Bogle insiste en la importancia del coste de manejo en su libro “Don´t Count on It!”

Si presuponemos cierta racionalidad en el mercado cabría esperar que los inversionistas demanden bajas comisiones como respuesta a esta correlación negativa. Según Bogle, sin embargo, los costes de manejo en la industria de fondos están subiendo, lo que representaría una ganancia para las administradoras de fondos a costa de una pérdida agregada de rendimiento para los inversionistas finales.

En su libro “Don´t count on It! Reflections on Investment Illusions, Capitalism, “Mutual” Funds, Indexing, Entrepreneurship, Idealism and Heroes”, publicado en 2010, Bogle insiste en la definición de su hipótesis sobre la importancia del coste de manejo: tanto si los mercados son eficientes como si no lo son, los inversionistas como grupo obtendrán un rendimiento inferior al mercado precisamente por el monto total de sus costes de manejo. Este sería la verdad fundamental de la inversión.

No sorprende que el libro trate de forma extensa sobre la innovación más conocida de Vanguard, el fondo índice. Cuando la administradora puso por vez primera estos fondos a disposición de los inversionistas en 1975, sus críticos pusieron el grito en el cielo. Algunos incluso calificaron a Bogle y su producto de anti-americano. El tiempo ha dado la razón a Bogle puesto que 30 años después los activos indexados de Vanguard alcanzan los 300.000 millones de dólares bajo manejo.

En la crítica del libro realizada por CFA Institute aluden a otra importante contribución de Vanguard, ensombrecida por la popularidad de los fondos índice. Vanguard originó la segmentación de los fondos de renta fija en tres categorías: corto, medio y largo plazo. Bogle forma parte del Fixed Income Analysts Society Hall of Fame por esta innovación.

Volviendo al tema central del libro, “Don´t Count on It!” aporta nuevos datos sobre el coste del manejo de fondos y su efecto sobre la industria. Por ejemplo, estima que los costes anuales extraídos por los administradores de fondos de EE.UU. han pasado de 100.000 millones de dólares en 1990 a 530.000 millones de dólares en 2007, señalando que este incremento de costes no ha aportado mucho valor añadido al inversionista final. Por otro lado Bogle señala que el altísimo ratio de fondos fallidos –ha pasado del 13% en la década de los cincuenta a casi el 60% en la actualidad- es culpa de la insistencia de crear fondos nicho enfocados a sectores o estilos de inversión muy concretos.

Esta y otras críticas sobre libros financieros están disponibles en este link del CFA Institute.