Carta de mayo de Eric Le Coz
Las negativas perspectivas sobre la moneda única han llevado a Carmignac a reducir su exposición al euro a su mínima expresión: así, en el fondo Carmignac Patrimoine es tan sólo del 15%, mientras la totalidad de la cartera del Carmignac Investissement está expuesta al dólar y a divisas emergentes, como ya adelantó Funds People.
Y es que “la debilidad del euro es inexorable y sistemática”, según declara Eric Le Coz en su carta de mayo, titulada “Eres el rival más débil, adiós”, haciendo referencia a Grecia. “No hay duda alguna de que el país tiene la culpa, puesto que no ha hecho ningún esfuerzo de reforma estructural para mejorar su competitividad y porque ha mentido sobre el estado de sus finanzas públicas, si bien es sólo la punta del iceberg”, asegura. De hecho, considera que el riesgo de contagio no puede descartarse y que su consecuencia directa “es la necesaria cura de austeridad fiscal que debe emprender un número nada desdeñable de países europeos”. Una cura que derivará en el mantenimiento de una política monetaria más flexible por parte del BCE que será favorable para la renta variable, sobre todo para las exportadoras europeas, ayudadas también por un euro más débil.
Con todo, el crecimiento global sigue su curso, especialmente de la mano de EEUU, mercado en el que los dos fondos antes mencionados han mantenido una asignación cercana al 20% de su patrimonio en renta variable en el tema de la recuperación estadounidense. Un hecho que “equilibra un poco el crecimiento mundial, hasta el momento completamente dependiente de las poderosas locomotoras emergentes”.
Reequilibrio mundial
Con todo, la revisión de éstas es al alza para Carmignac, en un entorno en que “ya no se trata únicamente de China”. Y es que el país “va a reevaluar su moneda y arrastrará con ella a otras monedas asiáticas. Esta situación dará lugar a una atenuación del temor a las tensiones inflacionistas sin alimentar la competitividad del sector manufacturero, además de permitir que el país incremente su poder adquisitivo y de consumo interno; en resumidas cuentas, un auténtico reequilibrio mundial”.
Para Le Coz, “en medio de la tormenta, nos tomamos muy en serio nuestro papel de tratar de preservar los activos, por lo que reducimos temporalmente la exposición a los riesgos del mercado de nuestras carteras”, una decisión a la que contribuye haber destinado parte de sus activos líquidos al sector de oro, que sigue beneficiándose de su naturaleza refugio en un contexto de escepticismo en cuanto a la solvencia de algunos Estados europeos. Sin embargo, reconoce que el movimiento es temporal: “No nos equivoquemos, el sol volverá a brillar y la renta variable continúa siendo nuestra clase de activo preferida”, apostilla.