La selección de valores es crítica para el éxito
Los expertos de BlackRock consideran que al invertir en renta variable es mejor hacerlo con un enfoque global que por países o regiones. "Las compañías compiten globalmente, por lo que los inversores deberían adoptar el mismo enfoque", dicen en una nota. "Al ampliar el universo de inversión más allá de un país específico, los inversores pueden asignar dinero a las mejores oportunidades en los sectores más atractivos, allá donde estén. También supone una forma atractiva de explotar el cambio en la economía mundial a favor de las economías con un mayor crecimiento, donde los inversores continúan teniendo una baja exposición”, explican desde la entidad.
Según datos de la gestora, los inversores de Reino Unido dedican, de media, un 50% de sus activos a renta variable británica, pese a que este mercado supone apenas el 9,4% del MSCI World Index. Además, el 41% del mercado británico está compuesto por sólo diez compañías. Un patrón que se repite en otros países europeos.
Dividir una cartera en distintas secciones para cada área geográfica no siempre proporciona la diversificación necesaria -el FTSE All Share tiene una correlación del 94% con el MSCI World Index – ni refleja la manera en la que los negocios se desenvuelven globalmente.
Por tanto, desde BlackRock afirman que el alfa que se obtiene con la selección de valores es crítica para el éxito, y se puede conseguir de forma más efectiva invirtiendo sobre una base global y enfocándose en un número concentrado de mejores ideas.
“El lugar donde cotice una compañía no supone una gran diferencia. El iPod se fabrica en China con componentes que proceden de distintos lugares. El proceso de producción involucra al menos siete países. En consecuencia, tiene un valor limitado considerar a Apple como una compañía estadounidense; necesitas una perspectiva global para valorar la empresa correctamente”, comenta James Bristow, gestor del equipo de bolsa global de BlackRock.
“Así, desde nuestro punto de vista, la selección de valores, más que la selección regional, es la verdadera clave, apoyada por una comprensión del entorno macroeconómico y flexibilidad en el ajuste de la estrategia a medida que los mercados cambian”, añade Bristow.
“Mirando al futuro, vemos oportunidades de valor en una selección de entidades financieras de países desarrollados, acciones industriales de Japón y EEUU, y compañías de gran capitalización defensivas en el sector salud. Vemos oportunidades de crecimiento en compañías expuestas a un rebote en el gasto corporativo y al consumo en los mercados emergentes”, apostilla.