Claves para diseñar una estrategia de renta variable basada en el momento y generar rentabilidades consistentes

Willem Jellema, Robeco
Robeco

El Robeco Momentum Equities es uno de los fondos de Robeco con Sello Funds People. Éste en concreto está calificado como Consistentes. Willem Jellema, gestor de renta variable cuantitativa de Robeco (en la imagen), y Jan de Koning, gestor de cartera de clientes de activos cuantitativos de Robeco, explican las claves del modelo cuantitativo utilizado para la construcción de la cartera. 

El punto de partida es discernir qué valores pueden beneficiarse de una tendencia durante un largo periodo de tiempo, y si están cotizando a un precio razonable. Para conseguirlo, indica Jellema, “estudiamos el concepto de momento desde diferentes ángulos, porque creemos que para capturarlo tienes que hacerlo de una forma robusta”. La medida que se suele utilizar más habitualmente es el momento de precio, para lo cual en la firma analizan la evolución de la cotización de un valor en los últimos doce meses (se excluye el inmediatamente anterior al del momento de análisis para evitar distorsiones). Otro factor de peso en el análisis es el momento de beneficios o estudio de las revisiones de analistas sobre previsiones de beneficios. 

No obstante, si sólo se empleasen estos dos factores podría llegarse a una conclusión parcial: “Puedes quedar expuesto a algunos riesgos que no quieres asumir. Puede que el valor se haya portado muy bien y haya dudas sobre su potencial alcista”, puntualiza Jellema. Por ello, el modelo cuantitativo se compone de dos partes: en la parte “core” se analizan los factores que pueden cuantificar el momento. Complementariamente, se miden otros factores a los que puedan presentar sesgo los valores: calidad, valor y riesgo. 

 “Estudiamos los retornos pasados de los últimos 12 meses, los comparamos con los retornos del mercado, delimitamos expectativas para el valor en base a estos datos y las corregimos para determinar el retorno específico”, resume el gestor sobre el modus operandi. Obviamente, el proceso es más complejo, debido al análisis exhaustivo de cada uno de los bloques: se pueden llegar a analizar más de 20 variables individuales de cada uno de los criterios expuestos. “Dentro del criterio de valoración analizamos variables como el PER o el valor en libros. En el caso de la calidad, analizamos al equipo directivo, cómo se ha hecho la contabilidad. En la parte de riesgo, analizamos variables como la volatilidad, la beta o el riesgo de default”, ejemplifica Jellema. 

La intención de este proceso es generar un ranking con el que se cuantifica el grado de atractivo de cada valor. Después, un algoritmo determina la construcción final de la cartera, con un límite del 10% por exposición a países y sectores para evitar así riesgos no intencionados. Actualmente, el fondo sobre pondera los sectores de tecnología, farma y consumo discrecional, mientras que las infra ponderaciones más importantes son en energía y valores financieros. 

Se debe tener muy en cuenta que los gestores siempre siguen al modelo, pase lo que pase en el mercado. “Después del Brexit, simplemente seguimos al modelo. Vimos algunos cambios, porque emergieron algunos ganadores y algunos perdedores; el número de nombres nuevos que entraban en la cartera era un poco más elevado de lo normal y también salían más nombres de lo normal de la cartera, pero no fue nada extremo”, ejemplifica Jellema. 

Dicho esto, el gestor aclara que la introducción del segundo bloque que tiene en cuenta otros factores también aporta protección contra eventos inesperados: “El momento funciona cuando hay una tendencia. Si hay modificaciones, necesitas proteger tu dinero porque en ese entorno el momento puede no generar muchas ganancias, pero lo importante es no perder mucho. Eso es lo que estamos haciendo actualmente y por eso hemos introducido variables que miden el riesgo”. 

Dos factores diferenciales

Para el gestor, el gran factor diferencial de esta estrategia de momento es su baja rotación. Como el momento es un factor que tiende a variar mucho, “si siempre siguieras el momento y compraras sólo los valores más atractivos, tendrías mucha rotación de activos y por tanto muchos gastos derivados del trading”. En cambio, el modelo que utilizan en Robeco sólo deja comprar valores con momento atractivos si hay en cartera valores que hayan perdido su atractivo. “Suena bastante lógico, pero no es tan fácil de implementar. Se puede ver a muchos gestores que quieren comprar valores nuevos en la cartera, pero están obligados a vender algo que tengan en cartera”, explica el gestor. Un descubrimiento interesante que han hecho en la gestora es que la importancia de la selección con un enfoque de largo plazo: “Una vez que inviertes en valores atractivos, si eres capaz de mantenerlos bastante tiempo, no hay necesidad de fijarse en otros valores nuevos, porque los seleccionados todavía serán capaces de capturar muy bien la prima por momento”. 

“Tratamos de ser pacientes. Mantenemos nuestras posiciones, nos ahorramos los costes de transacción, y somos capaces de capturar la prima”, añade Jellema. El objetivo es limitar la rotación de activos al 100%, pero la tendencia histórica ha sido inferior, llegando a estar por debajo del 70% en años anteriores, frente al 125% del índice de referencia, el MSCI Momentum. La gestión de los flujos es clave para la rotación de activos. El experto de Robeco prefiere hablar de carteras optimizadas por clientes: “Por ejemplo, si se produce un gran flujo de salida del fondo – que no es tan común-, lo empleamos para vender los valores menos atractivos. Si hay muchos flujos de entrada al fondo, podemos emplear este dinero para comprar más valores que sean atractivos”. 

Para Jan de Koning, la otra gran virtud del fondo es su flexibilidad: “Somos muy adaptativos y podemos amoldarnos al cambio en la psicología de los inversores. Este fondo te permite posicionarte al comienzo de una tendencia porque detecta rápido los cambios”, afirma.  Además, destaca del modelo cuantitativo que permite a los inversores “ser menos sensibles a movimientos extremos del mercado; y si se producen más cambios, permite participar de las nuevas tendencias”.