AXA Investment Managers ha decidido transferir a BNP Paribas Asset Management
la parte que le correspondía en la gama de fondos cotizados EasyETF. Hasta hace unos días, ambas entidades compartían la gestión de estos productos gracias a un acuerdo de asociación que firmaron en 2005. Sin embargo, el pasado 20 de mayo IM transfería la gestión operativa de sus 22 ETF, que están enfocados en diversos mercados (materias primas, inmobiliarios, sectorial, crédito e infrastructuras). Estos fondos cuentan, con datos a cierre de abril, con 1.300 millones de euros en activos bajo gestión.
Una vez se haya completado la transacción, la gama completa de EasyETF (3.400 millones de euros en activos bajo gestión) será integrada y gestionada por un único equipo de gestión, conforme a SIGMA, el índice de los trackers, y el departamento de productos estructurados y de asignación del riesgo de BNP Paribas AM.
“Nos sentimos orgullosos de lo que hemos logrado con BNP Paribas AM durante los últimos cuatro años de nuestra asociación. Los cambios en el entorno económico y el refuerzo de numerosas elecciones estratégicas para AXA IM nos han llevado a reconsiderar la relevancia de nuestra presencia en el mercado de ETF. La gama EasyETF ha alcanzado un nivel de desarrollo en el que parece más apropiado tener un único piloto, y estamos encantados de que BNPP AM esté llevando a cabo ese papel”, explica Thibaud de Vitry, responsable global de AXA IM Investment Solutions asegura.
Denis Panel, director de SIGMA y del departamento de productos estructurados y asignación de riesgo de BNP Paribas afirma que el grupo francés “cree firmemente en el desarrollo potencial del mercado de ETF y es por esto que hoy la sociedad gestora subsidiaria, BNP Paribas AM, está asumiendo la gestión de la gama EasyETF”. Además, según Panel, la gestora está manteniendo “estrechas relaciones con los equipos de AXA IM, para asegurar la continuidad de la gestión de nuestros productos y la protección de nuestros clientes”.
La transacción se producirá a finales del 2009, aunque antes deberá contar con la aprobación de las autoridades regulatorias en Francia y Luxemburgo.