Así ha sido agosto en los mercados de renta variable

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Prueba de que este ha sido uno de los agostos más tranquilos en lo que a los mercados de renta variable se refiere son las cifras de negociación. Normalmente, cuando hay nerviosismo y sobresaltos, los volúmenes aumentan significativamente. En periodos de calma y tranquilidad, descienden de manera muy importante, lo que se acentúa en época estival. No hay más que echar un vistazo a lo sucedido en la bolsa española, donde la negociación en agosto apenas alcanzó los 30.000 millones de euros, un 50% de lo que se movió en el mismo mes del año anterior, cuando la crisis china provocó una fuerte sacudida a las cotizadas. La tendencia en el resto de Europa ha sido la misma. De igual forma, la actividad de los mercados de valores fue más tenue que de costumbre este verano. Apenas hubo sobresaltos. De hecho, en Estados Unidos se observó la cuarta menor banda de fluctuación desde 1928.

“Este verano hemos vivido un periodo de volatilidad extremadamente baja y en agosto tuvimos la semana con menor volatilidad de las dos últimas décadas”, subraya Ana Guzmán, directora general y responsable de desarrollo de negocio de Aberdeen para Iberia. La experta considera que lo que ha ocurrido es que los mercados han celebrado la fortaleza de la economía americana, lo que ha conducido nuevamente al S&P 500 a zona de máximos. En Europa, por el contrario, se ha desestimado el periodo de incertidumbre que abrirá las negociaciones entre Reino Unido y la UE, con un Ibex 35 que ha logrado recuperar los niveles previos al Brexit y un FTSE 100 que ha vuelto a máximos al impulso que ha supuesto la depreciación del 11% que ha registrado la libra frente al euro.

“El mercado estadounidense de renta variable subió debido a que las ganancias registradas durante el  segundo trimestre superaron las previsiones, y al compromiso de los bancos centrales de todo el mundo para seguir aplicando políticas monetarias expansivas. Europa, por su parte, se vio impulsada por los sectores económicamente sensibles, como el de consumo discrecional y el de tecnología de la información”, explica Richard Carlyle, director de Inversiones en Capital Group.

Este buen comportamiento de los mercados de renta variable durante el mes vacacional por excelencia ha chocado frontalmente con las expectativas de muchos participantes del mercado, que esperaban un agosto agitado. Algunos, incluso, consideran que la calma vivida en los mercados ha sido sorprendente. “Lo es dado que la economía mundial experimenta un bajo crecimiento, existen tendencias deflacionarias, un elevado nivel de deuda y una baja productividad. Además, la economía mundial afronta varios riesgos potenciales incluyendo el Brexit, que se materializó. A pesar de que muchas compañías fueron capaces de adaptarse bien a este entorno difícil y de defender su rentabilidad, en general observamos poco crecimiento de los beneficios”, indica Peter Steffen, gestor de carteras en Ethenea Independent Investors. En su opinión, la razón del rally vivido por la renta variable debe ser otra.

“Las elevadas valoraciones de la renta variable de deben principalmente a la nueva disminución de los tipos de interés. Además, los mercados de renta variable de aquellos países cuya moneda se ha debilitado son los que se han comportado mejor, como por ejemplo Reino Unido o Estados Unidos”, subraya. De cara a la recta final del año, en general las perspectivas de la economía global continúan siendo moderadamente positivas, a pesar de las amenazas que suponen para el libre comercio algunas situaciones, como la ya citada de la salida del Reino Unido de la UE. “La economía estadounidense continúa destacando en la escena mundial, gracias a la fortaleza a  largo plazo del mercado laboral y del de la vivienda. Por otro lado, Europa y Japón siguen intentando estimular el crédito y el crecimiento económico, en un momento en el que fuertes presiones deflacionistas juegan en su contra”, apunta Carlyle.