El banco asegura que mantendrá el dividendo y anuncia que probablemente reducirá el sueldo de sus altos directivos en un porcentaje que podría oscilar entre el 20% y el 30%.
El proceso de reestructuración del sistema financiero español no todavía está definido, y mucho menos cómo y cuándo van a ser las subastas de las entidades nacionalizadas, pero Banco Santander tiene claro que en los próximos meses estudiará oportunidades de compra. El consejero delegado de la entidad, Alfredo Sáenz, dijo hoy que, gracias al refuerzo que van a hacer de su balance, podrán aprovechar las oportunidades que surgirán tanto de crecimiento natural del negocio como de adquisiciones.
"Vamos a estar presentes estudiando todos los temas que puedan salir. De ahí a que vayamos a comprar hay un abismo. Tomaremos las decisiones en el momento oportuno", dijo Sáenz, que en esta ocasión dejó bien claro que no está en sus planes fusionar la red Santander con Banesto. "No se van a fusionar ni se van a integrar. Banesto ni se fusiona ni se vende", aseveró.
Santander presentó hoy sus resultados del primer semestre, en el que redujo un 51,3% su beneficio, hasta 1.704 millones, muy castigados por las elevadas provisiones que ha tenido que realizar para cumplir con las exigencias del Gobierno. Hasta el momento ha dedicado 4.592 millones a este fin, y todavía le quedan otros 2.000 millones hasta final de año. Sáenz detalló que lo harán con los 490 millones conseguidos con el negocio de seguros y otras plusvalías o resultados que consigan en lo que queda de año.
Pese a esta fuerte bajada y el contexto tan complicado que hay en España, Sáenz aseguró que no se va a recortar el dividendo. "La política es la que es y no se cambia", dijo, descartando que se vaya a seguir el mismo camino que Telefónica. En lo que sí van a imitar a la compañía de telecomunicaciones es en la rebaja de las remuneraciones del Consejo y la alta dirección. El consejero delegado explicó que es un tema que tienen sobre la mesa y habrá una determinación próximamente. Y será en la línea que han anunciado los colegas, dijo, señalando por tanto que puede oscilar entre el 20% y el 30% la rebaja.
No fue tan contundente en su respuesta al ser preguntado por la posibilidad de un rescate a España. "No sé si va a haber rescate", dijo, y mostró su respaldo a la acción del Gobierno. "Está haciendo lo que tiene que hacer", apostilló.
Teniendo en cuenta la incertidumbre que genera la situación actual, Sáenz quiso ser prudente en sus previsiones para los próximos años. Dijo que el próximo año mejorarán los resultados del grupo, aunque no de forma significativa porque todavía la actividad en España será reducida. Cuando lo harán de forma más apreciable será en 2014, cuando ya habrá un volumen muy inferior de provisiones.
Se mostró muy convencido de que no habrá nuevas exigencias del Gobierno para sanear el ladrillo. "El tema del inmobiliario pasa a la historia" a final de este año, cuando las entidades tengan provisionado "más que razonablemente" los riesgos a este sector. Para gestionarlos, Santander sigue insistiendo en que no hace falta un banco malo. "No vemos ninguna ventaja en hacer una estructura jurídica diferente" a la que ya tiene el grupo para administrar sus inmuebles, concluyó.