¿Buenos tiempos para la inversión value en Europa? Estos son los aspectos que debe tener en cuenta

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Foto cedida

¿Son buenos tiempos para los inversores value? “Llevo gestionando renta variable con un estilo value desde hace 15 años y al cargo del fondo desde su lanzamiento en 2008. Ha sido un viaje fascinante, pues el value atravesó entonces su peor periodo en 40 años. Ha sido muy satisfactorio ver que incluso aunque fueran activos fuera del favor de los inversores hemos batido al mercado”, responde Richard Halle, gestor del M&G European Strategic Value. 

¿Cómo ha conseguido esta ventaja? ”Tenemos una preferencia de inversión muy fuerte hacia valores de calidad, estables y con aversión al riesgo. Pensamos mucho en el proceso de inversión cuando lanzamos el producto, porque no queríamos una estrategia que pudiera ser replicable por un ETF, y que combatiera dos problemas: la volatilidad y las trampas de valor”, indica el gestor de M&G Investments. Éste insiste en que siempre se ha mantenido fiel al estilo value: “Para muchos inversores es difícil comprar un fondo que se mantenga value a lo largo del tiempo, los fondos suelen experimentar cambios”. 

La definición de valor con la que trabaja se centra en la búsqueda de compañías con problemas en el corto plazo que generen valoraciones que no sean realistas:  “Quiero compañías que parezcan baratas porque presenten problemas en el corto plazo. Podemos llegar a comprar valores que parezcan muy distressed”, aclara Halle. Éste indica que su medida de referencia – aunque no la única- es el descuento por valor en libros; todos los nombres seleccionados presentan de media un descuento entre el 25% y el 30% por valor en libros. 

Aunque este enfoque abarca a compañías con historias de reestructuración, el mayor énfasis se pone sobre compañías con balances muy fuertes para eludir las trampas de valor. “Muchos gestores realizan un análisis fundamental, pero dedican mucho de su tiempo a evaluar el potencial alcista. Nosotros pasamos mucho tiempo pensando en el riesgo a la baja de los valores”, indica al respecto. Entre las cualidades que exige a los valores seleccionados figuran aspectos como las barreras de entrada, que presente una estructura de capital adecuada, que el negocio sea viable y que el equipo directivo presente propuestas en línea con las expectativas de M&G. 

La cartera contiene habitualmente entre 60 y 100 acciones, y actualmente se sitúa en 80 nombres. “Si compras continuamente  compañías con una rentabilidad/riesgo a tu valor, entonces sabes que la cartera lo hará bien. Como inversor value, sé que muchas compañías pueden sorprender, por eso es difícil tener una gran convicción sobre cada valor que compro. La clave está en que la repetición del proceso nos permite seguir comprando los valores ganadores”, aclara Halle. Éste indica que suele mantener los valores una media de 3,5 a 4 años: “Si pensamos al comprar un valor que está muy barato si preferimos los retornos que genere a seis meses o a tres años, los tres años suele ser la pregunta clave. Nos sentimos cómodos esperando a que lleguen los retornos”. 

¿Es la hora del value? 

Para responder a esta pregunta el gestor pide un poco de perspectiva, llamando la atención sobre el hecho de que la prima value ha prevalecido durante décadas. Para él, la clave está en que los mercados cada vez son más cortoplacistas: “La presión sobre los gestores por parte de los participantes del mercado (los clientes, los jefes, la propia presión psicológica del gestor) se ha ido volviendo más fuerte porque ahora se tiene un mayor acceso a la información, se puede tener una mayor monitorización de los fondos.  Mucha gente dedica demasiado tiempo a pronosticar cuál va a ser el beneficio por acción (BPA) a cinco años de una compañía y yo creo que eso es muy difícil de predecir, prefiero mirar cuánto del BPA está hoy en precio y si se corresponde con un escenario negativo o positivo. Miraremos qué puede pasar con el valor si no se cumplen las expectativas de beneficios, pero no pasamos tiempo diagnosticando qué hará en cinco años porque nos equivocaremos”, sentencia. 

En opinión de Halle, hoy en día los mercados están totalmente en precio, especialmente los europeos. Pero, bajo su punto de vista, “los hechos no justifican la valoración”, dado que observa que el precio/valor en libros se sitúa por encima de su media de 40 años. “Dado que el nivel de los retornos se ha incrementado en los últimos 40 años, el precio/valor en libros no debería estar por encima de su media histórica”, señala. 

Entonces, ¿dónde están las oportunidades? “Debido a la débil situación de Europa, muchos inversores han comprado los valores más estables y defensivos, que se han puesto caros, mientras que los más cíclicos se han abaratado. Esto supone que todavía queda un gran número de valores baratos, ahora está siendo un tiempo muy interesante para el value porque puedes crear una cartera muy barata y diferenciada”, declara Halle. 

Éste considera que el fenómeno de los tipos negativos más el QE van a producir una rotación dentro de la renta variable: “Como consecuencia de los tipos negativos se ha producido una fuerte rotación hacia la renta variable que ha provocado un incremento exagerado en los precios de los valores de calidad. Creo que el siguiente paso, el segundo nivel, es que los valores con sesgo value empezarán a brillar. La prima con respecto a los valores growth está muy ajustada, desde 1988 sólo ha habido la misma diferencia  durante la burbuja de las puntocom y en 2008. El mercado está muy disperso”. 

Para adaptarse a este nuevo escenario, Halle ha optado por rotar la cartera en los últimos meses desde los valores de mayor capitalización a los medianos-pequeños, al considerar que éstos últimos presentan más oportunidades value. Por regiones, actualmente sobrepondera la zona euro, pero infrapondera los países de la periferia. 

A nivel sectorial, en los últimos seis a nueve meses él y su equipo han sido más activos en el sector energía por la caída de los precios del mismo, pues han aprovechado las ventas de otros inversores para comprar nombres que puedan resistir una caída prolongada del crudo. También le gustan los valores del sector consumo, pero no el básico porque considera que las valoraciones están caras sino el segmento minorista: “Son negocios de toda la vida que han sufrido con la llegada de internet y que ahora se están adaptando con ofertas multicanal”, explica. 

Halle admite que ha tenido que tomar beneficios sobre algunas compañías al considerar que se habían encarecido, y además ha reducido el peso de otras posiciones en cartera. Debido a estas decisiones y a la entrada de flujos en los últimos meses, actualmente la posición de efectivo es del 8% pero asegura que la reducirá a medida que la reinvierta.