Cambios en el M&G (Lux) Optimal Income: así ha movido la cartera Richard Woolnough con la crisis del coronavirus

Richard Woolnough (M&G)
Richard Woolnough (Funds People)

Cambios de posicionamiento en el M&G (Lux) Optimal Income. En las últimas semanas su gestor, Richard Woolnough, ha visto un cambio significativo en el panorama económico, pasando de un escenario de crecimiento sólido donde no parecía tener sentido que los bancos centrales mantuvieran las tipos en niveles tan bajos, a un escenario donde los tipos a cero son justificables. En opinión del responsable de este fondo con Sello FundsPeople 2020, con la triple calificación, Favorito de los Analistas, Blockbuster y Consistente, el Covid-19 probablemente dejará tras de sí el mayor colapso y la mayor recuperación que hayamos visto en el PIB semanal y mensual en muchos países. Y aunque espera que con todos los estímulos que han sido anunciados la economía se recupere con fuerza una vez superada la crisis sanitaria, habrá algunos efectos a largo plazo que le ha parecido conveniente reflejar en la cartera y que ha querido explicar a FundsPeople.

1. En primer lugar, el fondo ha entrado posicionado en este periodo de volatilidad con un alto porcentaje en activos libres de riesgo en cartera, casi el más alto en la historia desde su lanzamiento en 2007. A cierre de enero la liquidez del fondo alcanzaba el 36,8% de la cartera, situándose a cierre de marzo en el 35,6% entre bonos de gobiernos desarrollados y liquidez. “Este posicionamiento funciona tanto como colchón para flujos como para aprovechar las oportunidades de compra que consideramos más atractivas tras las fuertes caídas en algunos activos en los últimos días. En este sentido, seguimos viendo importantes dislocaciones en el mercado que aprovecharemos en función del perfil de rentabilidad/riesgo de cada emisión”, afirma Woolnough.

2. En segundo lugar, la deuda con grado de inversión representaba a cierre de marzo el 40,3% del fondo. Las diez principales posiciones corporativas están todas en esta categoría, variando entre BBB y AAA, y representan en torno al 16% de la cartera. “En grado de inversión tenemos hoy preferencia por emisiones BBB de compañías bien capitalizadas, con suficiente liquidez en el balance, que recientemente han estado recomprando su deuda o incluso reteniendo el dividendo. En cuanto a sectores, en este momento infraponderamos el financiero y sobrepronderamos el de las telecomunicaciones”.

3. En high yield, uno de los sectores donde la corrección de diferenciales ha sido más sensible, el fondo tiene en este momento una exposición por debajo del 16% (su posicionamiento neutral sería un 33%) centrada en los tramos de mayor calidad, BB, con un sesgo más europeo y con una mínima exposición a energía. “La mitad de la exposición en high yield está en índices de CDS con enorme liquidez.

En cuanto a crédito y en líneas generales, nos parece alentador el incremento de actividad en el mercado primario tras la intervención de los bancos centrales. El volumen de emisiones es elevado, así que estamos incorporando nombres sin prisa y siendo muy selectivos”.

Cambios en la cartera

Dado que el nuevo escenario de tipos permanecerá anclado a cero, y Woolnough cree que lo hará durante un periodo significativo, el gestor ha aumentado la duración de la cartera desde los 1,3 a los 2,75 años a cierre de marzo, principalmente la duración en la  curva norteamericana, aprovechando el aumento de su pendiente. “A principios de marzo encontramos buenas oportunidades en futuros y TIPs, que alcanzaron unas valoraciones muy atractivas en términos absolutos y de breakeven. En general, hemos estado mucho más activos en términos de duración y, en este sentido, los movimientos efectuados en la cartera estos últimos días me recuerdan a los que hicimos tras el Referéndum del Brexit, cuando aumentamos duración y la exposición a deuda ligada a la inflación”.

Aunque la exposición siga estando muy por debajo de lo que sería un nivel neutral para su fondo, Woolnough ha estado incrementando el peso en high yield. A cierre de enero tenía en torno al 8% y ahora casi ha duplicado la posición, principalmente a través del índice itraxx Crossover principalmente, para aprovechar la rapidez del movimiento y aumentar la liquidez.

También cuenta ahora con un mayor peso de bonos ligados a la inflación, con una posición que es del 10,8% (5,4% de la eurozona y 5,4% de Estados Unidos). “Con la caída del precio del petróleo la inflación implícita para los próximos cinco años era prácticamente 0, lo que nos parece exagerado”.

Como el mercado de CDS se ha comportado mejor que el de bonos físicos, Woolnough ha empezado a hacer una apuesta de valor relativo, largo de bonos físicos y cortos de Itrax Euro Investment Grade. Ha aumentado también un 2,5% en subordinadas financieras. “Teníamos las posiciones cubiertas a través del índice de CDS y eliminamos esa cobertura completamente”, revela.

También ha reducido ligeramente su posición en renta variable de niveles de en torno al 5% a un 3,1% actual, en especial en el sector financiero. “Esta decisión no tiene que ver con que pensemos que las entidades tengan problemas de gestión o estén mal capitalizadas, sino con que el comportamiento de los bancos suele estar ligado al de las economías donde operan”.

A su juicio, es pronto aun para saber cuánto durarán los efectos de la crisis sanitaria, pero sí sabemos que las compañías afrontarán la crisis de manera distinta según sea su sector. “La clave estará en identificar adecuadamente qué parte de la estructura de capital, compañía y sector sufrirá el impacto con más intensidad. Creemos que esta será una recesión corta y aguda que tendrá como resultado una alta disparidad en las rentabilidades que nos ofrezcan los activos así que, ahora más que nunca, la capacidad de análisis para la selección de activos jugará un papel fundamental”, concluye el gestor de M&G Investments.