El sistema previsional chileno, basado en capitalización privada de los trabajadores con aportaciones a las administradoras de fondos de pensiones (AFPs) y pensiones solidarias, es uno de los que conlleva menor gasto fiscal para el país en el mundo. Se
El principal pilar del sistema de pensiones chileno lo conforman las AFPs, que gestionaban un patrimonio de 81.293.178 millones de pesos (algo más de 160.000 millones de dólares) a 31 de mayo, según datos de la Superintendencia de Pensiones. Además, el Estado entrega pensiones solidarias a quienes están fuera del sistema (pensión básica solidaria, PBS) y ayuda a los trabajadores con menor cuantía cotizada para aumentar su pensión futura (aporte previsional solidario, APS).
Este gasto del sector público como complemento al sistema previsional de capitalización alcanzó los 8.070 millones de dólares en 2011, el 3,5% del PIB, según datos de la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda que recoge un informe de la AAFP.
Este gasto fiscal disminuirá hasta el 2,8% del PIB en 2025 según la previsión del informe, “debido a la extinción de los compromisos heredados del antiguo sistema de reparto, que son obligaciones transitorias del Estado”.
El ahorro individual evita problemas de ineficiencia ante la variación de la pirámide poblacional. Las proyecciones de CEPAL muestran que el 9,2% de la población tendrá más de 65 años entre 2010 y 2015, mientras que entre 2050 y 2055 será del 23,6%.
En 2010, sólo México y Corea tienen menor gasto fiscal respecto al PIB que Chile. Mientras que en 2025 sólo será Corea con un 2%.