China encara el año del buey con el viento a favor de los inversores

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Chuttersnap, Unsplash

Feliz año del buey. Hoy China entra en un nuevo año, el del buey, que según su horóscopo implica prosperidad  conseguida a través del trabajo, la paciencia y un cierto individualismo. Y lo hace con un buen clima económico y social que ha hecho posible que apenas un año después y con solo el 2,82% de la población con al menos una dosis de la vacuna (datos de ourworldindata.org) , en China sí se pueda hablar de una pseudo vuelta a la normalidad. La misma que tanto ansiamos en Occidente.  

Esa normalidad no ha llegado con el Nuevo año. Ya se vio en el último trimestre de 2020. Fue el primer país en entrar en crisis y el primero en país y despidió el año con un crecimiento del 2,3% interanual, siendo uno de los dos únicos países del G20 en registrar un crecimiento positivo el año pasado.  Las perspectivas económicas siguen siendo positivas.

“Se prevé que la tasa de crecimiento del PIB chino superará el 8% este año, factor que creará grandes oportunidades en los mercados”, afirma Jaime Ragaresponsable de relación con clientes de UBS AM Iberia. Y esa buena expectativa encuentra su réplica en las empresas chinas y, por ende, en su mercado. “Este reinicio más temprano en relación con otras economías da a los inversores una mayor claridad sobre las perspectivas para los beneficios empresariales”, afirma Nicholas Yeo, director de renta variable china de Aberdeen Standard Investments.

Además, tal como recuerdan en Fidelity los anteriores años del buey fueron más que positivos para el mercado de acciones chino. "El último Año Lunar del Buey, en 2009-2010, trajo consigo una escalada del 51% en el índice de referencia Shanghai Composite. En el ciclo anterior, en 1997-1998, la subida fue del 27%", afirman.

Razones para el optimismo

Al fin y al cabo son muchos los catalizadores positivos que presenta el gigante asiático que, por cierto, ya es el segundo contribuidor al PIB mundial por detrás de EE.UU con un 18%. Solo por citar algunas:

  • Mejora de las relaciones comerciales tras la victoria de Biden en EE.UU.
  • Auge de nuevos modelos de negocio tras la pandemia
  • Política fiscal y monetaria expansiva
  • Visibilidad económica positiva al calor de la presentación del plan quinquenal para los próximos cinco años.
  • Mayor apertura a inversores extranjeros
  • Vuelta a la normalidad más temprana que otros.

En este contexto no es de extrañar que los mercados emergentes, cuyo comportamiento sigue dependiendo mucho de la evolución de China, se hayan convertido en los más sobreponderados por los gestores de fondos , según la última encuesta a gestores de Bofa Securities. Y esa preferencia no solo implica a las acciones chinas sino también a su mercado de bonos, más teniendo en cuenta que en tiempos de pandemia se ganó un puesto en el selecto grupo de activos refugio.

Oportunidades en renta fija

“El hecho de que los bonos japoneses y alemanes no ofrecieran refugio contra las caídas del primer trimestre de 2020 sugiere que el papel de los mercados de bonos tradicionales como activos defensivos en la próxima recesión puede ser limitado, con rendimientos del 0%. Esto hace que los bonos soberanos chinos sean una alternativa convincente como activo defensivo de alta calidad para muchos inversores”, afirma David Cheng, director de inversión en renta fija asiática de Schroders.

De hecho, la rentabilidad del bono chino gubernamental a 10 años es superior al 3% y su diferencial con los bonos soberanos mundiales “se encuentran en sus niveles más amplios en comparación con los soberanos mundiales en los últimos 10 años, gracias a la fuerza de la recuperación económica del país tras la pandemia”, explica Cheng. “Son un buen argumento en el actual entorno de bajos tipos de intereses. Además, consideramos que el riesgo de altas fluctuaciones monetarias es bajo”, coinciden desde DWS.

También la parte corporativa de la deuda ofrece oportunidades a los inversores que estén dispuestos a asumir riesgo a cambio de obtener rentabilidades que les permitan cubrirse frente a una inflación al alza. Más teniendo en cuenta que la estructura del mercado de deuda empresarial china presenta un sesgo sectorial más defensivo que otros, con mayor presencia de sectores ligados al Gobiernos, consumo y también inmobiliario.

No obstante, la dispersión del mercado que ha traído consigo la COVID-19 obliga a ser minuciosos en la selección. Más teniendo en cuenta que como explica Cosmo Zhang, analista de Vontobel Fixed Income Boutique, “el total de impagos en 2020 podría ser mayor que en 2019, e impulsar el ratio de defaults de los bonos corporativos onshore de 2020 hasta más del 1,0% desde un 0,62% de 2019”. Eso sí, pide tranquilidad ya que “el riesgo es manejable y no supone una amenaza sistémica gracias a los abundantes recursos de los responsables políticos chinos”.

Alternativas en renta variable

Desde BNY Mellon IM identifican dos claras áreas que ofrecen potencial dentro del mercado chino. “Para los inversores que están considerando invertir en China, estos temas a largo plazo de la desglobalización y la digitalización pueden esperar proporcionar valiosas oportunidades de inversión este Año Nuevo Chino y más allá”, afirman. Lars Kalbreier, CIO en Edmond de Rothschild Banca Privada suma a esa lista los sectores ligados a la revolución verde, la salud, el consumo y el envejecimiento.

Mientras, Rebecca Jiang, cogestora de JPMorgan Funds - China A-Share Opportunities Fund (SICAV) apuesta por los sectores más ligados al cambio de rol de China hacia un mayor consumo doméstico. "Seguimos encontrando las oportunidades más atractivas en el consumo, la tecnología y la sanidad: son sectores que están aprovechando la transición del país hacia una economía más orientada al consumo", afirma.

En el lado contrario, Kim Catechis, responsable de estrategia de inversión de Martin Currie, gestora de inversión especializada en renta variable de Franklin Templeton recomienda evitar los sectores que presentan mayores riesgos. “Los sectores vulnerables a las agresiones geopolíticas son la tecnología y las finanzas”.

Al fin y al cabo, hay que tener en cuenta que pese a que China cuenta con buenas perspectivas, es posible que muchas de ellas ya estén descontadas en sus valoraciones. No en vano, desde el 1 de Enero de 2020 los mercados de renta variable chinos han subido un 45% en dólares, frente a 18% del índice S&P500 y 5% del MSCI Europe. 

“A pesar de esto, las valoraciones de las acciones de China siguen muy atractivas.  El índice de acciones MSCI China cotiza a 15 veces beneficios, con crecimiento del 25% en el beneficio por acción esperado por el consenso en cinco años, favorable respecto a las 24 veces con que cotiza la variable estadounidense para un crecimiento esperado de beneficios por acción del 10% en cinco años”, afirma Kiran Nadra, especialista de Pictet AM.