadounidense. “Aunque las valoraciones son importantes y es uno de los principales argumentos de algunos inversores para elegir Europa, pensamos que en Estados Unidos vamos a ver menos volatilidad ya que su economía se encuentra más avanzada en el proceso de recuperación, su sistema financiero está saneado y el crecimiento es más consistente. Además, podemos añadir cuestiones estructurales como la revolución energética que experimenta el país y que abaratará los costes de producción y un perfil demográfico más favorable que en Europa”, explica. Su caballo ganador es el Legg Mason ClearBridge US Agressive Growth.

También la renta variable americana es la elección de Nordea, concretamente el Nordea 1 North American All Cap Fund. “Los últimos indicadores macro y las cuentas de resultados de las empresas invitan a ser moderadamente optimistas”, afirman desde la entidad nórdica. “Si bien es cierto que la Bolsa americana acumula ya una subida importante y que las valoraciones no son especialmente bajas, no es menos cierto que el mantenimiento del QE por parte de la Fed, la recuperación del sector inmobiliario local, la mejora de las previsiones en Europa y China y el potencial de la revolución energética del gas pizarra son todos factores que invitan a pensar en un crecimiento económico cuanto menos moderado”, afirman.

Aunque en Schroders también ven valor en las bolsas europeas, el mercado bursátil americano es el favorito del equipo multiactivo a nivel estratégico de la gestora. Según explica Carla Bergareche, directora general para Iberia de la entidad, “la agresiva política monetaria aplicada por la Fed en los últimos dos años ha sentado las bases de crecimiento para la economía americana. La mejora del mercado inmobiliario, un sistema financiero sólido, innovación, crecimiento de beneficios y una economía competitiva son las razones que afianzan un crecimiento sostenible”. Aunque Bergareche reconoce que en el corto plazo pueden existir momentos de volatilidad debido a asuntos como la elevación del techo de deuda, considera que los fundamentales reflejan un ambiente positivo para la renta variable en el medio/largo plazo, por lo que eventuales correcciones pueden suponer ocasiones interesantes para tomar posiciones. Su fondo estrella es el Schroder ISF US Large Cap, fondo con un track record de más de 20 años.