BlackRock: exigentes en renta fija y más renta variable europea... si crecen los beneficios

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Foto cedida

Positivos (aunque exigentes) en renta variable y ávidos de rentabilidad en renta fija. En líneas muy generales, este podría ser el resumen del posicionamiento actual de iShares sobre el mercado, en base a sus previsiones y a cómo se han comportado los inversores desde el comienzo del año. Stephen Cohen, responsable de estrategia de inversión de iShares en Europa, Oriente Medio y África, y responsable de renta fija internacional de BlackRock, ha estado de visita en España, visita que ha aprovechado para exponer las líneas maestras del proveedor de fondos cotizados.

Cohen ha comenzado su intervención con un breve repaso de los flujos de dinero entre fondos registrados en lo que va de año. En primer lugar, desde la firma observan que ha regresado mucho dinero a la bolsa europea y la nipona, y destaca que el segundo caso “es interesante debido al peor comportamiento de la renta variable japonesa en lo que va de año”.

En cambio, han detectado reembolsos en fondos que invierten en renta variable emergente, aunque destaca que entre estas salidas de dinero no se han producido ventas de institucionales. Cohen se refiere a este último caso como “flujos risk off”, de inversores que están cambiando su diversificación geográfica en el medio plazo. Para contrastar, explica que también se han observado flujos de entrada en productos que replican el comportamiento de los treasuries americanos, y que éstos han sido “bastante más tácticos”.

Renta variable

La conferencia del estratega está estructurada con comentarios sobre las distintas clases de activos y el posicionamiento de BlackRock en cada uno de ellos. Comienza por la renta variable, en particular la europea. Cohen destaca el hecho de que se trata de la primera vez desde 2010 que las economías de las principales regiones desarrolladas del mundo (Estados Unidos, Europa y Japón) se están movimiento en la misma dirección. No obstante, advierte que “el crecimiento global todavía está por debajo de su tendencia, por lo que aún no hemos vuelto a niveles anteriores a 2007, y la inflación también sigue baja”.

Dicho esto, el experto recuerda que esta parte del ciclo es positiva para las bolsas, que se benefician tanto de la mejora del crecimiento como de que los bancos centrales sigan manteniendo políticas monetarias acomodaticias. “El desafío es que las acciones ya no están baratas, han alcanzado su valor justo y ahora se necesita crecimiento de los beneficios, particularmente en Europa”, enfatiza Cohen. El estratega explica que la previsión de beneficios para compañías de la eurozona se ha rebajado en el último mes hasta el 11% y avanza que, de caer este crecimiento por debajo del doble dígito, desde la firma a la que representan se replantearían su exposición a esta clase de activo. En cualquier caso, su escenario central es que sí se va a registrar un crecimiento de los beneficios en el primer trimestre.

El único reducto de acciones baratas para Cohen son los países emergentes. Pero tienen truco, pues para él “la cuestión es si son lo suficientemente baratas”. Actualmente en BlackRock dan preferencia a Corea del Sur, Taiwán y Polonia por ofrecer una combinación de buenos fundamentales y exposición a la recuperación económica. En particular, Cohen destaca como otros factores a favor de invertir en Polonia que el país ha registrado un incremento de la demanda doméstica y que su banco central también mantiene una política monetaria laxa.

Una mención aparte se merecen los instrumentos que permiten la generación de rentas vitalicias, que desde la gestora contemplan como un tema de inversión. Cohen explica que los tipos de interés todavía están muy bajos y, sin embargo, está incrementándose la demanda de productos que generen un cupón con rentabilidades atractivas. La apuesta del estratega está sobre los dividendos de empresas europeas (los estadounidenses los considera caros). Otra de las alternativas para la obtención de rentas es a través de la inversión en REITS y en ETF que replican el comportamiento de este tipo de sociedades.

Renta fija

En la parte de deuda, Cohen comienza su disquisición explicando que en la gestora americana aún ven oportunidad en muchas partes del universo de renta fija, pero el problema es que en muchos de esos segmentos los diferenciales se han tensado muy rápido. Pone como ejemplo la evolución en los últimos meses de los bonos soberanos de España, Italia y Portugal (que la gestora ha sobreponderado en el pasado): estos países se han beneficiado de la salida de la eurozona de la recesión, pero sus respectivas primas de riesgo se han estrechado con respecto al bund, y ahora ofrecen unos rendimientos bajos en comparación con los treasuries.

El estratega percibe que “el mercado de crédito está bien apoyado”, gracias al buen tono de las emisiones y la baja tasa de quiebra. Pero vuelve a advertir en el high yield el mismo fenómeno que en la deuda soberana: considera que esta clase de activo ha corrido mucho (acumula un rendimiento del 3%), aproximándose a niveles de los años 2006 ó 2007, y considera que lo razonable sería esperar un retorno para este año del 5%.

Dicho esto, el experto afirma que ahora mismo el interés de BlackRock está en la renta fija emergente denominada en una divisa fuerte (especialmente en dólares). Observa que “está bastante más barata frente a la renta fija desarrollada” y de hecho afirma que “es una oportunidad para los inversores que han visto que la periferia lo ha hecho bien y el high yield también”. “La renta fija emergente en hard currency es uno de los pocos lugares que ahora ofrece valor”, apostilla.

Existen otras áreas dentro de la renta fija que están captando el interés de la gestora. En primer lugar, los bonos corporativos con los tipos cubiertos. En segundo lugar, la renta fija emitida por entidades financieras europeas (los bonos corporativos tradicionales y otros instrumentos más nuevos, como los bonos convertibles), ya que estiman que el proceso de desapalancamiento de los bancos les favorece.

¿El regreso del oro?

Un hecho sorprendente que ha advertido el estratega ha sido la fuerte subida del oro en lo que va de año (un 6,6% en febrero y un 10,8% en 2014). No obstante, descarta que en esta ocasión el metal amarillo haya recuperado su antigua condición de activo refugio. “Lo que se están viendo son ventas en renta variable emergente y europea y compras de treasuries, que sí actuaría como activo refugio”, aclara.

Dadas las fuertes caídas que acumuló este metal en 2013 (más amplias si se toma como referencia su máximo histórico de 2011), Cohen considera que esta apreciación puede deberse a un enfoque contrarían. “La cuestión es si va a seguir así”, reflexiona. Su consejo es fijarse más bien en las mineras de oro, pues muchas han acometido procesos de reestructuración con los que ser más eficientes en los costes de extracción del metal.