“El culto a las acciones está desapareciendo”. Así de tajante, Bill Gross, el gurú de los mercados de renta fija, perfila en su columna mensual lo que puede ser un cambio generacional. La creencia de que a mayor riesgo mayor ganancia sigue
Según el fundador de PIMCO, las rentabilidades anuales y consistentes de las acciones son cosa del pasado. Ahora, los inversores de renta variable tienen que replantearse la idea de comprar y mantener a largo plazo. Históricamente, explica el gurú, las acciones han ofrecido rentabilidades medias ajustadas a la inflación del 6,6% anual. Eso sí, no cree que esto se repita y más aún cuando el mundo se encuentra en una situación de crecimiento económico ralentizado, informa Funds People.
Esa es precisamente la pregunta que deberían plantearse los inversores y los analistas de mercados: ¿Cómo conseguir mantener ese 6,6% anual dado el leve crecimiento? "Si el PIB de una economía tan sólo puede ofrecer un 3,5% más los bienes y servicios, ¿cómo puede únicamente el sector de los accionistas ganar a expensas del resto (deudores, trabajadores o gobierno?, se plantea Gross.
El gurú no se olvida de los bonos, su campo de acción. "Con la rentabilidad de los bonos estadounidenses en el 2,55%, es ser más que optimista pensar que los bonos a largo plazo -y el mercado de deuda- van a repetir la evolución de las últimas décadas", indica Gross.
“Por muy injusto que pueda parecer, un inversor debería seguir esperando un intento de solución inflacionista prácticamente en todas las economías desarrolladas a lo largo de los próximos años e incluso décadas”, concluye Bill Gross. “Puede que el culto a las acciones esté muriendo, pero el culto a la inflación no ha hecho más que empezar”, sentencia.