Brexit: ¿ahora qué?

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Dos años después de que se votara por sorpresa, el Brexit afronta sus horas más bajas: la marcha del gobierno de dos de sus principales impulsores, David Davies – secretario de Estado para el Brexit- y de Boris Johnson, ministro de Exteriores, ha avivado la incertidumbre cuando tan sólo unos días Theresa May parecía conseguir sentar las bases para un Brexit suave.

Según Chris Bowie, gestor de TwentyFour AM (Vontobel AM), “hasta el momento estos movimientos no son significativos, aunque pueden tentar a algunos diputados conservadores euroescépticos a votar contra los planes del gobierno”. En cualquier caso, según el gestor “parece que los diputados no tienen votos suficientes como para impactar de forma seria en la estrategia del gobierno. Por lo tanto, un brexit suave parece la opción más factible”.

Diseccionando el Brexit

Tal y como relata Karen Ward, Estratega jefe de mercado para EMEA de J.P.Morgan AM, el gobierno de May se había reunido el pasado viernes para delimitar el punto de partida para las negociaciones formales con la UE en torno a una futura alianza con el Reino Unido. “Básicamente lo que el gobierno tenía que decidir el viernes era si dar prioridad a una relación cercana constante con la UE o si intentar intensificar el comercio con otros países para compensar la ausencia de acceso al mercado de la UE. El comercio del Reino Unido presenta un sesgo aplastante hacia la UE y las cadenas de suministro están altamente integradas”, explica Ward.

El detonante de estas dos significativas dimisiones fue la decisión de dar prioridad al comercio de mercancías con la UE mediante el establecimiento de una alianza aduanera, decisión que además podía servir para resolver el problema de una posible frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Pero, al mismo tiempo, implica – como así ha reconocido el gobierno británico- que Reino Unido debería respetar el marco reglamentario impuesto y supervisado por la Comisión Europea y el Tribunal de Justicia de la UE. “A pesar de que esto puede parecer una concesión por lo que respecta a la ambición del Reino Unido de recuperar la soberanía, hay que recordar que el acuerdo sobre la regulación es fundamental para el comercio. Sin unas normas comunes un país no tendría capacidad para obtener cuota de mercado utilizando prácticas que no se adaptan a los valores de otro”, continúa la experta.

La postura de J.P.Morgan AM es que, pese a la preocupación que ha mostrado el mercado por las salidas de Davis y Johnson – en el sentido de que podrían tener un efecto dominó- “por el bien del futuro del Partido Conservador, el plan de la primera ministra obtendrá un respaldo mayoritario”.

La estratega recuerda que aún no está claro si la UE aceptará los términos en los que está trabajando el Ejecutivo británico, tanto en lo relativo al comercio como en cuestiones como la inmigración, donde Inglaterra sigue manteniendo su intención de recuperar el control. “Esto podría poner en peligro la capacidad del Reino Unido para alcanzar un acuerdo general sobre el libre comercio de servicios. Sin embargo, nuestra hipótesis principal es que en última instancia también se alcanzará un acuerdo con respecto a los servicios”, afirma. La experta argumenta que, en caso contrario, se provocaría una fragmentación de los servicios financieros que “elevaría el coste del capital para las empresas europeas y podría perjudicar a la ansiada recuperación de la eurozona”.

Impacto sobre el mercado

“Los activos de crédito británicos son los activos de crédito más baratos a nivel global, debido a la prima sustancial por el brexit que se impuso desde junio de 2016”, afirma el gestor de TwentyFour AM, que recuerda que, al ser evaluadas las últimas propuestas de la primera ministra Theresa May como parte de un brexit muy suave, “los activos denominados en libras esterlinas lo han hecho relativamente bien en este contexto”. “Conforme avance el tiempo, esperamos que la prima por el brexit se reduzca, lo que provocará un mejor comportamiento de los activos británicos”, añade.

Por su parte, la estratega de J.P.Morgan AM mantiene que el escenario que prevén en su firma es que “para finales de año el Reino Unido habrá negociado un Brexit relativamente suave”. En cuanto a los impactos sobre el mercado, su respuesta es clara: “Prevemos una subida generalizada de la libra esterlina que hará bajar la inflación en el Reino Unido en un momento en el que el crecimiento salarial está repuntando. Esto favorecería una mejora de las previsiones económicas de cara a 2019 y muy probablemente un aumento del ritmo de subidas de tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra”.