Carstens tiene fe en el sistema monetario mexicano

El directivo señalo que la crisis global ocasionada por la quiebra de Lehman Brothers cambió la percepción de riesgo a nivel mundial, generando gran incertidumbre en los mercados, lo que aunado a la situación en Europa ha cambiado la forma de invertir comentando “que la primera escala en el largo camino hacia una recuperación del ritmo de crecimiento de la economía mundial, de forma sostenida y estable, tiene que ser la del restablecimiento de la confianza, la generación de certidumbres básicas por parte de los líderes de las economías avanzadas” lo que a su vez generaría “un círculo virtuoso.” 

Sobre el panorama en México Carstens hizo hincapié sobre los avances en materia de estabilización financiera, poniendo como ejemplos los niveles de deuda pública sobre el PIB, equivalentes a tan solo una tercera parte de los reflejados en EEUU y la UE, así como a la ampliación del plazo promedio ponderado de la deuda gubernamental en pesos, que en los últimos once años se amplió en mas de once veces, llegando inclusive a superar a la deuda gubernamental de los Estados Unidos, lo que refleja la confianza que los inversionistas le otorgan al gobierno de México en materia de manejo macroeconómico. “Tenemos pues los cimientos para emprender sin más dilaciones esas indispensables reformas estructurales que requerimos para crecer a tasas que sean mucho mayores que las actuales y de manera constante, tasas que no me cabe duda serían superiores al 5 por ciento anual.” Y reitera que con las perspectivas pesimistas sobre el crecimiento de las economías de EEUU y Europa, la economía mexicana recibirá un menor impulso necesitando más que nunca reformas estructurales que permitirán a México abatir el rezago en creación de empleo y reducción de pobreza. 

Carstens explicó que la política fiscal responsable, que le gobierno mexicano ha sostenido los últimos años, así como el manejo transparente y bien regulado del ahora sólido y solvente sistema bancario harán a México uno de los primeros países en cumplir con los requisitos que la comunidad internacional ha acordado como resultado de la crisis y que “aún a pesar de la reciente volatilidad en los mercados financieros internacionales que se ha reflejado en una depreciación de la moneda nacional, la inflación se encuentra cercana a nuestro objetivo permanente de 3 por ciento, mientras que las expectativas de inflación a todos los plazos se encuentran ancladas por debajo del cuatro por ciento.”