Cinco trucos para que las gestoras puedan ahorrar costes

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Wuestenigel, Flickr, Creative Commons

En un entorno de efervescencia regulatoria, que obliga a las gestoras a invertir más en los departamentos de cumplimiento normativo, y de presión de márgenes, ante la irrupción de los productos de bajo coste (principalmente ETF y fondos indexados), que obliga a las entidades a reducir sus comisiones de gestión, la industria se está viendo en la necesidad de recortar costes para seguir siendo compañías rentables y viables económicamente. La buena noticia es que hay formas de reducir los gastos. Al menos, así queda patente en el último informe publicado por The Boston Consulting Group, consultora americana que da cinco consejos a las gestoras para reducir gastos.

1. Revisar las funciones de los gestores de carteras. El problema obvio que presenta esta forma de ahorrar costes es que pone en riesgo el rendimiento. No obstante, este método funciona mejor cuando el tiempo que le dedica el gestor de carteras a ciertas actividades está alineado con el valor que generan, eliminando aquellas que no añadan valor. En la consultora lo han visto. “Los gestores de carteras de uno de nuestros clientes perdían mucho tiempo en tareas relativas a la operativa y el registro de información que podrían haberse asignado al personal del middle-office. Además, la relación entre el tiempo dedicado a estrategias y clientes específicos y el valor generado era débil. Revisar y centralizar la ejecución de órdenes y las tareas desempeñadas por el middle-office puede solucionar estos problemas y traducirse en importantes mejoras de eficiencia sin que el servicio al cliente se vea afectado”, afirman.

2. Simplificar el análisis. Muchas gestoras de activos están usando nuevas herramientas para fomentar el intercambio de datos y de conocimiento. En opinión de la consultora, este tipo de soluciones no solo reduce los costes de análisis sino que también mejora el rendimiento, ya que el equipo comercial aprende a partir de las mejores prácticas desarrolladas por los gestores en las diferentes clases de activo.

3. Reducir la personalización. La personalización de productos es un aspecto importante para lograr el éxito y, de hecho, más del 70% de los encuestados ofrecen este servicio. Sin embargo, la personalización de productos puede resultar cara, por lo que las gestoras solo deberían ofrecerla cuando realmente aporte valor y cuando pueda llevarse a cabo de forma eficiente. “Además, solo entre un 8% y un 41% de los encuestados le ponen precio al coste de la personalización de forma sistemática o en la mayoría de los casos, y solo entre un 8% y un 26% de las firmas valoran el coste de la personalización mediante ajustes del objetivo de rentabilidad-riesgo. En el nuevo entorno de mercado, las gestoras deben comprender los costes y los beneficios de la personalización de productos para poder ofrecer este servicio a gran escala y que los clientes sean plenamente conscientes de su valor”, explican.

4. Centralizar la negociación. Hubo un tiempo en el que tenía sentido que las mesas de negociación no estuviesen muy lejos de los gestores de carteras. Sin embargo, esto ha ido perdiendo importancia con la digitalización y la estandarización de la negociación. “Muchas gestoras de activos están combinando las mesas de negociación y racionalizando las plataformas de trading en diferentes ubicaciones y clases de activo, un enfoque que puede reducir drásticamente los costes tecnológicos y transaccionales, por ejemplo, al compensar de forma conjunta bloques de negociación”.

5. Reducir los costes tecnológicos. Los departamentos comerciales de la mayoría de las gestoras acumulan sistemas que están mal integrados entre sí, dependen de numerosas fuentes de datos, exigen contrastar la información manualmente y utilizan tecnologías anticuadas. “Nuestra encuesta revela que, en los últimos cinco años, solo la mitad de las gestoras de activos han invertido en un nuevo sistema para su front-office, pese a los avances tecnológicos. Mantener y actualizar los sistemas heredados resulta costoso y, además, lastra el rendimiento. Muchas gestoras tienen dificultades para lanzar nuevos productos al mercado porque sus procesos dependen de múltiples sistemas o de lotes complejos que impiden que la información fluya adecuadamente hasta el equipo comercial”, revelan.

Según la consultora estadounidense, a la mayoría les resultaría útil migrar la información de sus plataformas internas, normalmente propias, hacia diversas plataformas comerciales personalizadas, al menos para las funciones más estandarizadas como los sistemas de gestión de carteras, órdenes y ejecución. “El desarrollo de herramientas propias solo debería emplearse para cuestiones que afecten al know-how crítico de la empresa. Este enfoque permite reducir los costes de mantenimiento, facilita el lanzamiento de nuevos productos y concentra los escasos recursos tecnológicos internos donde realmente hacen falta”, aseguran desde la firma.