Carla Bergareche (Schroders): “Ignorar los alternativos sería como ignorar la bolsa europea o la deuda corporativa estadounidense”

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Firma: cedida (Schroders).

Diversificación y rentabilidad. La escasez de dos ingredientes cruciales para el inversor explican el auge de los activos alternativos en la industria de fondos. Según datos del Estudio Institucional de Inversión realizado por Schroders en 2020, incluso cuando la pandemia estaba en el pico de incertidumbre, las asignaciones de los inversores institucionales a los activos privados seguían aumentando. Y es que desde 2009 el mercado de capital riesgo ha duplicado su tamaño.

Los alternativos han florecido con la actual crisis. Para Carla Bergareche, directora general de Schroders para España y Portugal, hay un claro motivo. “Ahora más que nunca los clientes necesitan una verdadera diversificación en sus carteras y aumentar sus fuentes de rentabilidad”. Aunque la renta variable y la renta fija pueden no estar correlacionadas a largo plazo, suelen estarlo mucho en un entorno de crisis de mercado. “Es posiblemente cuando más se necesita la diversificación”, insiste Bergareche.

Nuevas fuentes de rendimiento

“Los alternativos representan una parte cada vez mayor del mercado. Ignorarlos sería como ignorar la renta variable europea o la deuda corporativa estadounidense”, sentencia. En su opinión, para tener una cartera sólida y diversificada, es importante considerar los alternativos como parte de la asignación estratégica de activos y del conjunto de herramientas de construcción de la cartera. Y por supuesto, también diversificar dentro del propio mercado de alternativos.

Ya sea por anticiparse a la demanda o por responder a ella, lo cierto es que las gestoras han apostado fuerte por los alternativos. Como tocamos en un reciente artículo en la revista de FundsPeople de julio-agosto, estamos viendo varias operaciones corporativas concentradas en este espacio. Gestoras internacionales que se refuerzan en alternativos ya sea lanzando su propia línea o creciendo de manera inorgánica. La propia Schroders recientemente consolidó su negocio de alternativos ilíquidos en la división Schroders Capital y ofrece soluciones alternativas líquidas a través de su plataforma Schroder GAIA.

Y es que para Bergareche el recorrido de los alternativos no ha hecho más que empezar. Ve poco probable que el problema de los tipos cero desaparezca a corto o medio plazo. “Hay argumentos para que la represión financiera a través de la política persista durante mucho más tiempo. Incluso cuando los tipos salgan de cero o dejen el territorio negativo”, vaticina. En consecuencia, el inversor tendrá que considerar la diversificación de las fuentes de rendimiento más allá de los mercados tradicionales, o del pensamiento tradicional.

Un derecho de los inversores particulares

Es un mensaje que hace tiempo que interiorizaron los inversores institucionales. Ahora, reconoce Bergareche, el reto de la industria es llegar al retail. Incluso más que un reto, diría que es un deber. “Los inversores particulares se merecen acceso a la oportunidad que es el capital riesgo. Es importante que las gestoras busquemos soluciones que permitan la democratización de esta clase de activos”, defiende.

El porqué de este aún bajo acceso del particular al universo de alternativos es comprensible. Como explica la experta, normalmente son clases de activo con altas barreras de entrada debido a la complejidad de la clase de activo y la iliquidez de sus activos subyacentes. Además, suelen tener mínimos de entrada muy altos que dificultan aún más su acceso. Pero podríamos estar ante un punto de inflexión. La evolución de la regulación y de las inversiones implica que un amplio grupo de inversores minoristas, desde los que tienen grandes patrimonios hasta los que cuentan con un plan de aportaciones definidas, van a aumentar sus asignaciones. Así lo vaticina Bergareche.

Tres oportunidades de inversión

Schroders lleva más de una década apostando por la inversión en alternativos. Desde fondos más líquidos, como el recientemente lanzado Schroder GAIA II Specialist Private Equity, a ideas menos líquidas. Si tuviera que destacar las oportunidades que más le llaman la atención, Bergareche destaca tres ideas: la deuda de infraestructuras, los valores vinculados a seguros (ILS) y el capital riesgo.

La deuda de infraestructuras presenta un carácter defensivo y al atractivo tratamiento del capital en el marco de Solvencia II. Por otro lado, los valores vinculados a seguros (ILS) son instrumentos de tipo flotante. Una parte del cupón pagado se basa en el rendimiento del mercado monetario. Sin embargo, el cupón se reajusta trimestralmente, lo que significa que los cambios en la política monetaria apenas influyen en el valor del instrumento. Además, la mayor parte del cupón se basa en la prima de riesgo.

Por último, el capital riesgo. Aquí, mientras la prima de iliquidez se está reduciendo por la entrada cada vez mayor de inversores, aún se puede contar con lo que se define como la prima de complejidad. Es decir, el exceso de rentabilidad impulsado por el nivel de compromiso necesario tanto en la búsqueda de una operación como en las habilidades y el trabajo necesarios para que sea un éxito. El precio a pagar por entrar en áreas más especializadas y de más difícil acceso. Por ejemplo, en Schroders detectan que está surgiendo un gran número de oportunidades en el capital riesgo chino. Sin embargo, las restricciones al acceso de los extranjeros al mercado en moneda local hacen que muchos inversores no puedan acceder a las operaciones más atractivas.