Abdelak Adjriou, gestor, explica cómo han movido la duración y la exposición a divisas de la cartera en estos últimos meses, así como el motor que ha sido el crédito para el fondo en 2024.
La economía mundial se está desacelerando gradualmente, impulsada por una economía estadounidense que sigue resistiendo, pero un mercado laboral que se está normalizando. Es el escenario central que maneja Abdelak Adjriou, gestor del Carmignac Portfolio Global Bond, fondo con Rating FundsPeople en 2024.
En su opinión, está por ver la aplicación de la política Trump 2.0, que en general se considera inflacionista, “pero que debería limitar el ciclo de bajadas de tipos de la Fed”. Europa, que Adjriou cree que probablemente será una de las víctimas de los últimos acontecimientos en Estados Unidos, está experimentando un crecimiento lento, principalmente debido al sector manufacturero alemán, “lo que debería permitir al BCE continuar su ciclo de recortes de tipos”, vaticina. Por último, China, donde el crecimiento ha sido decepcionante, ha experimentado un repunte de la confianza empresarial gracias a la retórica de estímulo, pero todavía no de la confianza de los consumidores.
Así, durante los últimos 12 meses, el equipo gestor ha posicionado la cartera ampliamente a favor de un aterrizaje suave de la economía mundial ahora que se confirma el descenso gradual de la inflación, lo que hace posible un ciclo cada vez más sincronizado de relajación monetaria.
Posicionamiento en renta fija: duración, crédito y tipos
En este contexto, han gestionado activamente su duración, con un sesgo global de duración larga. A principios de año, el mercado esperaba siete bajadas de tipos de interés, que luego se redujeron a una o dos, lo que los llevó a tener una duración relativamente baja (en torno a 3,5). Cuando la tendencia a la desinflación se hizo más clara y el mercado laboral mostró signos de relajación, aumentaron la duración global para mantenerla hoy en torno a cinco.
En cuanto al crédito, han mantenido un sesgo positivo, lo que ha sido uno de los principales motores de la rentabilidad durante el periodo, en particular el crédito corporativo y la deuda externa emergente en divisa fuerte, apoyados por el estrechamiento de los diferenciales a lo largo de 2024. Dentro de la deuda externa de los mercados emergentes, están favoreciendo las situaciones especiales en países que están experimentando una reestructuración económica o una mejora significativa.
Siguen positivos con el crédito, pero cautos debido a las elevadas valoraciones. Para proteger la cartera del riesgo de ampliación de los diferenciales, que han vuelto a sus niveles más estrechos, y los riesgos potenciales para el crecimiento, alrededor de un 15% de protección en el Itraxx Xover durante los últimos 12 meses.
En cuanto la exposición al riesgo de tipos de interés, se inclinan por los tipos reales en EE. UU. y por estrategias de empinamiento tanto en EE. UU. como en Europa. “Aunque los tipos a corto plazo deberían anclarse gracias al ciclo de relajación de la Fed, es probable que los vencimientos más largos sean los más afectados, especialmente bajo una presidencia de Trump. También nos centramos en los bancos centrales que se encuentran más avanzados en el ciclo, como el Reino Unido, y en determinados mercados emergentes, como Brasil y México”, cuenta Adjriou.
Posicionamiento en divisa
Por último, en cuanto a las divisas, empezaron el año con una economía estadounidense muy resistente que mostraba algunos signos de ralentización y, por tanto, un ciclo de relajación monetaria más pronunciado. Este cambio de impulso fue menos favorable para el dólar estadounidense, lo que les llevó a reducir la exposición del 40% al 18%.
Por último, con la elección de Trump, volvieron a elevar su exposición al dólar estadounidense al 30%. Dicho esto, también han diversificado la exposición a divisas de bancos centrales menos acomodaticios en el contexto de la relajación monetaria de la Fed y las medidas de estímulo de China. Entre ellas figuran divisas como la corona noruega, el dólar australiano, el yen japonés y el real brasileño.