Cambios en el JPM Global Income: incrementando convicción en bolsa estadounidense y reduciendo en duración

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Foto cedida

Olivia Mayell es la responsable de producto del JPM Global Income, uno de los fondos de rentas más populares de J.P.Morgan AM. El patrimonio actual de este producto roza los 9.000 millones de euros, 250 de los cuales están en el mercado español. Se trata de un fondo mixto global denominado en euros, con cinco estrellas Morningstar, cuyo objetivo es pagar un cupón de entre el 4% y el 5%. Los gestores mueven la cartera de forma flexible en función de dónde encuentran las mejores oportunidades generadoras de rentas a nivel global, yéndose a aquellas clases de activos que, a su entender, ofrecen el mejor binomio rentabilidad/riesgo. Funds People se ha reunido con Mayell en el marco del Media Tour organizado por la gestora estadounidense en Londres, para conocer cuál es la estrategia que están siguiendo actualmente.

Una de las decisiones estratégicas clave que han tomado a partir de su visión top down del mundo es sobreponderar las acciones frente a los bonos. De hecho, en estos momentos, el peso de la renta variable en la cartera es del 60%. “Estamos felices de haber elevado nuestra exposición al mercado de acciones. Aceptar el riesgo de la renta variable te compensa en términos de rentabilidad en los mercados desarrollados. Las acciones seguirán dominando la cartera durante los próximos 6-8 meses”. Quizás el cambio más significativo realizado por el equipo en las últimas semanas haya sido el mayor interés que han sentido por la bolsa estadounidense.

“Priorizamos la renta variable desarrollada a la emergente y, dentro de los mercados desarrollados, hemos incrementado nuestra convicción en EE.UU”, revela Mayell. Esta mayor apuesta por el mercado estadounidense se debe -según explica- a la recuperación relativamente sostenida que está experimentando su economía y a que este mercado siga su propio camino de manera independiente al resto. “Esperamos una aceleración del crecimiento económico. El hecho de que nos guste EE.UU. no quiere decir que no nos guste Europa, donde las políticas del BCE están siendo de gran ayuda. En términos generales, en el mundo desarrollado los fundamentales siguen sirviendo de apoyo para la renta variable, aunque encontrar oportunidades se ha vuelto más difícil”.

Sus grandes apuestas bursátiles corresponden a compañías que hayan destacado por la consistencia en el pago de dividendo. “Buscamos empresas que ofrezcan una atractiva rentabilidad por dividendo. Es un segmento del mercado que continuará siendo muy popular”, asevera la experta. En este sentido, estas las encuentran a uno y otro lado del Atlántico. Royal Dutch Shell, Microsoft, Johnson & Johnson, Vodafone, Unibail-Rodamco, Chevron o Roche son algunos de los nombres que mantiene actualmente en cartera, valores que en la mayoría de los casos se caracterizan por seguir una política de retribución muy favorable para los intereses del accionista.

Ni deuda pública desarrollada ni investment grade estadounidense

En renta fija, el equipo del JPM Global Income descarta invertir por ahora en determinados segmentos del mercado que considera caros. Antes, la deuda pública española era un activo en el que encontraban valor. Tan es así que los bonos españoles eran una de las principales posiciones de la cartera. Hoy, tras el fuerte rally vivido, eso ha cambiado. “Actualmente no mantenemos ninguna exposición a deuda soberana de mercados desarrollados, ni tampoco a bonos con grado de inversión en Estados Unidos, segmentos en los que no apreciamos valor. En high yield también hemos reducido posiciones, concretamente del 25% al 20% actual”, señala.

“En términos de crédito, favorecemos el high yield americano. Nos gusta más por ser un mercado de mayor liquidez y más diversificado a nivel sectorial y por tipo de compañías. Las empresas europeas gozan de buena salud y en nuestro proceso de selección preferimos aquellas afincadas en países donde la recuperación económica está siendo más acentuada, como es el caso de Reino Unido o el sur de Europa”. Mayell pone de manifiesto que, en renta fija, en el equipo se muestran menos negativos de lo que lo estaban anteriormente, al considerar que el riesgo de caída es menor. “Recomendamos deshacer posiciones si se materializan beneficios”, indica la experta.

Cambios importantes en términos de duración

Respecto al resto de la cartera, Mayell explica que entre sus apuestas también figuran el dólar, los bonos convertibles y las emisiones de entidades financieras estadounidenses, las cuales ven muy seguras. En renta variable emergente, la exposición es muy baja. “El binomio rentabilidad/riesgo no compensa”, asegura. Las apuestas se limitan a compañías con una atractiva rentabilidad por dividendo. En lo referente a la renta fija emergente, han incluido emisiones en divisa extranjera (principalmente dólares) como fuente de diversificación de la cartera. Una de las decisiones más importantes en renta fija fue la tomada la semana pasada en términos de duración, que ha sido reducida significativamente. Antes estaba ligeramente por debajo de los tres años y ahora se sitúa en los 1,5 años.