Claves detrás del incremento de la demanda de renta fija flexible de los inversores españoles

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Los inversores se están volviendo más conservadores, prefieren invertir con un enfoque más global y buscan una mayor flexibilidad. Estas son a priori las tres grandes conclusiones que deja el repaso al último Barómetro de carteras mayoristas españolas que elabora Natixis IM con carácter trimestral a partir de análisis gratuitos de carteras de clientes.

El estudio recoge los ajustes efectuados por los clientes durante el último trimestre de 2017 (datos a 31 de diciembre de 2017) y ha sido elaborado por el Departamento de Consultoría y Análisis de Carteras (PRCG, por sus siglas en inglés) de la firma, mediante el análisis de  94 carteras con calificación de riesgo gestionadas por las 50 mayores empresas españolas de gestión de patrimonios (los datos han sido suministrados por VDOS).

Entrando en mayor detalle, el estudio refleja tres grandes tendencias entre los inversores españoles. En primer lugar, la detección de flujos del perfil moderado al conservador deja pensar que los inversores están reduciendo su perfil de riesgo. En segundo lugar, y dentro de las asignaciones a renta variable, en el último trimestre del año se observaron leves incrementos en la categoría global, después de registrar un ejercicio con muy buen comportamiento. En tercer lugar, y referente a la renta fija, el Barómetro ha certificado la continuación de la búsqueda de alternativas al high yield y la deuda europea de larga duración por parte de los inversores, en el primer caso por las preocupaciones en torno a su nivel de liquidez, y en el segundo por su exposición al riesgo de tipos vía duración y por sus bajas rentabilidades. Se procede a detallar a continuación cada una de estas tendencias.

Tendencias en marcha

“La alternativa al high yield y los bonos europeos de larga duración está siendo los fondos flexibles globales, ya que permiten delegar la asignación de activos en renta fija en un entorno más desafiante para el activo, a la vez que se obtiene una rentabilidad a vencimiento mayor que la renta fija europea, pero sin incurrir en el riesgo de iliquidez de la renta fija de baja calidad crediticia”, explica Juan José González de Paz, consultor sénior de inversiones en el PRCG de Natixis IM.

El experto cree que el ya histórico3% marcado por el treasury a diez años “se alinea con la preferencia por los fondos de renta fija flexible global en España y fuera del país”, en el sentido de que “los inversores se han estado posicionando para este movimiento desde hace un tiempo y ahora vemos que está sucediendo”. González de Paz aclara no obstante que no está claro que la subida del rendimiento del diez años americano vaya a traer consigo más flujos positivos, porque en lo que va de año -sobre todo en la corrección de febrero- tanto acciones como renta fija han mostrado una elevada correlación.

“Vemos un mayor apetito por los fondos flexibles de renta fija. Unido al ligero aumento de la exposición a estrategias alternativas como el market neutral, nos muestra que los clientes valoran cada vez más la diversificación y la capacidad de adaptación”, comenta sobre esta tendencia Sophie del Campo, directora general de Natixis IM para Iberia, Latinoamérica y US Offshre. “Pensamos que apoyarse en un gestor activo es clave a la hora de localizar las mejores oportunidades de inversión y proteger el capital”, añade.

Renta variable en contexto

El Barómetro detectó una reducción a lo largo del último trimestre de 2017 de las posiciones en fondos mixtos con mayores asignaciones a renta variable, “probablemente como método para controlar la exposición a este activo”. González de Paz entronca este movimiento con la tendencia más general hacia “una gestión mucho más prudente del perfil conservador con respecto al resto de perfiles más agresivos en lo que se refiere a la exposición a la renta variable”.

Desde Natixis IM también destacan que, pese al buen comportamiento de la renta variable, no se observó un incremento significativo de las posiciones en este activo. La explicación que encuentran es a finales de 2017 los mercados estaban descontando “un excelente escenario tanto macroeconómico como microeconómico, y por tanto se incrementa el riesgo de que las expectativas no sean tan buenas como se esperan”. No es el único riesgo que sobrevuela los parqués: el proteccionismo económico, el impacto de las subidas de tipos y el incremento de la volatilidad han sido los principales riesgos para los parqués que han citado los gestores participantes en el Barómetro.

Desde la gestora aclaran que el segmento de acciones globales es donde se ha percibido mayor interés dentro de la renta variable. Lo atribuyen al incremento de la dispersión entre regiones y sectores, que está obligando a los gestores a afinar tanto su visión sectorial como la geográfica.