Buenos primeros trimestres y malos segundos… ¿qué explica este comportamiento?

sad
Kalexanderson, Flickr, Creative Commons

Durante los últimos años parece que los mercados han estado siguiendo unos patrones. El primer trimestre suele ser bueno mientras que el segundo decepciona las expectativas de los inversores de manera drástica. Según explica UBS Global AM en un informe, esto puede deberse, en parte, a que las expectativas de los economistas cambian al hacerlo los datos económicos, y también puede tener que ver con la adaptación a la estacionalidad. “La crisis financiera golpeó de la manera más fuerte durante el último trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2009. Durante estos periodos, los cambios fueron tan grandes que es posible que los modelos económicos de ajuste estacional hayan interpretado algunos de estos comportamientos como estacionales y se hayan adaptado demasiado”.

Este fenómeno también se ha visto propiciado por el momento de cambios estructurales en la política y las medidas adoptadas en que nos encontramos. “A los mercados financieros se les presupone una habilidad para detectar patrones y beneficiarse de ellos, de forma que, si el precio de un activo tiende a comportarse de una determinada manera durante un periodo de tiempo, el mercado debería darse cuenta rápido y comprar o vender el activo anticipándose a los movimientos. Estas oportunidades de arbitraje deberían ser arbitradas, ya que si la economía se comportara todos los años de la misma forma, el mercado se daría cuenta de ello y también los economistas”.

A pesar de que en los últimos años el mercado haya seguido unos patrones, el primer trimestre de 2013 ha sido un poco mejor de lo esperado, mientras que el segundo trimestre del año está decepcionado las expectativas de manera importante. Tal y como explican en UBS Global AM, en 2011 y 2012 los datos económicos cumplieron o mejoraron las expectativas de los economistas para los primeros meses del año, mientras que el segundo trimestre los datos arrojaban peores resultados, que empezaron a recuperarse hacia la segunda mitad del trimestre. El índice ‘economic surprise’ para G-10 ha seguido prácticamente el mismo patrón que años anteriores. “Los economistas tienen parte de culpa de esto”.

Un índice ‘surprise’ no está hecho para mostrar el comportamiento real de la economía, sino para conocer en que medida este comportamiento sorprende a los inversores, estos dos factores están correlacionados ya que los economistas no tienen la habilidad para detectar cambios de dirección de los datos. “Si los economistas se muestran optimistas al principio del año, y los datos económicos son optimistas, el índice ‘surprise’ se mueve lateralmente. Mientras que si los datos económicos son negativos, los economistas se sienten atrapados, lo que se transformará en una caída del índice ‘surprise’, a la que los economistas tardarán en adaptar sus expectativas. Cuando lo hagan puede que los datos económicos sean mejores y que el índice vuelva a subir”.

Por lo tanto, UBS Global AM consideran demostrado que los índices ‘surprise’ se mueven dependiendo de los datos económicos y después suelen producirse los cambios en las expectativas. Parece claro que a los economistas no se les da muy bien predecir comportamientos, pero ¿y los mercados? “Parece que tampoco. Durante los últimos dos años, los activos de renta variable se han comportado bien el primer trimestre y no tan bien en el segundo. Los bonos de deuda pública, en general, se han mantenido en la misma posición durante el primer trimestre y después empezaron a subir de forma muy rápida. De momento el primer trimestre de 2013 los mercados han seguido el mismo patrón de comportamiento, y los mercados están tan sorprendidos como los economistas”.

¿Y los mercados de bonos?

Los mercados de crédito no muestran el mismo comportamiento de cambios, sino que han subido el primer y el segundo trimestre de 2011 y 2012. Durante los últimos años, a diferencia de otros activos, el mercado de crédito no ha seguido el patrón durante la segunda mitad del año. “Tal vez los mercados han sido más optimistas. Los errores cometidos en las previsiones pueden estar relacionados con las complicaciones que conlleva ajustar los modelos a los cambios estacionales. Prácticamente todos los datos económicos que se publican, son ajustados a las estaciones. Un ejemplo de lo que ocurriría si no se realizasen este tipo de ajustes es que la mayoría de los indicadores se dispararían en diciembre en la época de navidad y caerían en picado en enero. La idea de ajuste estacional se debe a que parte del comportamiento que caracteriza los patrones estacionales se puede predecir, y por lo tanto se pueden utilizar formulas estadísticas para paliar el efecto que producen”.

Aparte de perjudicar la economía a nivel global, la crisis financiera también a afectado a estos ajustes estacionales. La recesión económica tuvo su punto álgido en el cuarto trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2009. Algunos de estos cambios fueron tan fuertes que fueron interpretados como cambios estacionales. “En consecuencia, durante bastante tiempo parece que los datos se han adaptado demasiado hacia arriba durante el último trimestre del año y el primero del año siguiente y, por lo tanto, el segundo y tercer trimestre se han ajustado también demasiado hacia abajo. De todas formas, este efecto debe ser temporal igual que los modelos de ajuste”. 

“Aunque los factores estacionales expliquen parte de los comportamientos que caracterizan los patrones seguidos durante los últimos años, estos comportamientos, también pueden deberse al impacto de los cambios en la política y las medidas económicas adoptadas. Si no se producen más cambios estructurales en la política y en las medidas económicas no hay muchas razones para creer que los mercados seguirán los patrones de comportamiento durante el segundo trimestre del año. Claro que, tanto los políticos estadounidenses y su ‘secuestro’ y los europeos con el rescate a Chipre y la inestabilidad política de Italia, afectarán al segundo trimestre del año”.