La entidad registra del tirón una decena de productos para una modalidad de carteras denominada CaixaBank Smart Money. El coste medio de estos vehículos asciende al 0,28%.
Las gestoras españolas siguen poniendo a punto sus gamas de fondos con la vista puesta en MiFID II. A la hora de responder a como afrontaban el reto que supone la nueva normativa, Juan Bernal, director general de CaixaBank AM, ya anticipaba que la estrategia de la gestora era estar cerca del cliente apoyado en un modelo de asesoramiento que está centrado en las carteras de gestión discrecional.
En este sentido, además de los productos de gestión discrecional denominados Carteras Valor, la gestora ha querido ampliar su servicio con una nueva modalidad, CaixaBank Smart Money. Esta nueva línea de carteras estará, en principio, compuesta por una decena de fondos que la gestora acaba de registrar en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Se trata de la gama CaixaBank Smart Money, en la que ocho son fondos que invierten un máximo del 45% en otras instituciones de inversión colectiva y sólo dos son fondos de fondos, pudiendo invertir más del 50% en otros vehículos. La comisión media de estos productos asciende al 0,28%, además del 0,02% de la comisión de depositaría de todos ellos.
Seis de los 10 productos son de renta fija y los restantes de renta variable, donde cubren los cuatro mercados principales: Europa, EE.UU., Japón y Emergentes. En el mercado de bonos, la nueva gama está compuesta por un fondo de renta fija gobierno, inflación, privada, high yield, emergente y un monetario. En este grupo se encuentran los dos fondos de fondos utilizados para cubrir el mercado de deuda high yield y emergente, respectivamente.
