Cazadores de mitos: cinco creencias falsas del mercado de renta fija

Gartside
Foto cedida

Según la mitología griega, Dédalo era el constructor del laberinto de Creta y padre de Ícaro. Ambos estaban retenidos en la isla de Creta por el rey Minos. Dédalo diseñó unas alas compuestas por plumas unidas con cera con las que escapar, no sin advertir antes a Ícaro de que no volase cerca del sol, pues el calor derretiría la cera, ni tampoco cerca del mar, pues el agua estropearía las plumas. Ícaro desoyó su consejo y voló demasiado alto, de manera que el sol derritió la cera de las alas y se cayó al mar. Según Nick Gartside, director de renta fija de J.P.Morgan AM, detrás de este mito se esconde una lección de vida que los inversores de renta fija deberían tener muy presente: “Ícaro era complaciente. Ahora parece que todo va bien en los mercados financieros, pero creemos que los inversores no deberían caer en la trampa”.

Gartside, que participó en el seminario Perspectivas para 2018 celebrado recientemente por J.P. Morgan AM en Madrid, fue muy claro al declarar que “2018 es clave, va a ser un año de transición y lo que suceda será muy significativo para la Historia”. El experto considera que el mercado de renta fija ha estado marcado por cinco ideas que son mitos y, como tales, es necesario desenmascararlos para poder afrontar un futuro que promete ser complejo.

La muerte de la inflación es el primer mito de la lista. “En realidad, los indicadores adelantados nos están diciendo que no debemos ser complacientes, ya que la economía estadounidense está adelantada en el ciclo”. De hecho, el experto indica que en 2017 “sucedió algo notable: el gasto en inversiones se disparó en EE.UU.”. Por tanto, recomienda vigilar los niveles de productividad, puesto que podrían llevar a un incremento de los salarios, y esto impulsaría a la inflación por encima de las expectativas del mercado. Así, J.P.Morgan AM espera que la Reserva Federal suba los tipos de interés cuatro veces en 2018, frente a las tres veces telegrafiadas por la Fed y las 2,5 que está poniendo en precio el mercado.

En cuanto a Europa, Gartside afirma que la política monetaria actual “es una gran anomalía” y que el nivel de los tipos de interés “es absurdo, son más propios de una política de emergencia”. Por tanto, advierte de que este año podría verse cómo los tipos abandonan el terreno negativo en la zona euro, una práctica que según el experto es nociva “porque encierra una mentalidad deflacionista y perjudica al negocio bancario”.

El segundo mito en torno a la renta fija es la creencia de que el riesgo político puede ser disruptivo para los mercados. Según el representante de J.P.Morgan AM, “los mercados se han desensibilizado por el buen tono económico y una mayor aceptación del euro”, por lo que cree que el impacto futuro será reducido, a pesar del abultado calendario electoral que presenta 2018.

La tercera creencia es que ya no queda valor en los mercados de crédito. Según Gartside, es necesario relativizar esta afirmación, puesto que las empresas han experimentado una mejora generalizada de los fundamentales y no se están endeudando en exceso. Sí recomienda monitorizar indicadores de recesión como un exceso de endeudamiento; al respecto, indica que en 2017 dos tercios de las emisiones de deuda se destinaron a la refinanciación, mientras que la actividad corporativa de fusiones y adquisiciones se mantuvo en niveles controlados.

Gartside recuerda en cuarto lugar que, en contra del mito, no todos los países emergentes son iguales. De hecho, aconseja explotar las divergencias entre los distintos componentes del universo para poder generar alfa mediante el bond picking. A este respecto, los dos países que favorece J.P.Morgan AM este año en el universo emergente son Indonesia y Brasil. En el primer caso, por la mejora del rating soberano a grado de inversión y el potencial para un estrechamiento del diferencial, mientras que en el caso brasileño destaca el tono pesimista del mercado, que está poniendo en precio una política monetaria más restrictiva que la señalizada por el propio Banco de Brasil.

La última creencia de gran arraigo entre los inversores es que el mayor atractivo de la renta fija es el cupón. “Es necesario un cambio de mentalidad y poner un mayor enfoque en generar ganancias de capital o evitar pérdidas de capital. El de ahora es un mercado de selectores de bonos”, declara Gartside.

Pequeña guía de supervivencia en renta fija

Dados estos precedentes, el responsable de renta fija proporciona un consejo y cinco ideas de inversión para 2018. El consejo consiste en “pensar en términos globales para conseguir diversificación”. De esta manera, los inversores podrán tener acceso a rendimientos más elevados y de reducir las correlaciones en cartera.

Las cinco ideas de inversión de J.P.Morgan AM este año, con las que esperan obtener retornos entre el 1% y el 5%, son en high yield estadounidense – para seguir aprovechando el potencial de estrechamiento de los diferenciales, la deuda subordinada de bancos europeos – para exponerse a la recuperación del sector-, la deuda emergente en divisa local – para explorar las divergencias ya comentadas-, el crédito estadounidense con grado de inversión – donde todavía ven oportunidades- y posiciones cortas en deuda soberana europea, por considerar que hay que mantenerse alejados de esta clase de activo.

Para Gartside, un buen ejemplo de este enfoque en ideas sin restricciones por índices es el JPMorgan Funds - Global Bond Opportunities Fund, un producto que ha sido calificado como Consistentes Funds People. “Este producto incluye sólo nuestras mejores ideas y pretende demostrar el poder de la diversificación”, afirma el experto.

Se trata de un fondo con un enfoque oportunista y estratégico y un objetivo de riesgo de entre el 5% y 10%, que ofrece exposición a 15 subcategorías de renta fija de más de 50 países. Su posicionamiento actual en duración es bajo, de alrededor de tres años, y el rating medio actual de la cartera está en BB+. Las dos mayores apuestas actualmente son la deuda high yield estadounidense (con un peso del 22,5%) y de otras regiones (13,5%) y el crédito con grado de inversión (21.5%).