China: cambios importantes en el mercado acciones

China
Foto: Annie Spratt, Unsplash

China era una de las grandes apuestas del mercado para 2023, a la espera de una reactivación de su economía tras el fin de las políticas de covid-cero. Pero nos acercamos al horizonte del ejercicio y ese boom que muchos vaticinaban no termina de arrancar. Y es que a diferencia de las políticas monetarias y fiscales en Estados Unidos y Europa, China no ha buscado inyectar un exceso de liquidez al sistema para reactivar con fuerza su economía. “Esta vez la sensación es que China busca crecimiento de calidad, no a cualquier precio”, explica Sarah Lien, especialista de producto de Allianz Global Investors en Singapur.

No obstante, la demanda internacional por renta variable china se ha mantenido estable. De hecho, en los últimos tiempos solo ha habido dos meses de verdadera presión vendedora en el mercado de A-shares de China, el que está abierto a inversores extranjeros. Una, cuando la congresista de EEUU Nancy Pelosi viajó a Taiwan y se reavivaron los temores de una guerra con China. Otra, en octubre de 2022, cuando la reunión del Congreso Nacional del Partido Comunista Chino decepcionó al no anunciar una relajación de las políticas covid-cero como esperaba el mercado.

Dos cambios importantes en el mercado de acciones

Y Lien no solo detecta demanda por parte del inversor internacional. “En las últimas semanas hemos visto un repunte de la actividad de trading del inversor retail local. Los inversores domésticos están comprando renta variable nacional, pero por lo general nombres de compañías gubernamentales (SOE) por su sesgo defensivo”, explica.

También es clave dos cambios que el regulador chino ha implementado en el mercado de acciones. Primero, que se ha ampliado el número de acciones disponibles a través del Stock Connect para inversores internacionales (offshore). Concretamente, en marzo se añadieron 1.000 nuevas compañías, principalmente nombres en el espacio de small y midcaps, cuenta Lien, por lo que es una ola de nuevas ideas innovadoras. También se ha ampliado el Stock Connect en sentido contrario, por lo que inversores locales (desde Shanghái y Shenzhen) van a poder acceder a compañías extranjeras que cotizan en China.

Asimismo, se ha reformado la normativa de las salidas a Bolsa. Por ejemplo, se ha eliminado el requisito de tener un histórico de beneficios positivos y se espera reducir el tiempo necesario para la aprobación. “Muchas compañías chinas han acudido a las Bolsas de Estados Unidos porque el proceso es más fluido. Ahora el gobierno quiere facilitar la cotización pública, asemejándolo al sistema estadounidense, por lo que esperamos ver más salidas a Bolsa en el mercado chino en los próximos meses”, vaticina la experta.

¿Qué está pasando en el sector inmobiliario chino?

Durante su visita a Madrid, la experta también ofreció una actualización de los sectores que ha estado en el punto de mira en los últimos años: el inmobiliario. Como bien recuerda Lien, han pasado ya casi tres años desde el impago de Evergrande y desde entonces el gobierno chino ha trabajado para deshacer gran parte de los excesos del sector. “Aún tardará un tiempo en que el inmobiliario chino se recupere pero ya estamos entrando en un periodo de estabilización”, comenta la experta.

Además, la crisis inmobiliaria china ha sido muy distinta que la vivida en otros países desarrollados. Mientras que en Estados Unidos o Europa el colapso se debió a la incapacidad de pago de los consumidores, en China los ahorradores habían adelantado el capital pero no han recibido la propiedad. “El gobierno se ha comprometido a cumplir con los contratos, pero no será un proceso rápido y lo cierto es que la confianza de los afectas no es muy fuerte”, reconoce Lien.

Por eso, los promotores propiedad del gobierno (state owned enterprises, o SOE por sus siglas en inglés) están teniendo mejor resultados en lo que va de año, porque los consumidores locales no quieren arriesgarse a comprar de un promotor privado. “Puede parecer contraintuitivo”, reconoce la experta, “ya que tradicionalmente preferimos compañías no ligadas al gobierno”.

Sin embargo, Lien cree que los años dorados del inmobiliario chino han quedado atrás. “El sector no es una de las prioridades del gobierno, por lo que no esperamos que vuelva a ser un motor del crecimiento económico del país”, prevé.