BlackRock lanza una iniciativa para ofrecer a los inversores acciones prácticas para afrontar la incertidumbre del mercado

BlackRock ha lanzado una campaña internacional multimedia que ofrece a los inversores acciones prácticas para construir carteras más dinámicas y diversificadas, imprescindibles para el momento actual. Esta iniciativa, denominada 'Investing for a New World', está diseñada para ayudar a los grandes y pequeños inversores a enfrentar los desafíos que plantean los bajos rendimientos y la volatilidad de los mercados en el complejo escenario de inversión actual.

 

La iniciativa multimedia, la primera de este tipo que lanza la gestora estadounidense, engloba un conjunto de acciones de comunicación continua para los inversores particulares e institucionales, los socios de la compañía y los asesores financieros, así como publicidad y material de formación en inversiones en diversas plataformas digitales, impresas y sociales en todo el mundo.

 

«Los inversores están buscando respuestas en un mundo nuevo en el que la rentabilidad, que en su momento dieron por sentada, está limitada por unos rendimientos históricamente bajos, la volatilidad del mercado y los cambiantes patrones de inversión”, asegura Laurence Fink, presidente y consejero delegado de BlackRock. “Con el aumento de la esperanza de vida y la actual incertidumbre acerca de las rentabilidades, las personas están preocupadas por la perspectiva de que sus ahorros no cubran toda su jubilación y por la financiación de la educación de sus hijos”.

 

La iniciativa describe las siguientes cinco acciones concretas para ayudar a los inversores a aprovechar una gama más amplia de activos, estrategias y estilos de inversión:

 

PRIMERO: Replantear el coste de mantener inversiones en efectivo y entender que incluso con bajas tasas de inflación el poder adquisitivo se erosiona con el tiempo.

 

SEGUNDO: Buscar nuevas fuentes de renta que tengan el potencial para satisfacer las necesidades financieras actuales, así como para generar riqueza a largo plazo.

 

TERCERO: Tener en cuenta el potencial de las formas de inversión alternativas para ofrecer rendimientos superiores al promedio y gestionar los riesgos, ya que es menos probable que se muevan en paralelo a las acciones y los bonos.

 

CUARTO: Utilizar de manera activa productos basados en índices, como los fondos cotizados (ETF), para acceder a una gama más amplia de mercados de forma eficiente y eficaz.

 

QUINTO: Sacar partido al aumento de la longevidad revisando los niveles de tolerancia al riesgo y las asignaciones de activos, a la vista de que los plazos de inversión son más largos.

 

“Este nuevo mundo de la inversión también trae consigo nuevas oportunidades, y para poder aprovecharlas, las carteras deben ser más diversificadas y flexibles que nunca. Queremos que los inversores sepan que poner el dinero a trabajar en inversiones a largo plazo es una forma con la que pueden ayudar a cumplir sus objetivos”, señala Fink.

 

“Reactivar la inversión a largo plazo es también una manera con la que buscamos estimular el crecimiento necesario para abordar los grandes retos en materia de políticas públicas a los que nos enfrentamos, ya sea la financiación de las pensiones, el apoyo a la educación o la modernización de nuestras infraestructuras”, afirma el presidente y consejero delegado de BlackRock.

 

En este sentido, Fink aboga por iniciativas que promuevan la confianza en los mercados de capitales, a los que se refirió como una fuente cada vez más vital de capital de inversión para las empresas en vista de las restricciones al crédito bancario. Estas incluyen:

 

PRIMERO: Reglamentar para proteger las garantías de los clientes en caso de compensación de derivados a nivel central.

 

SEGUNDO: Un régimen de impuestos sobre plusvalías que premie la inversión durante varios años extendiendo el período de retención de una inversión hasta al menos tres años y la imposición de un sistema de tipos impositivos decrecientes para períodos de retención más largos.

 

TERCERO: Inversiones de los gobiernos a largo plazo en infraestructuras, investigación y educación para mantener una mano de obra competitiva y economías en crecimiento.