BNY Mellon Global Real Return: posicionado para afrontar una segunda ola de correcciones

Ajedrez
Randy Fath, Unsplash

El declive de la globalización, el aumento de la deuda y el respaldo de las empresas zombis, que de otro modo quebrarían, podrían acabar provocando una espiral deflacionaria. Así lo cree el equipo de Real Return de Newton, concretamente Andy Warwick, gestor de la estrategia BNY Mellon Global Real Return, fondo con Sello FundsPeople 2020, con la calificación Blockbuster.

Tal y como explica, la magnitud y la gravedad de las caídas que sufrió el mercado en marzo, que afectaron de forma simultánea a un conjunto inusualmente amplio de clases de activo, forzaron una intervención sin precedentes por parte de las autoridades. Ni siquiera los denominados activos refugio, como el oro, fueron capaces de ofrecer protección contra las fuertes correcciones que registraron los mercados de renta fija y renta variable durante la intensa volatilidad de marzo.

"Uno de los aspectos más frustrantes durante las recientes turbulencias del mercado fue el mal comportamiento del oro. Normalmente, el metal amarillo actúa como activo refugio pero, como es tan líquido y fácil de negociar, los inversores lo usaron para obtener efectivo, ya que fue prácticamente imposible negociar otros activos, como el crédito, cuando el mercado se paralizó en marzo", explica el gestor.

Los activos alternativos, como las energías renovables o los royalties musicales, que normalmente proporcionan una elevada diversificación con respecto a las inversiones convencionales, también sufrieron bruscas caídas, aunque se recuperaron en abril junto con los activos de riesgo, añade.

Según Warwick, el hecho de que la renta variable global avanzase considerablemente en abril y que la renta variable estadounidense viviese uno de sus mejores meses desde 1987 responde en gran medida a las medidas puestas en marcha en marzo por los bancos centrales para inyectar liquidez y estabilizar los mercados. No obstante, aunque muchos han acogido con satisfacción estas intervenciones sin precedentes de los bancos centrales y los gobiernos, el equipo de Real Return desconfía de lo que Warwick describe como la creciente socialización de las finanzas y de sus potenciales efectos distorsionadores tanto en los mercados de inversión como en las empresas subyacentes.

"Desde la crisis financiera mundial, y especialmente tras las recientes intervenciones de gobiernos y bancos centrales, los niveles de deuda y las distorsiones del mercado vienen aumentando de forma constante», observa el gestor. Esta situación podría dar lugar a un aumento de la inflación, sobre todo teniendo en cuenta que el declive de la globalización podría traducirse en un aumento de los precios de los bienes y servicios a medida que los países relocalizan la producción. Sin embargo, ahora hay tanta deuda en el mundo que la creciente intervención de los bancos centrales podría acabar provocando una espiral deflacionaria".

Warwick también teme que el enorme apoyo estatal al sistema financiero pueda estar erosionando la eficacia tanto de los mercados como de las empresas privadas. "Se podría argumentar que, al prestarle tanto apoyo a los mercados, las autoridades están impidiendo que el capitalismo funcione como debe. En un modelo capitalista que funcione adecuadamente, las empresas improductivas menos rentables cerrarían y las empresas más sólidas y competitivas podrían acceder a más crédito. Sin embargo, los estímulos fiscales más recientes podrían estar manteniendo vivas a muchas empresas zombis", añade.

Dejando de lado las ayudas de gobiernos y bancos centrales, e independientemente de los niveles de inflación, Warwick cree que es importante que los inversores se centren en empresas con modelos de negocio y marcas que presenten cierto grado de inmunidad frente al actual entorno de mercado o que puedan reinventar rápidamente sus modelos de negocio para aprovechar las cambiantes condiciones del mercado. "Las empresas que no puedan cambiar o que tarden demasiado en hacerlo desaparecerán rápidamente, lo que podría provocar muchas quiebras", añade.

¿Rumbo a la recuperación?

El reciente rally de la renta variable refleja el creciente optimismo en que la recuperación económica será relativamente rápida. Sin embargo, Warwick cree que no deberíamos contar con ello, ya que gran parte de los daños recientes se deben a los desequilibrios que ya arrastraba la economía mundial desde la crisis financiera.

Con esto en mente, el gestor afirma que el equipo de Real Return está posicionado para protegerse ante una recuperación lenta y prolongada o, incluso, frente a una segunda ola de correcciones, en caso de que vuelvan a registrarse rebrotes importantes de COVID-19.

El equipo sigue confiando en el valor a largo plazo de las empresas intrínsecamente sólidas y de los activos alternativos, como las energías renovables, que en muchos casos se ven respaldadas por subvenciones gubernamentales. También continúa añadiendo posiciones en oro como cobertura frente a la inflación o la deflación.

"En este entorno, seguimos haciendo hincapié en la capacidad de resistencia de las empresas que forman el núcleo de nuestra estrategia, que normalmente se caracterizan por unos bajos niveles de apalancamiento y unos flujos de caja relativamente fiables. Esto se complementa con una serie de coberturas directas e indirectas gestionadas de forma activa, entre ellas el oro, que ofrece potencial alcista en diversos escenarios potenciales", concluye.