Cambios en la estrategia del M&G Optimal Income: duraciones negativas en Europa y reduciendo peso en renta variable

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Foto cedida

Cambios significativos en la estrategia del M&G Optimal Income. Si bien los temores sobre la recesión y la deflación continúan guiando el sentimiento del mercado de renta fija en Europa, Richard Woolnough cree que los mercados han descontado una perspectiva macroeconómica excesivamente bajista en la región. En consecuencia, por primera vez en la historia, el gestor se ha posicionado con duración negativa a los activos denominados en euros, lo que –según explican desde la entidad- pone de manifiesto su capacidad para seguir gestionando con habilidad la cartera a pesar de su tamaño, que actualmente alcanza los 37.600 millones de euros (4.000 de los cuales están en España).

Según el experto de M&G Investments, los inversores están demasiado preocupados por la deflación debido a la introducción constante de estímulos monetarios por parte del Banco Central Europeo. “Algunos factores, como unos costes de financiación considerablemente menores y las primeras señales de descenso del desempleo, deberían conducir a una mejora de la economía en general”. En el mercado de bonos, las preocupaciones sobre el persistente problema de la deflación en Europa se han traducido en la reducción de la rentabilidad de los bonos alemanes —la referencia de la zona— hasta nuevos mínimos.

Woolnough cree que las perspectivas para Europa son más sólidas de lo que espera el consenso, y que las rentabilidades del bund han caído demasiado como para ofrecer un valor real. El fondo no se ha expuesto a activos denominados en euros durante varios meses, pero dado el continuo aumento de las rentabilidades, el gestor ha añadido en el fondo una posición con una ligera duración negativa a activos denominados en euros, lo que permite al fondo que su comportamiento pueda beneficiarse del aumento de la rentabilidad de los bonos alemanes (ver gráfico 4). La duración global de la cartera es actualmente de 3,1 años.

Woolnough sigue creyendo que las economías de Reino Unido y Estados Unidos se verán reforzadas, con tendencias positivas en los ámbitos de empleo y vivienda como principales motores de crecimiento en ambos mercados. Asimismo, considera que el riesgo crediticio aún es atractivo, dado que los diferenciales siguen ofreciendo una recompensa adecuada en un entorno en el que las condiciones económicas están mejorando y los impagos crediticios son bajos. Cree que ser selectivo es un factor clave. Actualmente, los emisores preferidos de Woolnough son compañías con calificación Investment Grade dentro del segmento BBB.

De hecho, la posición en bonos con grado de inversión ha aumentado ligeramente a lo largo del último mes, al pasar del 54,7% al 55,1%. Justo lo contrario es lo que ha hecho en el mercado de deuda de alto rendimiento, donde el gestor ha reducido ligeramente la exposición. En concreto, Woolnough ha rebajado su exposición al high yield del 28,5% al 28,3%. Lo que también ha recortado ha sido su posicionamiento en renta variable, cuyo peso en el fondo apenas alcanza actualmente el 2,7%. Este porcentaje es resultado de la paulatina venta de acciones llevada a cabo por parte del gestor desde principios de año, cuando la exposición al mercado de acciones se situaba en torno al 13%.

Entre los motivos que han empujado a Woolnough a tomar esta decisión está la fuerte subida experimentada por la renta variable durante los últimos meses, lo que sumado al buen comportamiento registrado por esta clase de activo en los últimos años había hecho que muchas compañías que poseía hayan perdido interés para el gestor. El pasado mes de mayo, el propio Woolnough se mostraba menos optimista con respecto a las acciones en la III Morningstar Investment Conference celebrada en Madrid. “En el mercado de renta variable soy un turista y solo acudo a él cuando las acciones están ridículamente baratas”, afirmaba entonces en su cara a cara con Juan Antonio Bertrán, gestor de Cartesio.