¿Burbuja en la biotecnología? “No pueden descartarse decepciones a escala individual”

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Foto cedida

La biotecnología ha sido uno de los sectores con más tirón en los últimos tiempos: el índice MSCI World Biotech subió un 67,7% en 2013, y un 141,6% en dos años. Además, las valoraciones se han más que duplicado desde los mínimos de diciembre, y actualmente cotizan a 8 veces su valor sobre las ventas, según indica Michael Sjöström, gestor para Pictet AM del fondo Pictet Biotech.

Los cálculos de Sjöström apuntan a que este tipo de compañías todavía tiene potencial para incrementar sus ventas a un ritmo entre el 15% y el 20% anual para los próximos tres años, por lo que superarían ampliamente al sector farmacéutico. No obstante, por las propias dinámicas del negocio, cada vez hay más inversores con una postura cautelosa, y de hecho el gestor recomienda ser cada vez más selectivos.  

El gestor recuerda que gran parte de la subida bursátil se puede atribuir en parte a una serie de elementos positivos, como “la mejora de fundamentales, sólido comportamiento de productos recientemente lanzados, mejora del entorno regulatorio en EEUU, nuevas e importantes aprobaciones y éxitos de ensayos clínicos, además de la elevada actividad de fusiones y adquisiciones”. “Las recientes aprobaciones de varios superventas y progreso de proyectos en curso posicionan a la industria para un continuo crecimiento, pese al deterioro de precios”, añade.

Entre las biotecnológicas que han lanzado nuevos productos al mercado o las que están consiguiendo resultados positivos en los ensayos de nuevos medicamentos, Sjöström destaca nombres como Gilead, United Therapeutics, Biogen o Celgene. Dentro de los movimientos corporativos, destaca la adquisición de Algeta por parte de Bayer, la compra de Shire por Viropharm y la alianza entre Celgene y Oncomed para el desarrollo y comercialización de terapias contra el cáncer mediante células madre. 

“De todas formas el desarrollo de aplicaciones farmacéuticas sigue siendo un negocio arriesgado y las probabilidades de éxito clínico no han cambiado. Además ahora es más difícil batir expectativas y no pueden descartarse decepciones a escala individual”, advierte Sjöström. También señala como desafíos para el futuro el desarrollo de genéricos de aplicaciones biotecnológicas (biosimilares), tras la mejora del marco regulatorio en el último año. El gestor alerta de que “la inmunidad a esa competencia puede cambiar, desafiando a empresas establecidas y beneficiando a algunos productores bien situados como Amgen o Biogen Idec”. 

En este entorno, la estrategia del Pictet Biotech se sigue centrando en empresas de mediana y gran capitalización especialmente que están entrando en nuevos ciclos de productos, aunque el gestor constata que las small caps y microcaps encierran las mayores oportunidades aunque también impliquen mayores desafíos. “Dada la fuerte rentabilidad generada los últimos 24 meses y especulación en torno a fusiones y adquisiciones seremos cada vez más selectivos”, concluye Sjöström.